Capitulo 2

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Cuando despertó, lo primero que vio fue a su captor de pie frente a él, no lo miraba, toda la atención de él estaba dirigida en la espada que había vista desvainar en el muelle. Tenía en sus manos un trapo y lo pasaba con cuidado por el filo de la espada.

- ¿Ahora los pescados pueden andar en la tierra?

Por primera vez, en ese corto tiempo en el que había despertado, el de peinado con forma de cuernos lo había mirado y hablado.

No contesto y solo se dedicó a guardar silencio. Su mirada viajo por toda la habitación hasta llegar a su bolso que se encontraba a un lado de una puerta. Cuando descubrió que el de cuernos perseguía su mirada, no tardo en contestar la pregunta anterior para despistar un poco su interés en lo que había en el bolso.

-Si me das un poco de vino tal vez te diga.

El pirata lo miro de manera indiferente, aventó el trapo que tenía hacia algún lado de la habitación para después de un movimiento rápido colocar la punta de la espada en el cuello del tritón.

-No sé si ya te hayas dado cuenta de la situación en la que estas... Pero no estás en posición de pedir algo.

Un corte poco profundo fue hecho en su cuello, cercas de aquel punto vital, que, si era cortado, de seguro moriría.

Soltó un quejido por el ardor del corte, para después decir. -Un poco de hospitalidad no sería mala. 

-Solo habla de una vez. - dijo ya harto de la actitud del tritón. Estaba teniendo mucha paciencia con el (cosa que el no tenia y otorgaba a muy pocos), no quería deshacerse de el hasta saber como había conseguido esas piernas.

-No tengo por qué decirte nada.

Esta bien, su paciencia se había ido a la mierda. Se hinco frente a la tina y tomo del pelo al de cuencas para hacerlo quedar de cara a cara con el.  

-Solo dilo, no pierdas nada diciéndolo. - acarició con su mano libre la mejilla del otro y con su otra mano apretó el agarre en los cabellos del tritón. Sonrió al oír y ver las expresiones y quejidos de dolor que hacia. -Si me dices, probablemente te libere y si no me dices, serás vendido y lo seguro es que morirás. 

Ahora era el tritón que sonreía con amabilidad forzada. -Ese "probablemente" no me convence.

Después de decir eso sintió como el agarre en su cabello aumento y como el de cuernos estrellaba su cabeza con la orilla de la bañera, segundos después todo era negro.

Al ver al tritón hundirse inconsciente en la bañera se levanto y ya de pie se le quedo viendo al de aleta, había sido un corto momento el que habían tratado con el y aun así lo llego a estresar como ningún otro. Hasta ahora todas las sirenas y tritones que habían estado en su barco, le decían lo que quería con tan sola unas cuantas palabras de libertad falsa.

Dejo de mirarlo y se encamino hacia la puerta, uno de sus hombres estaba afuera custodiando la puerta para que nadie que no fuera el dueño de esa habitación entrara o saliera. 

-Pronto amanecerá, será bueno que ha nuestro invitado le de un poco de Sol.

Hablo y el hombre no tardo nada en entrar y sacar al tritón de aquella habitación, se quedo de pie viendo como el tipo al que le había ordenado recargaba el cuerpo inconsciente del tritón y lo amarraba al mástil mayor del barco. 

Los primeros rayos de Sol empezaban a iluminar el cuerpo del tritón, en su rostro había rastros de sangre, así como en su pecho y cuello. 

Mientras tanto en las profundidades del mar se encontraba un castaña con aleta de escamas verdes dudando de si entrar a aquel cuarto o esperar a que su amigo cumpliera la promesa y regresara.

Con decisión entro al cuarto y al entrar, lo primero que encontró fue al de cabellos naranjas acomodando su pelo frente a un espejo. -Matt...

-!Edd¡ Regresaron ya. - hablo en cuanto escucho la voz de su amigo, se aparto del espejo y se dirigió a el. - Espero y esta sea la ultima vez que salgan. - tomo al de escamas verdes de los hombros y lo llevo hasta salir de la habitación. 

-Matt... Tom, el...

-¿Ha traído demasiado de esa bebida? No te preocupes, he conseguido un nuevo lugar en donde las pueda guardar, por el momento hay que ir a ayudarlo. Ha de estar tan cargado que de seguro no puede nadar.

 -Matt, atraparon a Tom.

El de escamas moradas, que no había parado de nadar por todo el lugar, se detuvo y los costales que tenia en las manos para ayudar al de cuencas, cayeron lentamente hasta legar al piso y levantar un poco de arena. 





-Se que dije que era para ayer, pero tuve unos problemas que atender y no tuve conexión a internet todo el día, de hecho hasta ahora estoy consiguiendo internet. 

Le deseo un feliz cumpleaños atrasado a Lata_De_Cola, espero y te la hayas pasado bien en tu cumpleaños :D 

Cancelada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora