2

477 30 0
                                    

El portero conducía como aquellos conductores de fórmula 1.

Narra Kate

Cuando llegué a casa de Hede me encontré lo que tanto temor tenía de encontrarme.
Se lo hemos advertido todos pero ella ni caso.

Comienzo a pensar que la tiene amenazada con algo que no sé.

Llegamos a la puerta de urgencias y el portero frenó en seco, cosa que hizo que nos sujetáramos a lo primero que pillamos en el coche.

Entramos por la puerta y una celadora se nos acerca con una silla de ruedas, para que  Hede se sentara y se la llevaran  para adentro.

Portero: Soy Scott, me llaman para lo que quieran, siempre voy a estar a vuestra disposición, si la policía necesita algún dato sobre Aron no duden en llamar.

Kate: Encantada soy Kate, gracias por su rapidez las multas las pagaré yo.

Scott: No como cree, las pago yo.

Kate: Ni loca, ni para ti ni para mi, a medias.

Scott: Pues a medias.

Kate: Bueno debo irme, seguro que me esta buscando

Horas más tarde, Hede se encontraba ya en una habitación, acto que me permitió ir a tomar un poco el aire.

Contesté varios mensajes e investigue un poco sobre esta situación.
Primer paso a seguir, denunciar.
Segundo, ir a un psicólogo ayudará mucho en su bienestar.

Quise ingresar a la habitación pero una celadora me lo impidió.

Celadora: Lo siento señorita pero la paciencia no puede recibir visitas en estos momentos.

Kate: Soy su amiga, fui quien la trajo.

Celadora: Sí, lo sé. La recuerdo, pero en estos momentos tengo órdenes de no dejar pasar a nadie. No debería dar detalles pero la paciente está grave.

Kate: Pero si hace media hora que sólo tenía leves contusiones del abuso.

Celadora: Aquí entre tú y yo, parece que la pareja de esta la ha encontrado y se lo ha echo pagar por venir ya que sabe que el hospital hará la denuncia.

Kate: Mierda ese bastardo me las pagará.

Dra Fernández: Hola, buenas tardes soy la doctora Fernández, me encargaré del caso de su amiga.
Tengo nuevas noticias sobre su estado.
Al entrar como ya sabe estaba en un estado de shock emocional, como ya le comentó el otro doctor.
Pero en estos momentos está grave.
La señorita Guzmán está en estado de coma, la persona que entró justo después de salir usted, le dio tal paliza que al caer se golpeó contra la silla y seguidamente cayó al suelo.
Por las heridas y las ahora rojeces, parece que tal persona le estuvo golpeando sin descanso hasta que escuchó el sonido de varias costillas romperse.
Causándole un neumotórax, es decir, una de las costillas rotas le ha perforado el pulmón por lo que hemos tenido que ponerle un tubo de drenaje.

Mierda como lo encuentre lo mato. 

La policía llegó poco después y me interrogó como era de esperarse. Pidió que si sabíamos algo que no dudáramos en llamarles.

Narra Hede

Kate se fue a tomar un poco el aire, la entendía. A mí tampoco me gustaban. No pasaron ni dos minutos cuando la puerta de la habitación se abrió de vuelta.

Aron: Vaya mira que tenemos aquí ¿Te lo estás pasando bien?

Era él, sin haberlo mirado sabía que era él.

Hede: Sal...

Aron: Haber llamado a esa puta te va a costar caro.

Y sin más me sacó de aquella cama. Me empotró contra la pared de enfrente quedando por unos segundos sin oxígeno por la fuerza que empleó.

Un golpe en la cara, dos rodillazos en el tórax acción que me hacía doblarme del dolor. El siguiente golpe fue a parar mi cabeza, fue un cabezazo de los buenos, de esos que te parten una ceja. El próximo fue un empujón, el cual hizo que cayera al suelo. Y ahí comenzaron las patadas. Cara, estómago, laterales...

No Puedo...Tengo Miedo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora