Yes, my lady ×Sebastian Michaelis×[editando]

11.-Ese mayordomo, me pone de nervios

Entraba en mi quinto ataque de histeria en el día, ya no soportaría un susto más, golpeé con el codo el estomago de mi amiga y la aparté de mi cuerpo.

- ¡Alice! – mis manos en el pecho y un grito sorprendido, juré estar a nada de degollar a mi amiga. Me di la vuelta y vi a mi amiga encogida en el piso, siendo atendida por otros cuatro idiotas, los cuales se autodenominaban mis amigos. – Demonios... me asustabas un poco mas y juro que me tendrían que llevar a la policía como una homicida.

- Mis costillitas...- un gemido adolorido salió de la boca de mi amiga y Alex, ayudó a levantar a Alice. – eres muy paranoica, bájales a tus defensas.

- ¿Qué hacen acá? – mi voz sonaba un poco molesta, y es que era obvio, interrumpieron mi excelente plan. Chasqueé mi lengua al pensar ¿Por qué Sebastian no me contó sobre su llegada?

- Vinimos a verte, toda la escuela está hablando de tu accidente. Queríamos verte antes que empezaran las clases – Eric comentaba sin tapujos y de un golpe por parte de Alice, se calló al instante.

- Yo quería ver a tu niñera sexy. – la voz de Jack sonó emocionada. Otro sonido seco de la palma de Alice, golpeando el hombro del alto chico

- No es su niñera, es su mayordomo. Pero Alice no exageraba al decir que era sexy, hasta me sentí dudoso de ser heterosexual. – una mala broma por parte de Chris, una vez más Alice golpeaba a otra persona. Ahora una duda empezaba a generarse en mí, ¿Alice había comenzado a generar un tic nervioso agresivo y yo no estaba ahí todos los días para presenciarlo?

- ¡son unos chismosos! – vociferó mi amiga, su rostro se dirigía a mi con miedo. Era un hecho, cargos homicidas caerían en mí por culpa de mi amiga.

- ¿Señorita? -el inoportuno Sebastian aparecía dándome un brinco de muerte, lamenté su cortesía, lamente realmente, y vuelvo a repetir mis palabras, su cortesía al referirse a mí

- Ahora que pasó...

Luego de que Sebastian de forma atenta nos llevase a la sala de estar y nos trajiese a todos una taza de té, la habitación quedo en un sumo silencio. Dejé mi taza de té en su platillo correspondiente, crucé mi pierna y observé como todos tenían una mezcla de sentimientos que hasta a mí me confundía. Jack, estaba completamente emocionado, al parecer en su larga vida de chico británico, nunca había disfrutado un té tan delicioso como el que Sebastian nos habia servido; Alice por su parte, fingía demencia mientras evitaba mi mirada a toda costa, observaba sus uñas como si fuese la octava maravilla del mundo. Alex, Chris y Eric, en definitiva no tenían cerebro, estos reian, saboreaban y veían la decoración de la casa con completa indiferencia al tenso ambiente que habían generado todos. Suspiré, cansada, rasqué mi parpado superior en un ademan que aclaraba mas mi molestia. ¿realmente estaba rodeada por chicos de mi edad? Esto me recordaba mucho a cuando tuve mi primer novio y llegando a Inglaterra, todo el mundo lo sabía; la clara diferencia entre aquello y la situación de ahora, es que teníamos todos trece años de edad, ahora habían pasado mas de 5 años y casi todos seguían igual, exceptuando la barba de Chris, ese chico era papa Noel.

Carraspeé, llamando la atención de todos. – entonces, ¿Quién hablará primero? – mi voz sonaba molesta y exhausta, tal como estaba. Miré a cada uno y devolví mi mirada a Eric, carne débil. El pobre chico sudaba, intentaba secar sus manos en su rasgado pantalón de mezclilla, y es que le daba toda la razón, tenía mi mirada y la de Alice encima. Alice, por mas superficial, ignorante por gusto e inocente que fuese, sabía muy bien quien podría soltar el chisme - ¿Eric? ¿tienes algo que decir?

- Y-yo, no sé de que hablas... - volvió a mirar a alice, me miró luego a mí. Enarqué una ceja y el bajó su mirada, tomando nuevamente la taza de té y ahogándose prácticamente con el liquido.