¿Ser asexual? No, no podía ser cierto, pero lamentablemente lo era. O quizás no era lamentable, quizás era la respuesta que realmente necesitaba para ser capaz de avanzar en mi vida, tal vez era la pieza del rompecabezas que faltaba. Pero ¿Qué haces con esa pieza que crea una imagen destructiva? Esperen ¿Por qué destructiva? ¿Por qué no puede ser integradora? Millones de dudas surgían en este diálogo interno que tenía en ese minuto mientras me cubría con las sábanas de mi cama, tratando de controlar la respiración para evitar tener una nueva crisis de pánico. Ah, cierto, había olvidado aquello, otro de los tantos defectos que esta Nova tiene en su interior, y créanme que aunque sea el menor de los defectos, si es que en realidad se le puede llamar de esa forma, es de los más terribles ¿O acaso crees que es bello el sentir que estás, de forma literal, muriendo en vida?
Un golpe en la puerta de mi habitación me sacó de aquel estado peligroso en el borde del abismo, lo que me llevó a secar mi sudor de manera rápida y cerrar la laptop a toda velocidad, para luego fingir que me encontraba ordenando el dormitorio a la hora de dejar pasar a, gracias al cielo, mi hermano mayor.
- Veo que llegaste algo más tarde esta vez Tae. - Dijo SeokJin mientras me veía con tranquilidad, observando en detalle los distintos movimientos que hacía a la hora de ordenar, algo bastante esperable considerando recuerdos anteriores - ¿Está todo bien? Digo, revisé el basurero cuando sentí el golpe en la cocina y me di cuenta que habías botado tu cena.
- Oh, eso, no tenía hambre Kim, y no quería que se perdiera la comida, no es algo de lo que debas preocuparte - Hablé sin despegar la vista del piso mientras recogía diversos papeles que había lanzado debido al miedo que tenía el control de mi cuerpo, ahora algo disminuido.
Kim SeokJin, 24 años, mi hermano mayor, de pelo rubio debido a los tantos decolorados que había realizado, ancho de hombros, algo más alto que yo, cuya vida era igual de exitosa que la mía: buenas calificaciones, estrella en un equipo, nacido en cuna de oro. Sin embargo, una diferencia radical era lo que nos separaba, y es que SeokJin no tuvo jamás la presión social de ser exitoso ¿Qué significa esto? Simple, sus calificaciones excelentes se debían a que vivía estudiando para conseguir su objetivo, fue estrella del equipo de volleyball pero de uno que él mismo organizó y creó fuera de la escuela, y aprovechó al máximo los distintos privilegios para entregar a los que menos tenían una oportunidad de triunfar.
Claro, jamás fue popular por el simple hecho de compartir con aquellos que no tenían un buen estatus social e ir en contra de todo lo que se exige hoy en día en la sociedad para ser parte de ella, pero lo hermoso fue que a él jamás le importó, siempre sonreía y se sentía feliz por haber sido capaz de alcanzar su felicidad propia con sus propias reglas, el tuvo la suerte de no caer prisionero en el instituto, de evitarlo a toda costa, y de salir adelante para ser el hombre que siempre quiso ser. Cualquier otro hermano o familiar de alguien como él estaría orgulloso y celebrando todo lo que había conseguido en tan poco tiempo, pero lo único que sentía en mi corazón era envidia y dolor: envidia porque él tuvo todo lo que yo siempre he deseado para mi persona y que cada vez se ve más lejano, y dolor por el hecho de que sin importar cuanto me esforzara jamás sería como Kim.
- ¿Seguro que está todo bien TaeHyung? Sabes que puedes conversar conmigo - Se acercó lentamente y comenzó a ayudar con la recolección de los papeles, algo que me hizo reaccionar de inmediato y quitarle las hojas de sus manos de inmediato.
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• • El Chico Que Quiso Amar• • ||TaeKook||
Fanfic«- No puedo darte lo que necesitas JungKook, sólo sufrirás... - Déjame a mi juzgar eso TaeHyung, y demostrarte cuánto te amo ¿Podrías?» TaeHyung era un chico de diecinueve años que brillaba ser por el epítome de la excelencia en Corea, pero con un p...