47. Persecución (parte 1)

172 34 28
                                    

— Vale, tenemos que concentrarnos en la misión. Un paso en falso y estamos perdidos — exclamó HyungGu muy concentrado en las hojas que tenía sobre la mesa.

— ¿Por qué JinHo tiene que ser el conejillo de indas? Puedo ir yo y ya está, no lo pongas en riesgo — HongSeok se quejó desde el sillón en donde tenía a JinHo abrazado con miedo.

— Ya hablamos sobre eso HongSeok, tu padre no te quiere a ti, quiere a JinHo.

— Si, además de que él no sabe nada sobre el plan que estamos ejecutando y que tu aparezcas, así como así lo haría sospechar y todo el esfuerzo sería en vano — YunHo apareció con una taza de café desde la cocina — No va a pasar nada HongSeok, ya te lo dijimos.

— Los mataré si ese desgraciado llega a tocarle un solo cabello a JinHo.

— Hyung — llamó el pelirrosado después de librarse un poco del agarre del mayor — No soy un bebe, todo va a estar bien.

— Pues si eres, eres mi bebe y no pienso ponerte en peligro — gruñó enojado, intentando ocultar todo el miedo que le producía el solo pensar en que ese hombre le vaya a poner las manos encima a JinHo.

— Ya, ya entendimos — HyungGu dio una mirada a todos los pares de ojos que expectantes esperaban sus órdenes — En marcha, equipo. Vamos a capturar a esos locos.



[...]



— ¿Dónde está el jodido chico? — articulo DakHo guardando su enojo para no parecer un loco — Me dijiste que me lo traerías el día de hoy y no veo más que tu maldita cara asquerosa.

— Pues se supone que en esos momentos debería estar en casa con su madre, pero esa pocilga está más vacía que todos los ingresos suyos de este mes — escupió EunBi indignada y con el rostro lleno de furia.

— ¿Te crees muy graciosa? Maldita perra, resultase igual de incompetente que mi esposa — hizo una seña con la mano, ordenado a los guardias sacar a la chica de su vista — Tráeme a DaeMin.

— Si, Señor — tembló su secretaria tras su escritorio.

Pronto un sujeto en traje se presentó ante él. Jo DaeMin, conocido sicario responsable de varios asesinatos, robos, sobornos, secuestros y un muy buen narcotraficante.

— Señor — dijo en todo neutral.

— Quiero que me traigas a Cho JinHo antes de que el sol se ponga, no me importa si lo traes vivo, muerto o en pedazos, pero lo quiero aquí, maldita sea.

— Como ordene, Señor.

— Llama a mi esposa y dile que la veo en casa en media hora — finalizó, soltando una grotesca risa que heló la sangre de las personas que pasaban por ahí.

Parecía que toda la suerte estaba de su lado ya que no se topó con ningún papel diciendo que querían cancelas las inversiones con su empresa afuera de las puertas, no hubo ningún reportero en el estacionamiento haciéndole preguntas que le sacaban de quicio, tuvo el honor de pasear hacia su casa en unas calles completamente vacías y desoladas, se encontró con un agradable almuerzo listo en la mesa y con la sonrisa de su esposa recibiéndolo como el rey que pensaba ser.

— ¿Pasó algo bueno, cariño? — HyeMin sonrió forzadamente ante la mueca conforme de su degenerado esposo.

— Pues la inútil de tu nuera no pudo traerme al niñato, pero adivina que preciosa — rio más que satisfecho — DaeMin se encargará de todo así que por fin podremos ver al hijo de puta ese retorcerse ante mí.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 06, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Dulce Inocencia (JinHongSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora