Capitulo 2

47 1 0
                                    

Capitulo 3: Recriminaciones, empujones y gente nueva

No, no y no.
No puede ser.
No quiero ir a clase.
Me niego.
Pero, como era de esperar, ninguna de mis pésimas excusas le ha servido a mi madre para dejarme no ir a clase.
Y ahora estoy delante de una pizarra de imanes buscando que aula me toca.

Jessica Jason, F13 (Gabriel Nath)

Genial, tengo de tutor al profesor de matemáticas.
Me dirijo hacía allí cuando una chica pelirroja y alocada me interrumpe:

-Eh tía no has respondido a mis mensajes en todo el finde, ni si quiera a mis llamadas. -Me recrimina Anaís, medio jadeando, ya que como de costumbre habrá llegado tarde.

-No he tocado el teléfono, ni sábado ni domingo. -Le respondo algo seca.

-Jo nena, tuve que ir a la fiesta de Marcos sola, no pude pasármelo bien ya que tenia que conducir yo. Fue un rollo.

-Es cierto, no recordaba que tú no te lo pasas bien si no estás borracha. -Digo algo molesta.

Ella se límita a rodar los ojos y a cambiar de tema.

-¿Que clase te ha tocado? -Me dice sin darle importancia a mi cara de "otra palabra más y hago un columpio con tus tripas"

-No vamos juntas. -Digo entre dientes y subo las escaleras dejándola abajo.

Me ha molestado.
Me ha jodido mucho que me eche en cara que no le contesté a unos mensajes que solo me pedían que volviese a ser su carabina.
Y cuando le digo el porque no contesté, no me pregunta ni la razón de ello.
Anaís a cambiado mucho desde que se apuntó al grupo de animadoras y nuestra amistad prende de un hilo.

¡AU!
Caigo al suelo de culo.
Alzo un poco la vista y veo unas piernas con unos calcetines altos y unos pantalones anchos por las rodillas.
Pero este tío que...

-¡Ostias tía! No te había visto, lo siento. -Dice.

Miro hacia arriba y veo una chica rubia con el pelo recogido en un moño poco estructurado dejando unos mechones fuera de él. Tiene unos preciosos pero penetrantes ojos grises. Se está rascando la nuca, la cual segundos más tarde me doy cuenta de que la lleva rapada.
Va vestida con un pantalón de chándal negro, unos calcetines blancos casi hasta las rodillas combinados con unas vans azul marino y una camiseta blanca ancha.

Me estira la mano para ayudar a levantarme y la acepto.

-No pasa nada, supongo.

-De verdad que lo siento mucho, es que llevo 10 minutos buscando la clase F13 y soy nueva de este año y donde esta esa mierda de cl...

-Yo también tengo esa clase. -La interrumpo.

Algo se ilumina en su cara e inesperadamente me abraza.

-¡Oh dios! Eres mi jodida salvación.

Yo me limito a quedarme quieta y ella se separa.

-L-lo siento. - Dice más incómoda aún- Ya veo que lo de el contacto físico no te va - Me da un golpe afectuoso en el brazo.

Le hago un gesto con la cabeza para que me siga.

Al entrar en clase suspiro. Aún no ha llegado el profesor.
Me siento en primera fila. La chica de antes se sienta el la fila de detrás 3 asientos a la derecha.
Siento cierta lástima por ella, yo hace 4 años también supe lo que es ser nueva en un sitio donde no conoces a nadie, y más siendo yo, que soy la persona más antisocial de Atlanta.

-Buenos días chicos. -Dice el profesor y empieza a darnos la información inútil y estúpida de cada año por lo que desconecto.

Suena el timbre.
Lo odio.
Como todo en este instituto.
Bueno, menos la cafetería, hacen unos cruasanes geniales.
Pero no, no veo la necesidad de torturar nuestros oídos de esta manera.
Cuando ya estoy fuera de clase, una mano se pone en mi hombro.
Me giro y :

-Jess joder lo siento mucho.
Anaís me mira con pena

Suspiro y le sonrío.

-Anda vamos, que como me quede sin cruasan, vas a estar pagándomelos tú durante dos semanas enteritas. -Digo riendo para quitarle hierro al asunto.

Al entrar a la cafetería no puedo evitar posar mis ojos en ella.
La chica de antes.
Está en una mesa, sola.
Se come un bocadillo de algo... ¿verde?

-Mundo llamando a Jess- Ana chasquea sus dedos en mis narices haciendome volver a la realidad- ¿A que tío buenorro miras?

Retiro la vista antes de que pueda darse cuenta y dejo las monedas en su mano.

-Comprame tú el almuerzo, porfa. Necesito sentarme.

Rueda los ojos y se dirige a la barra.

Tomo aire (y valor a su vez) y me siento a su lado.
Me mira y sonríe.

-Hola chica que he tirado al suelo hace una hora. -Muerde su bocata verde.

-¿Qué es eso?- Pregunto ignorando su saludo.

-¿El bocata? - Dice con la boca llena- Aguacate.

¿Aguacate? ¿Quien narices se hace bocadillos de aguacate?
Ríe, supongo que ante mi cara de extrañeza.

-Cuando eres vegetariana es difícil hacerse bocadillos ¿sabes?

Rio un poco.

-Estás sola. -Digo

-Bueno, ya no. -Me mira a los ojos.

Oh no, es de esas personas.
De las que cuando te hablan te penetran con la mirada.

Ni Un Minuto MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora