Capitulo 3

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No fue agradable despertar y tener al sol golpeando directamente contra él. Intentó cubrir sus cuencas del sol con sus manos, pero solo logro llevarlas hasta su pecho y de ahí no pasaron, fue cuando se dio cuenta que se encontraba amarrado con una cuerda a uno de los mástiles del barco, las cuerdas estaban fuertemente sujetadas contra su cuerpo y lastimaban sus brazos, con cada movimiento sentía la fricción de la cuerda contra su piel ahora reseca por el sol y la falta de agua.

Sintió alivio cuando la sombra de alguien dio con él y evitaba que el sol pegara directamente con su cuerpo, pero tan pronto como llego ese alivio se fue al ver al dueño de aquella sombra. 

Frente a él se encontraba el dueño de aquel barco en el que estaba. La sonrisa que este tenia en su rostro solo provocaba cierto miedo en él, nuca había conocido una sonrisa amable que provocara  miedo, tal vez era por que sabía que de aquel hombre nada bueno saldría. -Buenos días escamitas. - Solo frunció el ceño como respuesta, le molestaba aquellos apodos que el pirata le ponía.

Podía oír muy bien como el agua chocaba contra el barco ocasionando pequeñas olas, por unos segundos se perdió en el sonido del agua que estaba a unos pocos metros de él y que aun así le era imposible alcanzarla. El de cabello con forma de cuernos, que pareció notar la distracción del tritón con el sonido del agua del océano, con un movimiento de su mano llamó uno de los piratas bajo su mando, este se acercó con un vaso con agua y se lo entregó. 

Carraspeó su garganta para llamar la atención del tritón, cuando vio que este hacía caso y volvía su vista hacia el, sonrió y levantó el vaso de agua sosteniéndolo con solo dos dedos y moviéndolo, ocasionando que se desbordara un poco de agua.

-¿Sabes cuanto dura una sirena viva fuera del agua? 

La pregunta le sorprendió un poco, pero de algo estaba seguro, y era que los de su especie no podían estar mas de dos horas sin contacto con agua, la deshidratación en su cuerpo les afectaba a tal punto que hasta llegaban a morir. Aseguraba que el pirata no necesitaba una respuesta, lo mas probable es que el mismo haya experimentado con los de su especie para resolver todas las dudas que tenía.

-Media hora sin contacto con el agua, tienen dolores de cabeza, como los de una resaca después de una buena noche, su cuerpo presenta indicios de resequedad. Supongo que con esto tu debes de saber cuanto tiempo llevas fuera de la tina. - Dijo empezando a caminar rodeando el cuerpo del tritón con sus pasos, bajo la atenta mirada del de cuencas bebió del vaso, dejándolo con un poco menos de la mitad de agua.

-Una hora, desorientación, empiezan a perder la razón y ya no logran identificar bien lo que pasa a su alrededor. - No pudo evitar recordar a su hermana, explicándole todas las consecuencias de estar fuera del agua, diciéndole cada detalle de lo que pasaba, lo contaba como si se tratara de un cuento de terror, cosa que lograba meter el suficiente miedo para no querer salir.

-Una hora y media, pierden completamente el conocimiento y su cuerpo sufre de leves espasmos, algunos ni si quieran logran sobrevivir este tiempo. - Esta vez bebió del vaso hasta que quedo una pequeña cantidad de agua en la base del recipiente. 

-Dos horas, mueren. - Se agacho hasta la altura del tritón y le hizo gracia ver como movía desesperado su aleta, seguramente para golpearlo, pero no era posible a tener dicha extremidad amarrada en el suelo con unas cadenas. - ¿Quieres un poco? - Le ofreció, logró ver la desesperación en las facciones del tritón, y con esa hermosa vista (a su parecer) tomó de la poca agua que quedaba, dejando apenas unas cuantas gotas en el vaso. - No se... tal vez podría pedir mas si hablas. 

Negó con su cabeza y se recargó en el mástil, en cuanto hizo eso el pirata se levantó y el Sol volvió a caer sobre el. 

-Solo denle una cubeta de agua cada hora. - Le dio la espalda al de escamas y lo miró por sobre el hombro. -En media hora le toca. - Diciendo esto último, caminó hasta su habitación, en donde una vez ya dentro se encerró.

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