HONEYSUCKLE

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María José podría acostumbrarse a esto.

Ella sonríe mientras sus dedos suben y bajan por la espalda de Daniela, pasa las puntas de sus dedos por su espina dorsal y alrededor de la curva posterior de su caja torácica. Su piel es cálida y húmeda con el recordatorio de lo que acaba de suceder y Poche no puede retener la sonrisa cuando Daniela tararea satisfecha con su toque.

Daniela acaricia las vibraciones que agitan el cuello de Poche y Poche puede sentir su sonrisa tímida.

"Me bajaré de ti en un segundo", susurra. "Mis piernas solo necesitan un minuto para recordar cómo trabajar".

María José sonríe y se sonroja con orgullo, a pesar de que no es necesario.

"No es necesario", dice ella, con voz llena de contenido y alivio. "Pero estoy contenta de que todo haya ido bien... estaba preocupado por un segundo".

Daniela la mira, entrecerrando los ojos. "¿Qué quieres decir?" ella pregunta en una pequeña voz.

Poche había olvidado lo hermosa que se veía desde tan cerca y en esta circunstancia. Ella besa la nariz de Calle, solo porque puede, y se encoge de hombros.

"Ha pasado un tiempo", dice, pero cuando Daniela todavía muestra un ceño preocupado, se ríe avergonzada y mira hacia arriba para evitar los ojos marrones interesados. "No he... hecho esto... por un tiempo", explica. "Pensé que podría haber... No sé, olvidé cómo funciona todo o algo así".

Ella termina con una risa alegre, pero todavía se siente avergonzada por su propia admisión.

Daniela parece confundida por un momento, pero luego sus ojos se abren con sorpresa. "¿Quieres decir que no has hecho es-esto"

Si es posible, María José se sonroja más de lo que alguna vez supo que podría. Se ríe de sí misma y levanta sus manos del cuerpo de Calle para cubrirse la cara. "Oh, Dios mío", susurra antes de apartar sus manos. "No, no, bueno, si estamos hablando de eso, entonces... sí ..." ella se calla y niega con la cabeza. "No he tenido relaciones sexuales con nadie en... más de tres años", admite, pero luego se detiene. "Bueno, no hasta hace un par de minutos, de todos modos".

Los ojos de Daniela se abren cómicamente antes de mirar hacia otro lado. "Oh", murmura. "Guau..."

Poche nota lo silenciosa que va después de eso y es su turno de disculparse, entonces. No puede imaginarse lo que piensa Calle... excepto que ella puede y realmente no quiere que Calle piense que estaba tratando de hacer un punto. Ella solo estaba diciendo un hecho.

"Lo siento", murmura. "No necesitabas saber eso".

"No, está bien", Daniela se encoge de hombros. Poche casi puede escuchar lo fuerte que está pensando hasta que Daniela la mira tímidamente. "Quiero decir, ya no importa, ¿verdad?"

Poche niega con la cabeza enseguida, su sonrisa se ensancha ante el recordatorio. "Ya no."

Daniela presiona un beso en el lugar por encima de su corazón y suspira antes de abrazarla. Se quedan así un rato, disfrutando de la sensación, antes de que se incline y presione su mentón contra el esternón de Poche. Su sonrisa es tímida y envía algo viejo y familiar a la pelvis de Poche.

"Aun así", susurra, acariciando círculos alrededor de uno de los pezones de Poche con su pulgar. Llama su atención de inmediato, al igual que la mirada sensual en el rostro de Daniela. Ella traga saliva. "No te haría daño volver a la práctica, ¿verdad?"

Poche levanta la ceja cuando Daniela se inclina hacia adelante y presiona un húmedo beso en su cuello, pero luego ella sonríe.

"Alguien ha cambiado su tono", comenta divertida.

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