16: Nervios

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El fin de semana paso volando, y esto en cierta ocasiones era muy triste, no eran suficientes días para disfrutar la libertad, sin contar que los maestros los observaban con cara de desocupados y mandaban miles de deberes, pero la vida de un estudiante era así, una completa mierda. Si le vez el lado bueno, los estudios te sirven para lo largo de la vida, para poder cumplir tus sueños más oscuros y tener todo lo que quieras, pero si le vez el lado malo, no te sirven de nada, ya que no aprovechas los conocimientos que te dan e inviertes dinero en vano.

Además, tienes que pensar que carrera seguir para poder mantenerte, la vida no es tan fácil como crees, te da altos y bajos que tienes que superar a como de el lugar.

O cometer suicidio, con eso arreglas todo.

Eso pensaba HyoJong mientras caminaba a la universidad, no es que estuviera nervios o asustado, solo buscaba un buen lugar para poder ocultarse y salir vivo de su maldición. Y con respecto a su vestimenta completamente negra, en especial su gorra, era para ocultar su hermoso y bien trabajado cuerpo, nada del otro mundo.
Miraba de lado a lado, examinando detenidamente cada rincón del edificio, no podía correr el riesgo de que ese monstruo lo encontrara y sepa Dios que le haría, vaya lío en el que se había metido, pero de todas maneras le daba igual, no se arrepentía de nada, cada maldito minuto valió pena.

Nadie le dejaba semejante hematoma en todo el cuello y se reía en su cara, estaba loco si creía que iba a dejar las cosas así. Esa tarde en el supermercado solo era el principio de una serie de consejos que le iba a dar, puuuf si claro, consejos.
No sabia desde cuando nació esa rivalidad, solo paso y ya, un día lo vio caminando por los pasillos como si fuera la ultima cerveza del desierto y decidió odiarlo sin razón, después comenzaron a molestarse e insultarse entre sí, dando la bienvenida al odio mutuo. Uno era un pan de Dios, que no tenía culpa de haber nacido en un mundo tan cruel y el otro era una versión más pasiva del mismos diablo, que solo buscaba el sufrimiento de otros. Eran demasiado tontos para darse cuenta que entre los dos existía una conexión que los unía fuertemente.

Paso la puerta del salón con todos sus sentidos alertas, aun era demasiado temprano para hacer tremendo alboroto y maldecir a los animales que según la ciencia se hacen llamar humanos, estaba en una situación complicada, que merecía toda la atención del mundo.
Ahora es cuando se reprendía por no haber cambiado de carrera, la primera clase la recibía junto a Taek, la suerte definitivamente no estaba de su lado en este día.

Tomo asiento en la última banca del salón y miró de lado a lado, no había moros en la costa, así que saco sus audífonos y los conecto al teléfono, la suave melodía retumbó en sus oídos, y desde ese momento olvido la mala jugada que tuvo, si Taek no le hizo nada cuando apenas entro, no le hará nada ya estando en el curso, su barrio lo respaldaba.

Un momento

Estaba más que seguro que el mensaje era de Hoe Taek, no había hecho ninguna maldad a otro estudiante, no le gustaba tener enemigos, le traería más problemas de lo que ya tenía. Pero...
¿cómo demonios había conseguido su número de teléfono?.

Oh, diablos. Esto era demasiado grave.

Normalmente, sacarle el número de teléfono era un verdadero reto, muy pocos lo conseguían, no se creía el rey del mundo ni nada por el estilo, pero sabía muy bien que era atractivo y llamaba la atención de las personas. Así que debía escoger bien sus amistades, ya había tenido problemas con un muchacho engreído que solo se juntaba con el para obtener atención, que patético.

Estaba asustado, demonios, estaba muy asustado, su rivalidad con Taek era cosa sería, y no sabría descifrar que le esperaba en el futuro, si se atrevió a golpearlo delante de toda la universidad, no se imaginaba que ideas tendría en esa mente retorcida, estaba a un chasquido de dedos de saltar de un puente para evitar la fuerte humillación que seguramente Taek tenia preparada. Su cuerpo temblaba de solo imaginar, pero ahí estaba su cerebro, que le decía que si el quiere jugar con fuego, tendría que enfrentarse a un furioso volcán, esto era guerra y solo el mejor tenia que ganar.

Dulce Inocencia (JinHongSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora