Leo El Ninja #Rediseñada#

Capitulo 3 Primer ataque

Luego de un día
universitario

Hoshi

Me encontraba acostada en el sillón de mi casa viendo las noticias con un solo ojo abierto, ya que estaba cansada, cuando escucho el timbre de mi puerta.

Mi casa es un poco más pequeña que la de Leo, pero tiene dos pisos. La ubicación de las cosas es mas menos la misma.

Escucho la puerta sonar otra vez, entonces decido moverme.

Hoshi- Ya voy... -me levanto con cierta dificultad, y me dirijo a la puerta-

Antes de llegar a la puerta escucho que la persona detrás de la puerta esta tarareando una canción bastante acogedora. Pero me resulta familiar...

Hoshi- -abro la puerta y me encuentro con Leo- Ah, Hola.

Leo- -deja de tararear- Vaya que saludo.

Hoshi- Heh, perdon... Pero ya nos saludamos esta mañana... -estaba muerta de cansancio-

Leo- No significa que no puedas decir "Buenas tardes". -usa un tono irónico-

Hoshi- ...

No pude contestarle ya que mi cuerpo no quiso responder. Estaba tan cansada que me quede ahí paralizada.

Leo- Uh... ¿Estas bien?

De nuevo, no pude responder, simplemente no podía moverme.

Leo

Contemplado a Hoshi, la cual pareció haber desaparecido en otro mundo, me llego una especie de sentimiento, como si quisiera hacer algo por o para ella. No se porque me vinieron recuerdos en los cuales Hoshi había hecho muchas cosas por mi. Tal vez fue por verla tan cansada.

Leo- Y pensar que es el segundo día. -use un tono "cómico"-

Hoshi- ¿Ah, que? -abriendo los ojos al instante-

Leo- Bienvenida de vuelta. -le regalo una pequeña sonrisa-

Hoshi- Hehe... -se sonroja por tal hecho-

Se produjo un silencio algo incómodo, aunque a Hoshi no le pareció así...

Hoshi- Bueno... Pues entra. -se dirige a donde estaba-

Hago caso de sus palabras y entro a la casa, cerrando la puerta detrás de mi.

Vaya, hacia mucho tiempo que no entraba a esta casa. Siempre nos reunimos en la mía.

Observo a Hoshi acostarse en el sillón y no logro aguantar una pequeña risa.

Hoshi- ¿De que te ríes? -me mira de reojo-

Leo- Nada, nada. -digo esto intentando esconder la gracia que me había dado-

Miro la televisión, entonces, acabó mi felicidad.