Capítulo 7

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"No te acostumbres a las cosas irreales, vivirás en las nubes. Aterriza y ve tu realidad, la triste realidad"

Capítulo 7: Dolores profundos

Habían pasado ya algunas semanas desde aquel incidente con Serena. Habían pasado ya algunas semanas desde que comencé mi relación con Angie.

Nuestra relación no era de las habituales, pero a pesar de eso sabia sobrellevarla bien. Aun no lograba acostumbrarme a este cambio tan radical. ¿quién no lo haría? Un día llevas una relación perfecta con tu amiga con derechos y al otro eres novio de una completa desconocida. A veces pienso que esto es un castigo divino por todo lo que he hecho.

Lo único que en verdad me dolía era el ya no hablarle tanto a Serena. Tenía que comportarme distante con ella, (parte del trato con Angie) Y ella simplemente aparecía y desaparecía de repente. Algunas veces la veía sola en la cafetería checando su celular, algunas otras se la pasaba comiendo sola en el salón y, por más raro que se viera, entraba y salía de la enfermería muy seguido. Quería creer que lo hacía por sus lesiones, unos chequeos rutinarios.

En verdad me empezaba a doler el ya no hablarle. En serio me estaba enredando en la más grande mentira de todos los tiempos.

(...)

Era un martes, un martes muy apagado. Afuera hacia demasiado aire, las nubes estaban grises amenazando con cualquier momento para descargar el agua que llevan. No me importaba mucho en sí.

Bajé a desayunar, alisté mis cosas y salí, un poco temprano, rumbo a la secundaria. Observaba el paisaje. A lo lejos podía ver el Bosque Verde. Aun siendo el día gris él se veía brillante. Los recuerdos golpeaban mi mente sin siquiera pedir permiso, había que ser fuertes.

Sacudí mi cabeza alejando esos recuerdos y seguí con mi rumbo. No tardé tanto en llegar a la entrada. ¡Y ahí estaba Angie en la entrada! ¿Ya no tendría tiempo a solas?

–¡Hola amor!– gritó desde la entrada principal hacia donde estaba yo mientras agitaba su mano y caminaba hacia mí –¿Cómo amaneciste?–

–Bien, gracias por preguntar– dije a secas. No me gustaba dar demasiadas muestras de cariño enfrente de los demás. –¿Qué tal si vamos a adentro?–

–Claro, – dijo tomándome la mano –contigo hasta el fin del mudo– seguido de eso me plasmó un beso en los labios.

Respire profundo. Lo haces por Serena, pensé.

–Angie, te he dicho que no me gusta que hagas eso– dije pesadamente. Solo cerré los ojos esperando un posible golpe.

–¿Qué? ¿Esto?– dijo dándome de nuevo otro beso –pero si es algo que hacen todos los novios, no le veo lo malo–

–Solo digo que no lo hagas en público, es raro– dije rascándome la nuca. Esto era algo incómodo.

–Lo hago para que esas zorras de tus amigas sepan que eres mío– dijo pegándose más a mí. Odiaba que se comportara así

–No les digas así, por favor– dije suspirando hondo –Siguen siendo mis amigas–

Estaba claro que no iba a dejar que las insultaran, por muy cierto que fuera.

–Me voy, ya te pusiste pesado– dijo, así, como solía hacerlo, directo al grano. Solo observaba como desaparecía por lo largo del pasillo

Sentí como tocaban mi hombro enseguida de eso.

–¿Qué fue eso Ashy-boy?– dijo, indudablemente, Gary

Me voltee antes de contestar.

–Eso es mi novia– dije volteando momentáneamente hacia donde se había ido Angie

–Estás jugando con fuego Ketchum– dijo dándome leve golpes en la espalda –¡suerte!–

Pensándolo bien así era. O me quemaba yo con él o alguien mas se quemaba.

Llegué, después de un infinito camino, a mi aula de clases. Coloqué mi mochila en el respaldo de la silla y apoyé mi cabeza en la mesa del pupitre. ¿Tanto estaba dispuesto a dar por el bien de Serena? Si, en definitiva valía cada maldito esfuerzo, todo por ella.

De pronto todas las chicas de la clase, bueno casi todas, estaban encima de mí haciéndome miles de preguntas. Que si era cierto mi noviazgo, que si era una broma, que si éramos familia. Todo tipo de preguntas respecto a la mañana.

Solo reía nervioso por la situación.

La clase empezó y notaba a Serena ida. Ella suele ser de las más participativas en clase, especial en la de química. Simplemente estaba ahí, sentada, observando su cuaderno. Empuñaba su lápiz, pero no escribía. ¿le habría pasado algo malo?

Serena, juro que resolveré esto pronto.

"Y cuando más creía en ti, en tus acciones hacia mí, llegas y me tiras como si no fuera nada"

Aquí reportándome desde las calientes tierras mexicanas. ¿Qué tal les va con el calor en donde viven? Jajaja y justo el capítulo se desarrolla en un ambiente frio. ¿Se esperaban que Serena se enterara de esa forma?

Me ha costado un buen sacar este capítulo, sabran por la descripción que está basada en hechos reales... y plasmar los sentimientos reales me ha costado. (casi lloró escribiéndolo)

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Nos leemos luego

Best Friends -Ash-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora