10 motivos para odiar a Kim TaeHyung » KookV

Motivo 4

Es poco ordenado.

¿Saben cuantas veces pisé hamburguesas y porciones de pizza que andaban tiradas por su cuarto?, sinceramente, Tae es un desastre, su habitación en todo lo contrario a la mia, lo único que podía encontrar ordenado en su cuarto eran sus libros de bichos, animales y seres extraterrestres, todo lo demás, a la mierda.
Yo detesto el desorden, ¿ustedes lo detestan?, pues si la respuesta es positiva, seguramente te estoy dando un buen motivo para odiar a Tae.

Esta vez me toca decirles. . .

El porque, Kim TaeHyung, es poco ordenado.

Este chico es poco ordenado por el simple hecho de que le da flojera acomodar su habitación, según él, sabe manejarse muy bien en ella a pesar del desorden, cuando yo, apenas puedo encontrar la cama. A veces, mientras él dormía, yo le ordenaba todo, desde las pilas de ropa sucia hasta el escritorio lleno de porquerías, y cuando Tae despertaba, miraba para todos lados desorientado, como si se encontrara en otro planeta, uno muy limpio y ordenado.

Aunque esta vez, él decidió ayudarme a limpiar.

Si, como leyeron, al gran y desastroso Kim TaeHyung se le dió por arreglar su cuarto.
Estábamos sentados en el piso con un montón de ropa a nuestro al rededor, dos cestos se encontraban a sus costados, en uno poníamos la ropa limpia y en el otro la sucia; luego de llenarlos, él llevaba uno al tacho de ropa sucia mientras que yo sacaba, doblaba y guardaba la ropa del otro.

—¿Cuando te pusiste esto?— le pregunté, sacando unas medias de red blancas.

—Ehh. . .no sé de dónde salió eso— bajó su vista nuevamente para levantar un gran buzo color gris que tenía dibujos de un corazón con cuerpo y labios raros, uno que me regalaron hace unos meses— .Mira, este es el buzo que me prestaste hace un tiempo y yo me olvidé de devolvertelo, ¡Es TaTa!

—Tu buzo favorito y no sé porqué, es muy feo, quedatelo, te lo regalo.

—¿En serio?, ¡Gracias!

Sonreí y seguí revolviendo mí mano entre todo el tumulto de ropas, hasta que sentí algo pequeño con una tela extraña, y como no, lo saqué para ver que era.

Creo que fue una mala idea.

—¿Y esto qué es?— una tanga rosada de lencería se columpiaba en uno de mis dedos, yo observaba a Tae con una ceja alzada, ¿en qué o con quien andaba metido este chico?, Él la tomó y la acercó a su nariz para olfatearla.

Ok, esto es raro.

—Es de mí mamá— soltó luego de estar un rato olfateandola como un perro.

Muy raro.

—¿Acabas de oler la tanga de tu mamá?

—Ehm, ¿Sip?— respondió avergonzado, la arrojó al cesto de ropa sucia y yo no sabía si reírme porque tenía la cara toda roja o sentir asco porque olio una tanga sucia de su madre, ¿qué hacia eso allí?—. No importa, ¿puedes llevar esto al lavadero?.

—Claro— tomé el cesto de ropa sucia y me levanté con cuidado con eso en manos, Tae sonrió de una manera muy bonita -como solo él sabe hacerlo- y siguió con lo suyo.

Caminé de manera torpe entre todo el desorden, intentando no pisar nada, y el hecho de que yo estaba casi tambaleándome porque la ropa obstruia mí vista no ayudada en nada.

—Kookie, ¿En serio puedes con eso?— preguntó, y cuando me gire a verlo pude ver que tenía puesto el buzo que le regalé, me desconcentro muchísimo.

—Por supuesto, Tae, no te preocup-— bueno, se ve que soy un fracaso, porque al instante me tropecé con la punta de la cama, golpeandome el dedo chiquito del pie— ¡Cama de mierda y la puta madre!— chille de dolor y solté el cesto de ropa, el cual cayó en mí otro pie.

Genial, ¿no?

—¡Tu y tú maldito desorden Kim TaeHyung!— maldije en voz alta, sufriendo en el suelo. Él se acercó con los ojos llorosos, yo también estaba llorando.

En conclusión, los dos somos unos pendejos.

—¡Kookie lo siento!, no era mí intención que esto pasara, perdóname por favor— me abrazó y gateo hasta quedar sentado a un lado de mis pies, para empezar a acariciarlos con delicadeza, observándome con los ojitos brillantes y las cejas torcidas en una mueca triste y arrepentida.

—Demonios, está bien, no es tu culpa, no llores— solté un suspiro y solo me deje hacer, sintiendo los masajes en mis pies—. Hmm, ¿podemos seguir ordenando luego?, esto es mucho mejor.

—Claro— contestó amable con su habitual sonrisa cuadrada.

Kim TaeHyung es un desastre, para pocos, el mejor desastre que pudo haber existido en este planeta.