Maldito el día que te conocí.

II

    Siento como sus brazos me abrazan fuerte y pareciera que jamás me soltará. La luz de las 6:00 de la mañana entra por el ventanal con cortinas blancas. Estamos ascotados, juntos, sí, aqui es el paraiso. Los invito, pero no comparto.

-Te amo -susurra en mi cuello.
-Te amo más yo -acaricio su cabello suave.

    Nos quedamos juntos por mucho tiempo ahí, acostados. Sin decir una sola palabra, el silencio nos cobija y habla por nosotros. Se sienta en la cama y la luz le favorece a su piel, su piel blanca, sus pecas regadas por su cuerpo, sus largas pestañas y ojos color café, su cabello negro perfecto y despeinado. Cuando lo veo me siento afortunada.

-¿Qué hice para merecerte? -pregunta él.
-Algo bueno, de seguro muy bueno. Yo solo en sueños aparezco -digo irónica.

    Él ríe junto a mí y se acerca a darme un beso.

Ring. Ring. Ring.

-Estúpida alarma -le grito. Como si ese aparato me responderá.

     Comienzo a recordar el sueño y me abrazo a la almohada que está ahí sola, para consolarme, para decirle que me rescate.  Comienzo a llorar al recordar lo que soñe. Completa idiota sos, me digo mientras me ahogo en tristeza. Tomo la almohada y grito con fuerzas sobre ésta, presionando mi rostro. No, no me quiero suicidar ahogandome yo misma, soy una boba rota el alma, pero no suicida.

-Cómo te voy a superar si hasta te sueño. Trato de librarte de mi pensamiento pero siempre volvés -suelto en voz alta.

    Minutos después me levanto decidida, preparo café, dos donas de fresa y con el periodico en mano. Sera un día agitado, prepararé mi proyecto a presentar al final de la clase, y debe ser original, nada probado en el campo de física. Quizás, ¿explicar alguna fórmula de Tesla? Muchos las desconocen y pocos las entienden.

    Debo visitar la biblioteca, pienso. Me arreglo y salgo directo al lugar. Presento mi credencial al guarda de la biblioteca, ya me conocen muy bien aquì. No solo por mi adicción a prestar libros, si no por... bueno, eso es historia.
   
    Respiro aquel olor a libros viejos y a recuerdos. Recorro cada pasillo, estantes enormes con libros de historias en aquellas páginas. Cuando llego al pasillo de Historia Francesa, me quedo lívida, pasmada y con un gran nudo en el pecho. El lugar favorito de él, donde charlabamos en voz baja por horas sobre batallas Francesas, y terminabamos en romances del mismo.

   Sacudo mi cabeza, y me voy al pasillo por el que vine. Física, astronomia y matemáticas. Cojo 8 libros de los estantes, los presento y salgo casi huyendo ahi. Como si me espantara estar ahí. Un lugar que siempre he amado. Las personas que me conocen de la biblioteca me ven extraña, apatica, que frecuento poco la biblioteca a como lo hacia hace meses, según el comentario de la señora que chequea los libros en aquel escritorio enorme. Aquella señora que siempre me recomendaba libros y que debajo de sus arrugas esconde las mejores frases de los libros.

   Me quedo sentada en las escalera largas de la biblioteca, en la zona de afuera. Siento que me afixio dentro de ésta, los recuerdos me innundan.

    Tomo uno de los libros de física decidida a leer un rato en el aire libre y amenamente. Veo que hay algo que estorba en el libro, oh es una nota en color azul. Quizás alguien dejo sus apuntes acá, que pesar y suerte para mí, pienso maliciosa.

《Lo siento. Queria ser el mejor recuerdo para ti, y termine siendo el peor. Sé que soy lo peor que te ha sucedido. Trata de olvidarme, porque yo jamás podré. ((Coloque esta nota aquí, porque sé que es de los libros que mas frecuentas en la biblioteca))》.

Att: *****

    Tomo la nota y la vuelvo a colocar dentro del libro. Me asusto, mi respiración se agita, todo lo que soñe en la mañana vuelve de nuevo a mi mente. ¿Por qué seguis en mi vida? Solo alejate, desaparece, eliminate de mi vida, como cuando ignoras un cero a la izquierda. Queres que te supere y seguís insistiendo de tantas maneras. ¡Egoista!

    Tomo un taxi y me dirijo a un cibercafé, en casa no podré avanzar en el proyecto, quizás ahí si lo haga. El amor es lo más jodido que le pudo pasar a la humanidad. Cuando llega, es como el golpe de un espectro luminoso. Como un foton bajando de niveles. Y cuando se va... cuando se va, pienso, intentando responderme. Y veo que no tengo una respuesta, porque lo estoy viviendo y no tiene respuesta o significado. ¡Qué horror!

Sé que estan tratando de entender qué diablos pasa con esta señorita. Ya lo sabran. ¡No dejen de leer!