Capitulo 54: "No me dejes ir"

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Narra Camus:

Lo admito, estoy muy nervioso, pero, también emocionado. Mi corazón late como loco, mi respiración se acelera. No puedo evitar ruborizarme al ver a mi amado escorpión. Se ve muy bien... - ¿ Tu de nuevo?- Exclamo con molestia. Es hora de aplicar la primera opción. - Escucha, te demostrare que yo soy Camus- Le dije con voz seria y fría. - Uno de tus mayores secretos es de que duermes con un peluche de escorpión- Le dije sin retirar mi vista de sus ojos. En ese instante su rostro mostró asombro. - No entiendo...- Dijo con los ojos abiertos- Yo solo le dije eso a Camus- Dijo con asombro. - Pero, tu pudiste haberlo investigado- Dijo borrando el asombro de su rostro. Era momento de aplicar la segunda opción. En ese instante mire a Milo con arrogancia. - Bien, Milo de escorpio , te reto a un combate- Le dije en tono autoritario. El solo sonrió. - Acepto- Dijo sin borrar la sonrisa de su hermoso rostro. Me puse en posición de combate y empezamos. Le tire una patada en el rostro, el la esquivo con facilidad. Me lanzo un puño al rostro, lo detuve con mi mano. Sonreí, el también lo hizo. De repente me lanzo una patada en el abdomen... De verdad fue muy fuerte, me saco el aire. Con trabajo me incorpore. Escupí un poco de sangre. Milo, con preocupación pregunto si me encontraba bien, asentí. En ese instante le di una patada en el rostro, luego, en la espalda. Milo se incorporo rápidamente. - Vaya, eres buena- Dijo mientras se sacudía la tierra de la ropa, yo hice lo mismo. - Ahora- Dije en tono de anuncio- Te mostrare mis técnicas- Dije para detenerlo. Pero, para poder hacer mis técnicas, debía encender mi cosmos. Al hacerlo, Milo me miro con asombro. De sus suaves labios se escapó un leve susurro que decía: "Cam... Eres tu". Al escuchar eso, mi corazón se lleno de felicidad...

 Al escuchar eso, mi corazón se lleno de felicidad

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Narración Normal ( Pus narro yo merengues) :u :

El caballero Milo quedo asombrado, todo ese tiempo estuvo frente a su bello ángel. Mientras, su ángel de hielo apagaba su cosmos. Milo quería de verdad ver a su ángel. Necesitaba hablar con el: no estaba seguro de retomar su relación. Con paso lento, el guardián de Acuario se dirijo a su amado. Le dedico una cálida sonrisa. El escorpión también le correspondió, pero, en el fondo del corazón sabía que debía hablar con su ángel sobre eso. El guardián de la octava casa empezó a hablar: "Escucha, quiero hablar contigo. No estoy seguro de poder retomar la relación, siento que ambos nos estamos forzando. Sabes, hay una frase que dice si lo amas déjalo ir, y, supongo que esta en lo cierto. Te amo, pero, seria mejor que te deje ir. Solo te estoy forzando a estar conmigo, te haría bien estar con alguien mejor que yo". El guardián de Acuario, al oír esto, sintió un dolor muy grande, las lagrimas llenaron sus ojos y comenzaron a derramarse. " Milo, amor, yo te sigo queriendo, por algo quise terminar con Adam. Porque te amo, y no debes cambiar nada en ti, para mi eres perfecto. Por eso me enamore de ti, de tu manera de ser. Y no me gustaría que cambiaras, no me dejes ir... Te amo". Esto último lo dijo entre sollozos. Milo al ver esto, abrazo a su ángel de hielo. Este, al notar esto, lo miro con una sonrisa y comenzó a acariciar su espalda. Así duraron un buen rato hasta que comenzó a besar los labios del escorpión. Este, al notarlo, rápidamente se separo. Confundido, el guardián de Acuario preguntó por que lo hizo. Este respondió que aún no pasaba la semana. "¿ Porque no mandar al diablo la estúpida semana?". Respondió Camus con una sonrisa. Milo correspondió la sonrisa. Nuevamente comenzaron a besarse. Sus lenguas se encontraban en una batalla infinita. Al separarse, un hilo de saliva aún unía sus labios. Milo miro con una sonrisa a su peliagua. La cargo estilo princesa, se dirijo arriba, abrió la puerta, y recostó suavemente a Camus. Continuaban los besos. Un rato después Milo empezó a bajar el cierre del vestido de su ángel. Poco a poco bajaba el vestido. Una vez que Camus no tenía vestido, empezó a desabrochar la camisa del escorpión...

 Una vez que Camus no tenía vestido, empezó a desabrochar la camisa del escorpión

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Bueno, eso es todo por hoy, si quieres epílogo, vota en este capítulo. No olvides comentar... Nos vemos luego... Su fiel servidora Zafiro se despide, bye ;)

 Su fiel servidora Zafiro se despide, bye ;)

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