Justo después de que te fueras empecé a odiar el frío, esa sensación de vacío, la soledad que me rodeaba continuamente. Los recuerdos no dejaban de abrirse paso, amargos recuerdos que me volvían loca. No quería pensar en ellos, así que hice lo que mejor sabía hacer: fingir.
Fingí que no dolía. Fingí que no me quisiste y que luego dejaste de hacerlo. Fingí que todas esas noches no existieron. Fingí que jamás hubo promesas. Sueños. Fingí que nada fue real. Porque fingir me ayudaba a que doliera menos. Me autoconvencía de que si asumía el hecho de que nada pasó, entonces no tendría nada que superar, pero no fue así. Porque aparecías en mi cabeza con simples detalles. Los recuerdos volvían.
Una.
Y otra vez.
Y me cansé de fingir.Ahora cada vez que miro las estrellas me acuerdo de la promesa que repetimos tantas veces. Y parece tan real que duele. Pero hay algo que no quiero olvidar, una única cosa que quiero que permanezca por siempre.
Después de todo, de lo que tuvimos, de lo que se fue y de lo que jamás tendremos,
tú siempre serás mi estrella.
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El baile de las estrellas
PoetryQuédate conmigo en este último baile, disfruta del son de la música, que nos tengan envidia las estrellas.