Capitulo 8

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Capítulo 8: Lluvia, falta de ropa y visita inesperada.

POV CLARK

Estoy en una cafetería con Jess, nos tomamos los cafés en silencio.
Me pongo a observarla.
Me doy cuenta de que siempre se sienta con las piernas cruzadas.
Y que mueve ligeramente el pie que toca el suelo.
Además me doy cuenta de que su pelo es fino y suave.
Y de que se enrolla constantemente el mismo mechón de pelo.
Lo debe hacer tanto que aunque tiene el pelo completamente liso, ese mechón tiene cierta forma ondulada.

Y de golpe un trueno me saca de mi abstracción.
Y ella da un bote.

-Joder ¿Está lloviendo? -Digo fastidiada.

-No Clark han tirado cubos de agua desde un avión. -Dice alterada.

Río.

-¿Te dan miedo las tormentas? -Digo riendo.

-Si ¿Vale? No hace puta gracia. -Dice cruzando los brazos.

-Chicas -se acerca la camarera- Yo de vosotras me iría a casa.

-¿Por qué? Tenemos clase Amy -Ella sube el volumen del televisor.

- Debido al temporal y a la previsión de inundaciones todos los centros educativos, primarios y secundarios, permanecerán cerrados.

Miro a Jess.

-Dios y estoy sola en casa -Dice nerviosa.

-Jess solo es un poco de agua y ruido.

-¿Y si se me inunda la casa y me quedo atrapada? ¿O si se me va la luz? Oh dios... -Empieza a hiperventilar.

-Jess no te va a pasar nada. -La intento relajar.

-Ven conmigo a casa, por favor. -Me mira con ojos de cachorrito.

-Bueno vale, pero, ¿Y tú madre y tú hermano?

-Aprovechando que mi hermano está enfermo pasarán la noche en casa de mi abuela.

******************************

-Joder estamos empapadas -Dice Jess mirándose.

-Un poco sí -Rio

-Te dejo un pijama mío porque es lo único que te va a ir bien y meto tu ropa en la secadora. -Ríe.

Y de golpe se quita la camiseta delante mía y no puedo evitar mirarla.
Tiene un torso precioso.
Tiene el vientre completo plano y encima de él unos pechos de tamaño más bien grande pero con una forma perfecta.
Me muerdo el labio.
Osea que eso esconde la princesita debajo de esa camiseta ancha despreocupada.
Las hormonas se me están revolucionando.

Se gira y aprovecho el momento.
Me acerca poco a poco y con los nudillos le acaricio los hombros.
Ella se estremece.
Dejo varios besos detrás de las caricias y es ella quien ladea la cabeza dejándome vía libre hacia su cuello.
Le beso el cuello lentamente dejando sin querer una pequeña marca.
Me detengo y ella se da la vuelta.
Nos miramos a los ojos fijamente y le sonrío picara.
Sin esperarlo se lanza encima de mi enredando las piernas en mis caderas.
Empezamos a besarnos desesperadamente.

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