Puta. 8:15. Tarde de nuevo por la chucha, si seguía así probablemente me dejaban repitiendo, conociendo a este liceo culiao, sería una repitente por retraso, la huea más penca, ¿Quién chucha repite por eso?
Cuando llegue a mi sala se me había olvidado que tenía electivo la primera hora del martes. Abrí la puerta del otro cuarto y el profe me miro con una mirada de odio, eran quince minutos tarde no más, le daban color. Si no hallo el momento de irme del liceo, ayuda.
— Buenas noches señorita, pase —Ignore su talla y me fui a sentar.
Me senté en el único puesto que estaba vacío atrás, al lado del Basti.
— Wena chora —me saludo, pero no lo pesque mucho, estaba calculando mentalmente las veces que había llegado tarde y si cuantas anotaciones por esa razón tendría. En el mes pasado solo fueron una... por semana, y en abril habrán sido unas... dos por semana, ya, filo, si no era para tanto—. Tcha, gracias por pescar Flo.
—Ah, sorry. Es que estaba pensado en si me dejaban repitiendo por retraso, onda, no se hueon, el liceo me da miedo, me quiero puro ir —le murmure con una risita.
— Naa Flo, exagerai, a cualquiera de tercero pa bajo le cancelan la matricula por llegar tarde, pero vo que estai en cuarto no, y la otra huea es por inasistencia po hueon, ahí si te dejan repitiendo —me hablo como si fuese ahueona, onda, lo soy pero no hay necesidad de recalcarlo, grax, ah.
— Ah, chucha, me confundí —le respondí riendo.
— Señorita Ortega, cállese, hasta aquí la escucho, llega tarde y más encima se pone hablar en mi clase —me reto el profe, pero hueon si estaba murmurando, k onda.
—Pero si aún no estamos pasando materia... —le dije con cara de pena. Hasta que me miro desafiante y ahí no quise buscar más discusión en toda la clase.
Electivo de matemáticas se me había ido súper rápido, lo poco que vimos era isipizi, ordene mis cosas y tome mi mochila cuando el Basti me dijo:
— Este sábado el Salinas se saca casa.
— ¿Y quién es el Salinas? —le pregunte con el ceño fruncido.
— Ah. Eh, un amigo de tercero, es amigo de la Monse igual —Insistió con seguridad.
— ¿La Monse? —pregunte casi en un tono como si estuviese pidiendo perdón, si no cachaba a nadie y menos ahora que saldría del liceo, ah.
— Puta Flo —se rió y negó con la cabeza—, ya pero te aviso, es que quieren que sea una huea masiva entonces por eso te aviso, y le avisai a tu grupito de paso.
— Vale, nos vemos —le respondí y salimos de la sala, ambos íbamos en distintos cursos, él iba en el A y yo en el C, y el electivo físico-matemático se hacía en la sala que quedaba o sea, la del B.
Tenía recreo y como me daba paja volver a la sala, baje con mi mochila a desayunar al casino, esperando encontrarme con la Isi, el Simón y la Igna, pero no los vi, igual los iba a esperar así que saque una tacita de leche y me senté.
Comencé a escuchar por el costado como un grupito de tercero murmuraba "¡ella es, ella es!" y desviaba miradas para mi lado. Seguí tomando mi lechita como si nada e ignore los gritos molestos de los hueones de tercero, hasta que uno se acercó a mí.
— Hola —se acercó nervioso uno, que como se abran dado cuenta, no tenía ni puta idea de quien era.
—Eh, hola —salude, media incomoda.
— ¿Te llamai Florencia, cierto? —pregunto mirándome casi desafiante, que se cree este; como estaba parado frente a la mesa y yo solo sentada actuaba así.
—Si —respondí en un tono obvio, este loco me parecía conocido, me sigue en ig... demás ve mis historias, no sé qué huea hace preguntándome el nombre.
Vi una cabellera pelirroja a lo lejos y cache que era la Igna, era mi opción de escape.
—Oye, eh, sorry me tengo que ir —le avise fugazmente. Me pare y camine hacia la Igna.
—Hola wacha —se paró de puntitas y me saludo, esta hueona era una enana.
—Holi —le respondí.
— ¿Qué te paso? —me pregunto casi asustada.
—Nada —respondí restándole importancia a lo recién sucedido, pero la mirada de la Igna de "maraca cuéntame" me llevo a decirle igual—. O sea, unos loquitos de tercero estaban gritando al lado mío, no sé qué huea, y uno se acercó a preguntarme mi nombre po, si hasta me sigue en instagram —le explique y lo último lo dije en un tono de burla.
—Te tiene ganas —aseguro mi amiga—. Busco cualquier excusa pa hablar contigo.
—Yiaaa —le di un empujoncito.
—Hueon, desde que llegaste a este liceo de mierda te persiguen todos los hueones y ahora que vai en cuarto eri inalcanzable, una leyenda —su tono parecía como que de verdad pensaba eso y no era talla—. Hasta los de cuarto estaban detrás de ti cuando ibai en octavo. Inapropiado, pero lo hacían.
—No me acuerdo de na yo —me hice la loca y después de que la Igna sacara su taza nos sentamos al otro extremo del casino, donde no estuvieran los de tercero—. ¿Y la Isi y el Simón?
—Loca, eso no se pregunta —se comenzó a reír—. Se quedaron arriba comiéndose.
—Ah —fue lo único que dije, aun no me acostumbraba a que la Isi y el Simón estuviesen pololeando, siempre habían sido tan amigos...—. Oye, el Basti me invito a eh... mira, me dijo "el Salinas se saca casa" pero yo ni puta idea quien es.
—Ahh el Salinas, Franco Salinas, si lo cacho, pero ¿vamos a llegar así no más?
— ¿Cómo así no más?
—Así como que yo sepa ninguna habla con ese grupo de tercero y a mí me gusta ir a los carretes con gente piola, gente que conozca bien po, mi gente —explico ella, tomándose el último sorbo de leche.
—Es que quieren que sea una huea masiva, aun no sé dónde es igual, pero si tu vai yo voy, nica voy sola.
—Dale po.
