I ' m n o t l o s t [ Young Cardinal Copia ]

M e

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- ¿Quién eres? - dijo temerosa al ver su apariencia, un traje negro y una máscara plateada simulando ser un demonio.

- No deberías saberlo pero me puedes decir Alpha - le ayudó a levantarse - Déjame ayudarte, niña -

- No soy una niña y no ocupo de tu ayuda -

- Si claro - vió su rostro hinchado y sangrado - ¿Qué te ha pasado? Déjame verte -

Se acercó a su rostro, analizando las heridas que en este se presentaban.

- No me pasó nada - escondió su rostro

- Una nariz y un labio partido no es nada - dijo sarcasticamente -

- No es nada, no ocupo ayuda -

- si lo ocupas y aparte...no puedo dejarte aquí en la nada muriéndote - le tomó de la espalda y sus piernas para cargarla como princesa.

- ¡Sueltame, idiota! - la chica se rehusaba recibir la ayuda del desconocido - No te conozco -

- No te puedo soltar -

Después de unos minutos se dejó ayudar por él, no parecía tan malo después de todo.

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Se adentraba a los bosques, no sabia si esta vez él estaría entre aquellos altos y oscuros árboles. No sabía a donde se dirigía pero seguía.

- Él mencionó que vivía dentro de los bosques - murmuraba para ella misma - Tal vez le de una sorpresa -

Se adentraba más y más hasta que el camino parecía cada vez mas claro, luces eran visibles a la distancia como si de una casa se tratase.

Dionysious caminaba cada vez más rápido para acercarse al lugar. Una vez enfrente de ahí, lo contempló, un estilo muy elegante y oscuro, parecía una iglesia pero no tenía nada afuera que indicara eso.

- Debería tocar primero - se puso enfrente de la puerta y estaba dispuesta a tocarla.

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- No lo hagas - una voz la asustó pero una mano le había tapado la boca evitando que su grito fuese sonoro.

Una vez viendo de quien se trataba se tranquilizó

- ¿Qué haces aquí? No deberías. Si se enteran que alguien del pueblo...-

- Vine a verte - la chica lo interrumpió haciendo que él se callara.

- No debiste...¿Esta todo bien? -

- Por ahora, sí- le abrazó

- Sabes que ambos nos vamos a meter en problemas- rechazó su abrazo llevándola a otro lugar para evitar que les vieran.

- Creí que eso no te importaba cuando me visitaste en la Iglesia - eso lo había dejado mudo. Trato de acercarse a él pero fue nulo al ver como le rechazaba como la primera vez que se conocieron

- Diony...-

- ¿Ahora estas enojado conmigo? -

- Yo no... No estoy enojado -

- ¿Entonces qué? - su voz se escuchaba más fuerte

- No tengo nada contra ti... Es solo que...-

- ¿Qué? ¿Te molesta que este aquí? ¿Acaso...- su voz podría ser audible para cualquiera y él ya no sabía que hacer para evitarlo.

Posó sus manos entre su cara presionando sus mejillas y violentamente la tomó para acercarla a sus labios y así unirlos tomando por sorpresa a la chica. Su agarre era fuerte pero no le lastimaba, la chica no se había negado a ello, pero aún así no reaccionaba.

- Estoy molesto, sí- dijo al separarse - Me molesta que estes comprometida con un bastardo. Maldición, Dionysious. Te quiero y me duele verte con alguien más. - confesó dejando salir lo que había estado ocultando.

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-¿Ya me piensas soltar? - dijo la chica molesta

- Estamos cerca, no te preocupes - el chico trataba de no dejar caer a la chica. - ¿Cómo fue que te hiciste todo eso? -

- Encontré a mi novio... Con otra mujer y él me vió, me fuí pero él me siguió, le golpee en la mejilla pero él me golpeó dos veces dejandome tirada, me solté y huí hasta aquí- confesó con una voz rota y ojos llenos de lagrimas.

El joven había dejado de caminar para abrazarle, un inesperado abrazo recibió ella, dejandola casi en shock.
Se separó y la tomó por el rostro para limpiarle sus lágrimas.

- No soporto ver a alguien así de mal -
Dijo cortando el profundo silencio. - Puedes confiar en mi, no te haría nada malo -

- Me acabas de conocer, no soy nadie y estoy bien así. Así no te molesto.-

Le volvió a cargar y ella se habia encariñado de la forma en la que él le trataba.

- No es molestia, me caes bien aunque pareces niña chiflada -

- ¡Oye! No soy una niña mimada -

- Claro que sí, niña mimada -

Llegaron a un lugar que parecia una Iglesia, la chica se sorprendió por ver tal lugar ahí en medio de la nada de un bosque.

- Te dejaré aquí, no te muevas y no hagas ningún ruido -

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