Un sombrero amigo, una selección y cuatro casas

117 9 1
                                    


     El profesor Longbottom esperaba impaciente a los alumnos de primer año, tenía mucha hambre y faltaba toda la selección para poder probar bocado. Lentamente se hicieron oír los murmullos de los nuevos alumnos, el profesor se puso derecho y esperó a que todos los niños que tenía enfrente se callaran, cuando lo hicieron hablo con decisión pero siempre con su característica amabilidad.

     - Buenas noches. Soy el profesor Longbottom, jefe de la casa de Gryffindor. Les doy la bienvenida a Hogwarts, su nuevo hogar. Ahora, el Sombrero Seleccionador los pondrá en la casa a la que pertenecen. No tengan miedo, no es doloroso, ni difícil, ni nada extremista que les hayan contado – miró específicamente a James, que sonreía pícaramente–. Cada casa tiene su sala común, donde van a dormir y tienen puntos que ganar y perder, le recomiendo destacarse para ganarlos y no portarse mal para perderlos. Bien, ahora síganme.

     Los alumnos siguieron al profesor y entraron a un enorme comedor con cuatro largas mesas con alumnos y una quinta del fondo, para los profesores. Un pequeño taburete se encontraba enfrente de la mesa para profesores, y un gran y viejo sombrero se encontraba apoyado en el banquito. Cuando todos se callaron, y el silencio se apoderó del Gran Comedor una rasgadura se abrió en el sombrero y este empezó a cantar una singular canción. 

Soy más viejo que ustedes

Más sabio e inteligente

Por eso desde hace mucho

Yo veo en sus mentes.

No hay secretos para mí,

Sus corazones veo latir.

Al ritmo de un león, tal vez,

Que con su coraje se destaca,

O, si no, tienes las alas de un águila

Que con inteligencia resuelve cosas complicadas.

Tal vez, tengan las garras de un tejón,

Que con una enorme lealtad y bondad ayuda a la humanidad.

O la lengua de las serpientes,

Calculadora y astuta llegaran a sus metas.

No te preocupes, amigo

Que soy bueno en lo que hago,

Deja el trabajo en mis manos

Recuerda no ser juicioso, porque el corazón

No se define por un sombrero pobretón.

     Todos aplaudieron con entusiasmo la canción del viejo sombrero, que con una extraña reverencia volvió a cerrar la rajadura. El profesor Longbottom calló a todos y empezó a nombrar por lista los alumnos.

     - Abercromie, Hellen Mary - apenas rozó la cabeza de la chica el sombrero ya tenía una respuesta.

     -HUFFLEPUF - la mesa de los tejones rompió en un sonoro aplauso, festejando a su nueva integrante.

Las Reinas de SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora