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Me recostó de un empujón en la mesa ahora vacía y me pego bruscamente su erección en el trasero, soltando un suspiro muy fuerte.
Se agachó hacia mí y comenzó a moverse despacio, excitándome cada vez mas. Me agarró el pelo, al principio de una forma brusca pero luego comenzó a masajear gentilmente mi cuero cabelludo.
— Me vuelves loco.
— Jung... Jungkook.
— ¿Mmh.. quieres decir algo?
Me encantaba aquel roce de mis senos con la mesa cada vez que me empujaba.
De repente se separó, asustándome. Me di la vuelta a mirarle con el ceño fruncido y este me sonrió, se estaba tocando la erección mientras me veía en aquella pose.
— Ven aquí. —dijo una vez sentado en la orilla de mi cama, se remojó los labios y mientras me acercaba él se quitaba el pantalón—. Llevo días pensando en ti. —cuando estuve cerca me haló y comenzó a bajar mi pantalón del pijama—. Hay días en los que me vuelvo loco recordando la primera vez que estuvimos juntos.
Al estar sentado para verme tenía que mirar hacia arriba y se veía tan jodidamente sexy desde arriba, tanto que llegué a creer estar alucinando.
— ¿Lo recuerdas? —lo ayudé levantando mis piernas para sacarme el pantalón. Tocó mis piernas de abajo hacia arriba y se detuvo en mis bragas, donde no duró mucho para luego ir a desabotonar mi camisa—. Fue tan rico que quedé sediento de más pero no pudimos volver a juntarnos por culpa de mi trabajo. —quitó el último botón—. Y de tus clases.
Me quité la camisa dejando mis pechos al descubierto. Él por su parte se quitó el gran abrigo que llevaba, dejándome apreciar su hermoso abdomen. Se acercó un poco más a mi, me agarró las caderas para acercar su cabeza a mi abdomen y comenzar a repartir besos húmedos mientras su mirada trataba de no perder la mía. No pude evitar tomar su cabello entre mis manos cuando se apoderó con su boca de uno de mis pezones. Era increíblemente bueno haciendo estas cosas.
— Ah, Jungkook. —solté un gemido de placer dejando caer mi cabeza hacia atrás.
Su mano desocupada se envolvió en el trabajo de apretar mi otro seno.
— Me encantas. —dijo una vez dejó mi seno fuera de su boca.
Volvió a su tarea pero haciendo el cambio al otro.
— Mmm.. Jungkook-ah.
— Oh. —se alejó y se mordió ferozmente el labio—. Que rico suena cuando lo dices así, ven aquí.
Me hizo sentarme en sus piernas pero no tan cerca como para estar encima de su dura erección, me comenzó a besar y creí que moriría cuando sus suaves labios atraparon los míos haciéndome soltar inconscientemente un quejido lo que provocó que este se desesperara más ya que mordió mi labio inferior haciéndolo sangrar.
