사랑해요~! [ᴋ.ᴛ.ʜ & ᴊ.ʜ.s] (EDITANDO)

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«ѕταяѕ»

ɢᴏᴅs ᴀᴜ / ʟᴇɢᴇɴᴅs

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Muchas veces la gente piensa que las estrellas son solo decoraciones para la simple vista, que poco a poco van desapareciendo en la frialdad del ocaso del cielo. En otras creencias, se les adora como pequeñas señales de grandes dioses, ofreciéndoles riquezas a cambio de algún premio, como los temibles astros que son. Pero, cómo reaccionaría el mundo si les dijera que...

Las estrellas surgieron de un amor único

Esos hermosos amuletos de prodigio en la Tierra, hijos del rey del Olimpo, Zeus, dios del trueno. Ellos,los predestinados a estar separados. Semidioses moldeados y creados para ser uno solo y vivir por su propia cuenta. Terminaron uniéndose y creando algo más que poderoso, algo increíblemente bello, algo más que alucinante.

Después de todo si unimos el esplendor, la elegancia, la frialdad, el calor maternal del porque de su existencia y belleza inigualable de ambos, todo sale creando una sola maravilla que habla por sí misma contando su propia historia...

( ... )

Año 1 |A,C

Él se había levantado de entre aquellas capas insípidas de agua congelada a comienzos de la era del hielo. Estirando sus extremidades y bostezando ante su repentino aparecer, miró por primera vez su reflejo; una clara imagen de una persona de facciones perfectas en cuerpo, rostro y rasgos, con colores cristalinos de muy poco brillar y delirios únicos que adornaban todo su rostro con total precisión, hebras suaves y largas, decoradas en detalle... Él sin duda era la encarnación de la luna. Y estaba asombrado por lo que veía frente a él.

Al levantarse, admirando su frío y oscuro alrededor, vió el absoluto caos naciendo en medio de casi, la nada. Y sé preguntó... ¿Él provocaba todo ello?

Había empezado a llorar en su propio regazo sin siquiera saberlo, asustado ante el poder de la maldad y el terror sobre su existencia, el miedo que inundaba el ambiente cuando él estaba ahí, presente... Cómo es que todos lloraban de pena o angustia en su aparición?

Pero ahí apareció él en su máximo esplendor, sonriendo ante toda esa oscuridad; a kilómetros de él, esa inmensa y poderosa luz acababa con todo rastro de devastación. Solo traía tranquilidad, paz y amor al reino animal... Y es que él era perfecto.

Él era el perfecto sol, del cual había quedado enamorado ante la gran positividad que su ser emanaba y se dijo a sí mismo que iba a encontrarlo tarde o temprano. No descansaría hasta saber cuál era su nombre.

Y lloró, corrió, escaló montañas, pasó ríos y lagos, guerras, sufrió lesiones, peleas. Miles de años tuvo que esperar. Lo vió frente a sus ojos en una tarde de primavera apagándose poco a poco en su soledad. Entonces, le dijo:

—¿Por qué dejas de sonreír rayo de esperanza? .-

El pelinegro volteó ante el extraño albino, con lágrimas en sus ojos resplandecientes y la sonrisa apagada. Contestó, sin dudar:

—La soledad me está matando,-sollozó ante el dolor punzante en su pecho —Desde que surgí de entre estas tierras, lo único que he visto a sido mi reflejo y la vida que emanaba de mi alrededor fortaleciéndose ante el amor; pero, me siento triste, porque quiero alguien a quien poder amar...

El joven luna sonrió y caminó hasta el chico sol. Abrazándolo le acompañó en sus lágrimas, entrelazando sus dedos y brazos en un abrazo fraternal eterno.