Capitulo 3.

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Apenas teniamos 10 minutos en el coche y sentia que en cualquier momento iba a hacer algo estupido para arruinarlo, respire hondo y trate de romper el incomodo silencio y no de la manera mas agradable.

-Y... ¿que tal tus alergias?-. El habia faltado a clases durante los ultimos 3 dias por que tenia alergia a las aceitunas ¿Quien era alergico a la aceitunas? 

-¿Mis alergias? Vaya alejandra tu probablemnete harias hablar a los muertos con tus temas de conversacion tan interesantes.

-Dejalo en paz ya y mejor conduce ¿Cuanto falta para llegar?-. Me senti sumamente incomoda ya que esta nerviosa lo cual era logico.., aunque aun no hayaba por que me sentia asi con el.

-Falta poco ya, tranquilizate estando conmigo nada te pasara.

Me quede helada en mi asiento, esas palabras habian hecho que algo se agitara en mi pecho un calor calido que dio la bienvenida a una sonrisa que no quise que viera a asi que gire bruscamente hacia la ventana.

En cuanto llegamos corrio al rededor del coche para abrirme la puerta y me tendio su mano para bajar del auto, la acepte y en cuanto senti el roce de nuestros dedos habia algo importante ahi y pude sentirlo, caminamos de la mano durante todo el trayecto hasta la entrada, realmente estaba nerviosa e incluso me empezaban a sudar las manos ¡Ahora no! por favor. Inmediatamente identifique a Luisa, ella verdaderamente iba deslumbrante con un vestido rojo que hacia resaltar todas sus hermosas curvas y llevaba un moño alto donde le caian pequeños mechones de cabello.

-Misael, que guapo bienvenidos los dos, pero por favor pasen.

Esperen un momento ¿ella estaba siendo amable conmigo?, sin duda no, ella nunca lo era menos con la mas tonta del salon.

-Denada Luisa por cierto feliz cumpleaños.

Misael se acerco a abrazarla y en ese instante juro por dios que queria apartarlos de un tiron, pero inmediatamente se separaron y me invadio una tranquilidad infinita. Mejor.

-Bueno, bueno, que tenemos aqui, tu nueva conquista Misael...- ¿quee? ¿como que no me reconocio?, le di un apreton a Misael por la costilla para que se callara pero obviamente no lo hizo.

-No, no, no para nada. Es Alejandra-. Si genial ya lo habia arruinado el solito. -¿Verdad que luce genial?-. Bueno eso lo mejoro todo.

-Oh, Alejandra te ves fabulosa, mirate cuanto cambiaste-. No podia creerlo Luisa haciendome un cumplido, genial esta noche iba a ser fenomenal.

-Gracias Luisa, tu no luces nada mal. Feliz cumpleaños-. solo le di un abrazo rapido

-Gracias, pero por favor diviertanse-. Se alejo de nosotros rapidamente y enseguida me apresure a caminar unos cuantos pasos hacia Misael para pegarle en el hombro.

-¡Auch! ¿Que fue eso?-. Si no se lo habia esperado.

-¿Que fue eso de "¿verdad que luce genial?"

-Solo quise ser amable. Contigo nada se puede Alejandra, mejor ven vamos a comer me muero de habre.

Estuvimos ahi un rato charlando con nuestros compañeros de mesa, Misael no paraba de compartir sus chistes que casualmente todos los encontraban divertidos, hasta yo. Estaba muy entretenida mirando como los demas bailaban en la pista asta que cambiaron el ritmo, muchas parejas inmediatamente sacaron a sus novias o amigas no se, hasta que en mi campo de vision vi una mano al levantar la mirada me senti avergonzada, exacto no era Misael, era mi compañero de la clase de Matematicas Leonardo.

-¿Te gustaria bailar conmigo?-. dijo muy sonriente, observe a Misael y estaba muy risueño con Ximena, trate de no darle mucha importancia.

-Si claro-. Conteste al instante, realmente no sabia bailar pero Leonardo se movia tan despacio que practicamente no nos moviamos. Si te gustaban los chicos romanticos, detallistas, cursis, cariñosos y amables, el era el indicado. Aun no comprendia por que me habia sacado a bailar a mi.

-Hoy luces muy bonita Alejandra-. Susurro muy cerca de mi oido 

-Gracias, tu no luces nada mal... ¿que tal la escuela?-. Era lo unico logico que pude formular ya que solo veia que Misael se acercaba demasiado a Ximena. Estupido arrogante.

-¿La escuela? Hmm.. bien dentro de lo que cabe. ¿Con quien veniste a la fiesta?-. Note que su mano bajaba asta situarse en la parte baja de mi espalda ¿era normal no?

-Con Misael.

-Bueno parece que tu cita se divierte bastante dejandote sola-. Inmediatamente me senti tan incomoda que quise salir corriendo de ahi. Trate de no darle importancia.

-El solo iba a traerme.

-Si, seguro-. Iba a responderle pero note que su mano bajaba aun mas asta situarse en mi cintura aun mas abajo. Eso ya estaba completamente mal. 

-Disculpa, tengo que ir al tocador-. Me aleje lo mas rapido posible, afortunadamente no hizo el intento de retenerme. Mi mirada fue directo a mi mesa, si peor momento no pude elegir ya que Ximena le hechaba los brazos al cuello y le estaba besando, pense que habia sido forzado pero Misael no hizo ningun intento de apartarla. Mis ojos amenazaban con llorar y salir corriendo de ahi hacia el baño.

-Vamos Alejandra, tranquilizate. ¿Que te pasa? Solo se estaban besando-. Me lo repeti mil veces pero sabia perfectamente que eso habia sido lo peor. Le mande un mensaje de texto a Lizeth inmediatamente.

*Liz ¿estas despierta aun?*

Me respondio de inmediato.

*Si, cuentamelo todo.*

*Si, lo hare. Voy para haya esperame.*

*¿Queeee? ¿Como? Si aun es temprano*

*Dije voy para haya.*

Apague el movil no sin antes ver la hora. Eran las 2:14 am. Si claro, temprano. No para mi.

Ahora el verdadero problema era como irme, no iba a interrumpir a labios felices con su conquista. Mejor tomo un taxi. Si, mejor. 

Sali del baño a toda prisa, no quise ver que hacia el Idiota asi que camine de frente. Me despedi de Luisa ya que habia sido muy amable conmigo. Llegue a la calle ancha y pare a un taxi. Yo era una chica que leia mucho, y en todos esos libros los chicos llegaban para retener a la chica y disculparse con ella. Bien, esto no era un libro ni mucho menos una historia. Misael no se dio cuenta que me habia ido.

Al llegar a mi casa Lizeth estaba afuera, no podia mas tenia que decirle a alguien todo lo que habia pasado. Corri para abrazarla y por fin derramar todas esas lagrimas que habia retenido en la fiesta.

-¿Que te pasa Ale? ¿Y Misael donde esta? Maldito idiota.

Le conte todo lo que habia pasado mientras me ayudaba a desmaquillarme y ponerme mis gafas. Si ahi estaba yo ahora una Alejandra rota. No dijo nada asta que acabe de llorar y contarle lo sucedido.

-Alejandra creo que tenemos un severo problema-. Su tono de voz me decia que no era nada bueno.

-¿De que hablas? ¿Que problema?

-Tu realmente sientes algo por Misael, no quiero creer que sea amor. Pero no lo ves del mismo modo ya.

-Imposible, el..el...el es mi amigo-. Dije para convencerme mas a mi que a ella.

-En absoluto Ale, ya no lo ves asi.

Esas palabras se repitieron toda la noche en mi cabeza, sin duda yo no podia estar "enamorada de Misael" me habia dado coraje que no le importara en lo mas minimo en la fiesta, solo eso. Lizeth estaba equivocada. Era un enojo que pronto se pasaria aunque no tan pronto. Me dormi tratando de pensar en algo que me distrajera de la estupida y asquerosa persona que era Misael. No lo logre.

La historia que nunca tuvo un final "feliz".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora