Final

160 11 7
                                    

"La sonrisa sirve para dos cosas: demostrar lo feliz que eres como persona u ocultar el dolor que llevas dentro de ti"

Capítulo final: Hasta el día en que nos volvamos a encontrar

Me puse a pensar en las posibilidades que había de encontrar a Serena aquí. Las opciones se resumían a este lugar o a que ya haya regresado a su casa y que estuviera camino a Kalos.

Sacudí mi cabeza tratando de no pensar en opciones como esas, no quería atormentarme y ponerme más nervioso de lo que ya estaba. Ella seguía aquí, mi corazón me lo decía.

–¡ADIÓS KANTO!– escuché un grito provenir, como lo había deducido, de la punta de Kanto. Una parte de mí se sintió aliviado al saber que seguía aquí y que aún no se habían ido, que ella no se había ido.

–¡Serena!– dije una vez que la vi, estaba agitado de tanto correr.

Volteo con la mirada cristalizada, sus ojos también se veían hinchados y rojos. ¿Cuánto tiempo llevaba aquí? De nuevo divagaba. Si vine aquí era para aclarar mis dudas y aclarar las de ella.

–¡¿Por qué?!– dije acercándome a ella, la tome de los hombros y la sacudí un poco de enfrente hacia atrás. Volví a repetir –¡¿Por qué nunca me lo dijiste?!–

–¿Qué me iría?– dijo cambiando su rostro a uno más serio –¡No tenía caso decirte sino me ibas a escuchar! ¡Me hiciste a un lado después de tener a tu noviecita!– ambos logramos escuchar el eco producido por su grito. Se separó de mí caminando hacia el bosque, note sus intenciones de querer irse, de alejarse como aquella vez que discutimos. Y yo, de nuevo, me quedaba impactado por sus palabras, sin saber cómo defenderme o como detenerla.

–Si te sirve de algo saber– dijo deteniendo un poco su andar cansino –me mudaré a Kalos. Fue un gusto conocerte Ash–

Se echó a correr sin si quiera decir una palabra más. Yo no podía quedarme sin hacer nada. Asi que la seguí.

Sentía la brisa golpear con mi cara. Esquivaba algunas ramas que salían de los árboles, brincaba uno que otro tronco seco que se encontraba en el camino. Nunca me hubiera imaginado tener que seguir a Serena de esta forma, de querer atraparla así fuera lo último que hiciera. ¿Desde cuándo esta niña tenía más velocidad que yo? Se detuvo un momento para descansar. Era mi oportunidad.

–P-por fin te alcanzo– dije agitado y lo más claro que pude –No te puedes ir así...– me acerque aún más a ella. Podía ver de nuevo esos ojos celestes que tanto me gustaban, sus pupilas se encargaban de inspeccionar cada uno de mis movimientos. Intente tomar sus manos pero no me dejo hacerlo.

–Sé que me comporte como un completo patán contigo, fui un egoísta– dije sin despegar la mirada. Al fin podría verla a los ojos sin mentirle.

–¡Bravo! ¿hasta ahora te das cuenta?– dijo con cierto toque de sarcasmo. En definitiva había cambiado

–No. Ya me había dado cuenta hace mucho– después de decir eso baje la mirada y empuñe las manos –me di cuenta desde el primer momento en que te mentí–

–¿Mentirme?– dijo sorprendida y echó un paso para atrás. –¿Cuándo fue esa primera vez?–

Me quede callado un momento. Ni si quiera yo sabía esa respuesta. Solo me quedo hacer memoria.

–La primera vez fue... fue– dije haciendo pequeñas pausas, no quería que malinterpretará lo que le estaba a punto de decir –fue cuando te di tu primer beso–

–Jamás pensé recibir una traición de tu parte. Muchas veces jure que tu amor por mí era sincero– dijo firme, sin rodeos. Yo no pude con la culpa y me deje caer de rodillas mirándola a los ojos –Si todo era un juego creo que no desperdiciabas tanto tiempo en decirme "solo estoy jugando contigo, no te ilusiones" – al finalizar esa oración moví rápidamente la cabeza negando. Yo no estaba jugando con ella, o al menos así era –a diferencia de ti, yo si te amaba y amaba cada una de las formas en como eras conmigo. Jamás llegue a preguntarme si tú también me amabas y ¿sabes? Esa es una pregunta que aún resuena en mi cabeza como un eco infinito–

Best Friends -Ash-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora