Aaron

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"Los errores personales no son causa de vergüenza, lo que realmente humilla es que sean vistos por todos."-Milan Kundera

Narradora:

El jefe de la UAC donde pertenecía Spencer, Aaron Hotchner de 41 años, había venido a visitar al genio tras el incidente. Iba de vez en cuando, acompañado de su hijo Jack, quien tenía mucho cariño por el genio o con algún miembro de la unidad .

Cuando llego al cuarto del menor, se encontró con Lio quien esperaba pacientemente afuera, notándose así sus nervios. Creyendo que era algún familiar del genio, se acerco a él para darle ánimos, algo que consiguió a cabo de unos minutos.

Dejo que el niño pasará primero, antes de pasar él, alegrándose en escuchar que el genio había despertado y entró. Sonrío para sus adentros.

-Agente Hotch, es bueno verlo-dijo el genio, luego de salir de su shock inicial al verlo en el lugar

-Es un alivio de que hayas despertado, los casos que hemos tenido no son los mismos sin ti-admitió el mayor, él genio soltó una pequeña risita

-Oh, eh, muchas gracias por los regalos. Es un hermoso detalle de su parte-agradeció el genio, recordando aquel detalle

-No tienes porque agradecernos, todos nos preocupamos por ti-dijo el mayor, mirando de reojo al niño

Spencer notó esto e inmediatamente los nervios lo invadieron, debía pensar rápido alguna explicación, por más que lo intentará no se le ocurría nada.

-Él es tu primo?-preguntó el mayor señalando al niño, sacando al genio de sus pensamientos

-Oh eh si si, claro. Él es mi primo, Lionel-dijo rápidamente, usando lo dicho por el otro como una excusa perfecta

El susodicho miro algo confundido al genio, quien también lo miro con algo de suplica. El menor lo entendió,  debía de actuar acorde a lo que había dicho su padre, más tarde le preguntaría la razón.

-Es un gusto conocerlo, señor-dijo el menor de los tres, cortés mente

Sin embargo, Hotch no estaba del todo convencido. Tenía la ligera sospecha de que algo más ocurría entre el genio y "su primo", había notado la mirada de suplica que el de rulos dedicó al niño, no había que ser tan listo para saber que algo ocultaban. Y más aún, el casi parecido entre ambos físicamente.

-Igualmente, Lionel-saludó de igual forma

El genio lo único que podía sentir en ese momento eran nervios, sabía que su jefe era perfilador y que iba a tener sospechas. Algo que iba a eliminar una vez que saliera del hospital para mantener su preciado secreto y mantener alejado a Lio de su trabajo, ya había visto como había terminado todo con Hotch, cosa que no quería que le pasase a el.

Dos semanas después, Spencer salió del hospital y pasaron muchas cosas. Regreso al equipo, paso las navidades y fin de año con su pequeña familia, tantas momentos bonitos que a veces era increíble que tiempo atrás estaba casi al borde de la muerte. Ahora, nuevamente tenían un caso, está vez el genio se propuso como voluntario para hablar con el criminal. Grave error.

P.O.V de Spencer

Apenas dije mi propuesta, todo el mundo empezó a quejarse y negarme rotundamente aquella opción, me trataban como un niño pequeño al que tienen que cuidar. Dios, ya tengo la suficiente edad para tomar mis propias decisiones para que me traten así.

¿A veces no han sentido que los asfixian porque según ellos "quieren protegerte"? Así me siento yo, admito que soy el miembro más joven y uno de los más listos de toda la unidad que con más razón se como defenderme por mi cuenta. Además, no iba a echarme para atrás solo porque ellos me digan, había tomado mi decisión e iba a cumplirla.

De igual forma, ya sabía todos los riesgos que esto conllevaba y no necesitaba que me lo recordaran.

-Chicos, ¡basta!-grite con algo de desesperación, todos me miraron-aprecio que se preocupen por mi pero por favor, tengo 27 años, y he decidido tomar el riesgo

-Acaso se te olvida que la última vez que hiciste eso, por poco mueres-replicó Morgan

-Claro que lo recuerdo-admití entre dientes, estaba enojado

Admiraba a Morgan pero a veces su actitud arrogante me sacaba de quicio, incluso llegaba a ser peor que Hotch que es más demandante de por si. Ya me habían secuestrado dos veces, drogado, me había convertido en drogadicto de la hidromorfona y aún así he logrado superarlo por mi propia cuenta.

-Spens, se que estás molesto pero entiende que es por tu propio bien-dijo J.J calmada

-¡Ustedes entiendan me a mi!-grite alterado, al borde de las lágrimas, ya no lo soportaba más-he pasado por cosas mucho peores que esta, ¿así van a hacer siempre que quiera arriesgarme un poco más? Por favor, reflexionen

Apenas termine de decir eso corrí hacía al ascensor y presione el botón de planta baja, hubo algunos que trataron de detenerme pero fue en vano. Las puertas se cerraron e inmediatamente me apoye en una de las paredes del ascensor, liberando al fin aquellas lágrimas que por haberlas retenido hicieron que mis ojos ardieran.

Ya no me importaba si estaba en un caso, solo quería irme a casa. 

Espero les haya gustado y haya válido mucho la pena la larga espera. Bye❤

El Secreto De Spencer ReidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora