Melissa es una niña de 15 años, mide 1.60, tiene el cabello castaño claro y vive en Irlanda…
Melissa POV:
-Si Mike……claro que no te voy a dejar solo… dios! Ven a buscarme y nos vamos juntos……ok te espero.
Esta fue la llamada con mi mejor amigo Mike, él está muy preocupado por mí y eso me está empezando a asustar. Luego de esa irritante llamada, bajé a la cocina.
Ah! Se me olvidaba contarles, vivo con mi hermana y su novio, Luke, ya que es la única de mis hermanos que se preocupa más por mí y me entiende. Mis otros dos hermanos: Luca y Cristian, viven solo a dos cuadras, eso quiere decir, que cuando me peleo con mi hermana, no me quiero quedar sola en mi casa o tan sólo necesito un poco de mis hermanos mayores; todos saben que en la casa de uno de ellos voy a estar.
Volviendo a la historia, llegué a la cocina y mi hermana ya había preparado el desayuno, tomé asiento, pero lo que más me sorprendió era que me dejó una nota al lado de mi plato que decía:
Hermanis! Perdóname… no voy poder estar en tu primer día de escuela con vos… mi jefe me llamó, es muy urgente. Nos vemos en la cena…te amoo
ALI
P.D: Luke está en casa… fíjate si te puede llevar, si es lo que querés.
A esto me refería señoras y señores, esto es ser una hermana. Ustedes pensarán ¿Melissa, te volviste loca? ¿Ser una hermana es dejar a su pequeña hermanita el primer día de clases? ¿Y con su novio?
Para que me comprendan: Mi hermana me da más libertad que cualquier otro padre desesperado por llevar a su hijo a clases y que este todo perfecto y, aunque, obviamente mi hermana se preocupa por mí sabe que tengo 15 años y no soy una pequeña. Ella trabaja para mantenerme, al igual que su novio, los dos se desviven porque tenga una vida como todas y por último, yo adoro al novio de Ali, él me trata como su familia, y como dije antes él se preocupa por mí, a comparación con cualquier novio que mi hermana tuvo.
-¡Tan temprano y ya en tu mundo!- dijo entrando a la cocina, ya vestido.
-Por dios… para la próxima, un “hola Meli, ¿Cómo amaneciste?” estaría perfecto- dije con una mano en el corazón, ya que me había asustado.
-El problema, pequeña, es que te lo dije…-espetó con una sonrisa- pero como no me contestaste y mirabas el papelito que tienes en tu mano…una pequeña broma, me dejó llevar…
-ok, desgraciadamente, te creo… Peeero…. Queridísimo Luke- no pude terminar mi frase, ya que me interrumpió.
-¿qué necesitas Meli?...-
-Te iba a decir que Mike me venía a buscar y que ya me voy a la escuela… pero ya que lo dices…-dije riendo.
- Meli… no juegues con mis palabras… y ahora ve afuera, porque conozco el humor de tu amigo el primer día de clases y no lo quiero ver cabreado porque no sales de la casa…-dijo antes de plantar un beso en mi frente y decir- Que tengas un buen día peque y lleva tus llaves porque voy a trabajar hasta tarde y después voy a pasar por Ali al trabajo…
-Entonces ¿tengo la casa para mí sola?-
-Exactamente como lo dijiste: para vos SOLA, ahora, vete a la escuela…
-ok… ya me voy…-dije haciendo puchero.
Agarré mi celular, mis llaves, mi mochila y salí de la casa. Como todos los años, Mike me esperaba en la esquina de mi casa.
Al llegar a nuestro punto de encuentro, él no había llegado, saqué mis auriculares y me puse a escuchar música, pero antes que pudiera empezar a escuchar i knew you were trouble de Taylor Swift, una persona en una bicicleta me llevó por delante, lo cual hizo que callera, mi mochila se abra… parece que el primer día de clases estaba jugando en mi contra.
-¡Que haces en medio de la acera! ¿Estas ciega o qué?-¿perdón? Este desconocido, imbécil que me llevo por delante ¿me estaba llamando CIEGA?
-Primero: gracias por ayudarme a levantarme- nótese mi sarcasmo-segundo: ¿vos estas ciego?-dije gritándole- tercero: será mejor que te alejes a menos que quieras quedarte sin posibilidad de tener hijos-volví a gritar.
-Perdóname…me he levantado con un humor de perros hoy, no tengo ninguna razón por la cual enojarme con vos- dijo cabizbajo.
-yo también, no te preocupes- dije levantando las cosas de mi mochila.
Pero en cuanto me di vuelta para preguntarle el nombre a ese chico, el susodicho estaba pálido mirándome, como su tuviera algo raro.
-¿qué pasa? Estás pálido- dije incorporándome cerca de él.
-t-tu ca-beza- dijo horrorizado.
Acto seguido me toco la cabeza, puedo notar que está sangrando y yo que decía que mi día no podía empeorar…
-¿A qué hora entras a clase?- preguntó- ah! Y me llamo Bradley, pero dime Brad.
-Como en media hora… y yo me llamo Melissa, pero decime Meli-intenté sonreír para calmarlo, pero en cuanto termine de decir mi nombre, se acercó hacia mí y me dijo:
- ¿Vas a Sherwood?-asentí con la cabeza- ok…no muevas mucho la cabeza, ¿Quieres que te acompañe a tu casa? Así te curas y vemos si vas a la escuela, y nos vamos juntos ¿querés?-
-Sí, igual, seguro tienes a tus amigos esperándote…no quiero ser una molestia-dije esperando un: ¿Sabes qué? Mejor me voy de su parte, como es con todos, pero me sorprendió diciendo.
-Que se mueran…enserio quiero acompañarte, pareces una buena chica, además de lo linda-dijo mientras me seguía a mi cercana casa y sentía como mis mejillas ardían de vergüenza.
