18-Notas

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Efectivamente, cuando baje del avión y cogí mis maletas fuera estaba un hombre apoyado en un taxi con un cartel con mi nombre y el del hotel.

Me acerque a el y el saco una gran sonrisa brillante.

-Hola, encantado-dijo extendido su mano-Me llamo Sebastian y voy a ser su taxista durante un día entero.

-Encantada, yo como ya sabrá soy Leire-digo dándole mi mano y me acerco hacia el-Usted tampoco me dirá quien es¿ verdad?-digo susurrándole.

-No lo siento cosas del trabajo-dijo el hombre riéndose.

Cogió mis maletas y las puso en el maletero mientras yo montaba en la parte delantera del vehículo.

El hotel era un gran edificio marrón que mínimo tenia 20 pisos. Tenia unas gran ventanas y al parecer era de 4 estrellas. La persona que fuera se a tenido que gastar dinero en el.

Bajamos los dos y Sebastian me acompaño hasta recepción con mi maleta.

-¿Que desea?-me dijo un hombre que iba vestido de negro y blanco.

-Venia a por las llaves de la habitación 320.

-Por supuesto señorita-dijo dándome las llaves.-Llamare para que le lleven sus maletas.

-No, muchas gracias las llevo yo-dije con lo que el hombre me miro con sorpresa pero al segundo asintió.

Les di las gracias a Sebastian y al hombre y cogí mi maleta para ir al ascensor.

Entre en la habitación y era enorme. En una parte tenia el salón con baño y la cocina, y en otra había unas escaleras que daban a la habitación.

Subí a la a dejar la maleta y sonó el timbre así que baje a abrir. Quizás seria aquella persona.

-Disculpe las molestia pero tiene un paquete a su nombre-dijo un hombre como el de recepción.

-Muchas gracias-dije antes de cerrar la puerta de una patada.

Corrí hacia el sofá con la caja y la abrí. Había una nota encima que decía:

Espero que te haya gustado la habitación, por si no has mirado por la ventana te digo que deberías asomarte para ver el paisaje. Te doy esto como un regalito de tu cumpleaños adelantado, por cierto pontelos con ese vestido negro que tienes que te hace ser mas bella aun. A las 8 baja con Sebastian.

Abro la caja y no me puedo creer lo que veo. ¡ Son los tacones negros! Estos zapatos me los quería comprar para la fiesta.

Me levanto y voy hacia la ventana, donde me encuentro un paisaje tan precioso que ni se como empezar a describirlo.

Al final se ven unas montañas, no muy cerca se ve la mismísima Torre Eiffel y el resto del paisaje es normal de una ciudad. Nunca había visto un sitio mas bonito.

                        ***

-Espero ver quien es-digo en voz alta cuando me miro en el espejo.

Me he puesto como ponía en la nota el vestido y los tacones negros. También me he hecho un semi recogido como he podido y maquillado.

Bajo abajo donde encuentro a Sebastian esperándome en la entrada del hotel.

-¡Que guapa esta señorita!

-Por favor, llámame Leire. No soy nadie mejor que tu para que me hables así-le digo guiñándole un ojo.

Solo Es El PrincipioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora