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Después de captar y trabajar en su mente todo lo que paso, decidió deshacerse de su pijama de conejos y vestirse para salir a tomar un poco de aire. Se decidió por unos pantalones de tiro alto color azul claro, y una playera simple color blanco, se miró al espejo y de reojo miro a la ventana asegurándose de que no estuviera su vecino ahí; suspiró y salio de su casa no sin antes tomar sus llaves, su celular y un poco de dinero ya que iría a la tienda por algunos dulces.

Iba por las calladas calles de su fraccionamiento cuando cuando alguien grito su nombre a sus espaldas y reconoció esa voz al instante.

–Maya- Harry le sonrió una vez que recupero el aliento al llegar a su lado corriendo Maya lo miro embobada teniéndolo tan cerca, con una voz nerviosa produjo algunas palabras

–Harry, qu, que haces aquí?- algunas palabras salían temblorosas ante el nerviosismo que la recorría por toda la espina dorsal.

–A donde vas?- cuestionó el joven ignorando la pregunta de la joven

–Por dulces- dijo avergonzada de su tono tan infantil, Harry sonrió un poco mas y pudo mirar un tierno oyuelo que se marcaba en su mejilla izquierda >>Es tan lindo<< pensó y una sonrisa idiota se apodero de su rostro pero al parecer Harry no lo noto

–Bien, te acompañó- dijo caminado unos pasos adelante de ella mientras ella le seguía el paso.

–Porque?- dijo ella sin entender el extraño comportamiento del chico.
El chico pensó un momento su respuesta y luego hablo.

–Pues... Hemos sido vecinos por años, desde que yo tenia como diez años y tu eras sólo una bebé- río un poco y siguió hablando- y nunca habíamos cruzado palabras ni siquiera un "buenos días" hasta ahora que te encontré espiandome- dijo y Maya se puso roja de la vergüenza, Harry lo pudo notar y río un poco- no te avergüences- dijo y paso un brazo por los hombros de la chica haciendo que esta se sintiera mas nerviosa que antes.

Cuando llegaron a la tienda Maya se zafo del agarre de Harry y prácticamente corrió hacia el establecimiento, tomo sus preciadas gomitas y antes de que pudiera pagarlas Harry la interrumpió.

–Yo pagaré por eso- se posicióno frente a ella- cuanto es?- dijo hacia la señora de avanzada edad.

–Dos dólares- sonrió la mujer y Harry le dio el dinero sin darle tiempo a Maya de protestar y Harry aprovechó para comprarse un cigarrillo; cuando salieron de la tienda el olor a humo inundó las fosas nasales de Maya y habló.

–Gracias- dijo con una leve sonrisa y luego se sintió aun mas estúpida al tener 15 años y seguir comprando dulces como si tuviera seis años, un poco avergonzada guardó los dulces en su bolsillo trasero y Harry arqueo una ceja.

–No vas a comerte eso?- dijo mientras sacaba el humo por la nariz

–Es para después- explicó la joven

–Claro- suspiro y sacó el cigarro de sus labios- quieres- le dijo acercando el tabaco a la boca de Maya.

–No se hacerlo- se encogió de hombros y bajo la vista.

–Yo te enseñó- Maya se detuvo y Harry se posicionó frente a ella y puso el cigarrillo en sus labios mientras la tomaba del cuello, Maya sintió un escalofrío antes las frías manos del chico pero no se atrevió a decir algo- Aspira el humo y luego mantenlo ahí- Maya obedeció y mantuvo el humo en sus pulmones- sacalo- dijo, y ella saco el humo el por su nariz sintiendo un leve ardor y luego relajación en su cuerpo- no es tan difícil- le sonrió y volvió a poner el cigarro en su boca mientras emprendían de nuevo el paso.

–No estudias?- fue la única pregunta que se le ocurrió para romper el silencio tan incómodo.

–La escuela no es lo mío- hizo una mueca y la miro- tu si estudias no?

–Tercer grado- sonrió un poco- pero estoy de vacaciones por ahora- se encogió de hombros.

–Genial, mas tiempo para conocernos- Maya lo miro y el igual, hicieron contacto visual pero Maya lo rompió y solo sonrió un poco ruborizada.

–Claro- saco el contenido que hace unos minutos guardo en su pantalón y lo abrió, metió un dulce a su boca y luego acerco la bolsa a Harry- quieres?- cuestionó por amabilidad, Harry sonrió y tomo un dulce; no paso mucho tiempo después, cuando llegaron a sus respectivos hogares, se detuvieron frente a sus casas y Harry la miró.

–Bueno, me dio gusto caminar con tigo- metió las manos a sus bolsillos y sonrió- te veré luego?- preguntó.

–Claro- sonrió nerviosa cuando Harry se acercó a ella y depósito un beso en su mejilla.

–Cuidate- le sonrió y sin decir mas se aproximó a su casa, Maya corrió a su casa y una vez dentro dio grito de emoción y se lanzo a su sillón a seguir degustando de sus dulces mientras tarareaba un canción y recordaba lo sucedido.

Dulce Obsesión » Harry Styles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora