Capitulo 4

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11 de enero 2008 
Wisconsin/Milwaukee

Han pasado 4 días desde el último suceso. En estos días no me eh topado con la Blacher y tampoco saben de ella es algo extraño, ya que la última vez que la vi estaba enfadada conmigo y lo entendía mejor que nada. Me había comportado como un idiota y a cambio habíamos sido castigados por los Sibyl, así había denominado a los hombres de blanco. Aunque no era motivo para que me diera esa cachetada tan fuerte, aun siento su mano contra mi piel era suave y firme. Me hubiera gustado un tacto mas sutil y no de esa manera. ¿Espera que? ¿Estaba pensando en un tacto más cercano, yo y ella? Nunca.

Suspire y mire a mi libreta que estaba en blanco. Extrañamente no me sentía muy tranquilo y calmado como a uno le gustaría. En estos días mis amigos se han estado burlando de mí y más porque fue una mujer dagrem la que me golpeo por ese motivo mi honor está por los suelos, bueno más si es que es posible, aunque en realidad no me molesta como debería. Respire profundo y tome la libreta para meterla en la mochila y salir del instituto.

Camine por las calles de la ciudad mientras miraba el suelo y pateaba una corcholata hasta que escuche en un callejón un par de gritos, quejidos y golpes. Miré a mi alrededor, las personas que paseaban por las calles solo ignoraban la escena mientras que yo podía ver un par de sombras. Me acerqué apresuradamente y pude ver como un par de chicos golpeaban a alguien quien intentaba pararse, pero al ser 4 contra 1 era algo imposible. En estos momentos eran en los que dudas de si romper las reglas o no por salvar a un inocente. ¿Valia la pena? ¡¡Claro que sí!!

Me introduje al callejón y tomé a dos por el cuello de la camisa para estamparlos contra el suelo de un simple movimiento. Lo que vi me dejo atónito era Khat quien miraba el suelo mientras escupía algo de sangre. Se levantó me miro y lo siguiente que vi fue un puño que impacto en el rostro de otro chico. Lo noqueo y yo solo me sorprendí un poco, pero golpe a otro que estaba detrás de ella. Al ver a los chicos en el suelo camine un poco y le metí una patada en la cara haciendo que el "líder" se retorciera de dolor; a otro le metí una patada en el estómago con mucha fuerza. Estaba enojado y mucho. Los golpe unos minutos más hasta verlos en las ultima. La tome de la mano y la saque del callejón dándole un último vistazo.

-Con mi hermana no te metas imbécil- dijo ella. 

Sentía como la adrenalina recorría mi cuerpo y con ello una insistente dolor en mis nudillos. Los mire y justamente en ella estaba un par de golpes que apostaria en un par de horas estarian morados. Habia lastimado nuevamente mis puños. Bufe.

No dijimos nada pues ella había visto mis manos al igual que yo. No entendí por qué a ella no le dolia  pero no era momento para eso, solo nos miramos y toque su rostro que estaba lleno de heridas incluido su cuerpo claro a este ni un pelo le toque.

-Estas bien puedo...

Fui interrumpido por ella quien me miro y se alejó de mi taco como si quemara.

-Largo yo me se cuidar sola -Limpio su labio y hablo decidida.

-Estas fatal y quieres que te deje? -Ironice.

-¡¡Largo!!

Ella levanto la voz y empezó a dar manotazos al aire. Era una chica rara.

-Vale, te dejare, pero...

Tome sus manos y busque entre mi chaqueta unas benditas y una botella de agua. Siempre traía algunas pues Mack se cortaba o se caía casi siempre.

Podía sentir su mirada y reste importancia. Limpie como pude con algo de agua y después coloque la bendita en cada nudillo. Ella sólo se movía incomoda y al final le puse una en la frente. No sabía por que la había ayudado, pero no se sentí tan mal.

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