XII. ¿Qué?

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Siento mucho si alguien se siente ofendidao por el contenido aquí expuesto.

Advertencia: les dije que habría celos.

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La reunión había terminado por un breve momento, para que los países se relajaran mientras comían. Unos salían mientras que otros se quedaban, como el mexicano que aprovechó el tiempo para dormir un poco, negando a sus hermanos latinos la invitación a comer, al igual que a un rubio hiperactivo que reprochó, pero el hambre le ganaba. Estando casi a solas se sumergió durante unos minutos en su asiento, escondiendo su cabeza entre sus brazos y recostandose en la mesa, no fue mucho el tiempo que intentó dormir, su cabeza le estuvo matando desde hace tiempo y ciertas partes igual, al menos ya tenía hambre. Cuando iba a levantar la cabeza un rostro conocido lo sorprendió.

--- привет Мексика (privet Meksika) -- saludó con su típica sonrisa.

--- ¿qué hay Rusia? ¿no estaba afuera? -- preguntó por verlo ahí a un lado de él.

--- miré que Meksika no había salido, me pregunté ¿por qué?

--- no es nada, simple jaqueca, quería descansar un poco de todo el ruido--. Se levantó lentamente de la silla, la diferencia de estatura era aún más notoria cuando estaban lado a lado (jodido sea el danonino que no ayuda), sentado o parado tenía que levantar la cabeza.
--- pero ya tengo hambre, traje comida para hoy, si gusta le puedo compartir.

--- creía que sólo compartias con el gordo capitalista, por cierto no soy tan viejo Meksika, da-- dijo sin quitar su sonrisa de siempre, aunque en el fondo le gustaba que el moreno fuera así con él y no le temiera.

--- perdón, es la costumbre. A él le gustan más las hamburguesas, cuando le invito sólo se toma mi agüita de jamaica--. En su voz se oía un tanto de reclamo hacia esa persona---. Andele, no sea malo, son tortas y no es por presumir, pero no me salen nada mal.

Le guiño un ojo, sacó debajo de su silla una lonchera y se la mostró, el ruso le cedió el paso, lo que significaba un sí. Ambos salieron de la sala de juntas, caminaron un corto tramo encontrando una banca, lavaron sus manos, se sentaron y se dispusieron a comer. Alejandro le tendió el contenedor para que tomará una torta, el mas alto la cogió y dio un bocado, Meksika no mentía, sabía bastante bien. El de ojos rubíes sonrió por la cara complacida de su acompañante, no espero para que él también comenzará a comer.

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Al terminar su última hamburguesa y beber toda su malteada, se levantó de golpe con una sonrisa de felicidad, se despidió de su hermano (que lo miró apenas), mientras se disponía a volver a la sala de juntas. Le gustaba llegar antes que los demás. Caminaba campante quitando la envoltura de su chocolate, estaba dispuesto a comerlo cuando lo dejo caer, se quedó estático mirando en una sola dirección. 《Genial》pensó, primero Iggy y ahora el ruso satánico, que seguía, ¿Francia? ¿China?
Definitivamente tenía que hacer algo -¡espera! ¡Esa era SU agüita de jamaica! ¿No se suponía que su Ale estaba dormido? What the hell?
Con paso decidido se fue acercando poco a poco, estaba por alcanzarlos cuando Alemania avisó que la junta comenzaría, muy bien, esperaría.

Todos los países llegaron de nueva cuenta a aquel gran salón, se sentaron en sus respectivos lugares y el siguiente en hablar paso al frente. Duraron así varias horas, en todo ese tiempo; el relajo, los gritos, insultos en varios idiomas, como cosas volando y por alguna razón un rayo láser, lo mismo que en el primer tiempo de junta, se escuchaban en las cuatro paredes.
Alemania, como siempre, intentaba calmar a todos con gritos que nadie prestaba atención.

Un mexicano hablaba animadamente con un ruso, diciendo algo sobre que para la otra él le invitaría la comida. Mientras que dos pares de ojos miraban a los dos con un rastro de celos, por un lado, el estadounidense estaba pendiente de la pelea de Francia con Reino Unido y de la charla que no podía escuchar entre su esposo y su no amigo, por otro lado Bielorrusia miraba de mala gana al mexicano.

Cuando la junto se dio por finalizado, el remolino de países terminó, cada uno fue saliendo, unos iban en grupo, otros en pares, otras tantos en solitario. Alejandro se despidió de sus hermanos latinos añadiendo que se verían en la próxima junta de países americanos, ellos siempre se preguntarán que hacía México después de cada reunión, pero la curiosidad no era tan grande como para dejar sus obligaciones en sus casas. Se despidió de igual manera de Rusia, a este lo invito a su casa, Iván le contestó que avisaría su llegada.

Se quedó durante cinco minutos más después de que todos salieran, ya que estaba guardando sus pertenencias en un morral que siempre llevaba y también para esperar a cierto gringo. Se echó el morral al hombro, sintió el tacto de otra mano en su espalda que fue descendiendo hasta llegar a su mano, lentamente fue volteando su cuerpo. Sus ojos se toparon con dos zafiros que lo miraban de arriba a bajo.

--- ¿por qué tan analítico? -- preguntó, subiendo sus manos alrededor del cuello del rubio.

--- qué estuvieron hablando tú y Russia?

--- que directo... eh, de comida, ¿por qué la pregunta?

--- for nada.

--- ay güerito, siempre tan mal pensado. Acaso ¿esos celos te hacen daño?, ¿te enloquecen?

--- wait eso no es de una cancion? -- los labios del moreno robaron un beso fugaz del contrario--- eso no te salvará, se necesitará de más para tu libertad.

--- jejeje alguien se puso difícil, pero que crees, me gustan los retos-- rió de manera divertida, bajó un brazo del cuello de Alfred y masajeo la espalda de éste, con su brazo aún en el cuello jalo la cabeza hasta topar sus labios. Jones no se resistió, continuó el beso empezado por Alejandro, sus manos descendieron hasta la cintura del moreno sujetandolo fuertemente.
Los dos sabían que estaba mal estar así de juntos en aquel salón donde cualquiera podría entrar, algún guardia ó hasta el que organizó la reunión podría verlos, arruinando así el secreto de su unión, pero en ése momento era lo de menos.

Con lentitud se alejaron, se apreciaron y tomados de las manos, fueron a la salida, todo era felicidad de nuevo.

--- un momento, le diste a Russia mi agüita de jamaica-- paró de repente, volteando su mirada disgustada a su cónyuge.

--- no seas infantil y maleducado, aprende a compartir-- la mirada de su esposo no cambió---. Le invite a comer, obvio también le invite la bebida.

--- but it was mine-- reprochó.

--- no seas mamón güey, mira-- cogió su morral entre sus manos y lo abrió sacando un bote con agua--- aquí tengo un poco, si el problema era el agua sólo lo hubieras dicho.

--- es tu bote?

--- sí claro, el otro fue el que le di a Iván-- el estadounidense frunció el ceño por la familiaridad con la que dijo el nombre del ruso, abrió el bote en sus manos y lo llevo a su boca, bebió el contenido.
--- ¿o este era mío y el de él fue el que estas bebiendo? ¿Cómo se le llama a eso? ¿beso indirecto? -- escupió todo.
--- ¡no me lo eches a mí carajo!

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Un nuevo capítulo a su servicio.
No sé si ya lo había comentado, pero sí, la relación que mantienen no la sabe nadie además de España, UK, Texas, Chiapas y Guatemala, también chelita.
Era hora de leer un poco de celos, quizá en el próximo capítulo sea el turno de México nJn 0J0.
Siento las faltas de ortografía, el mal uso del inglés y todo.
Espero y les haya gustado el dibujo ;v

Él es México, mi esposa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora