En aquél momento tan solo se adentraba en la lectura, dejando que la misma le en volviera con dulzura. Nada podía arruinar aquel perfecto momento.– ¡LOTUS! –
Bueno, eso creyó.
Con un pesado suspiró miró al más alto, dejando un separador en la parte que se quedó.
– ¿Qué? – Le miró indiferente como era costumbre.
– ¡Me voy a casar! – Grito emocionando el de menor edad y mayor estatura.
– ¿Y? – Dijo, volviendo en su lectura para ignorar al más alto.
– Hijo de puta... - Susurro por lo bajo, tomando asiento a un lado del de ropas más oscuras.
– Geno es una puta, así que, sí. – Afirmó dejando de lado el libro. Sabía a la perfección que el contrario no se apartaría hasta contarle todo el chisme.
– Bien. ¿Te acuerdas de Dante? – Sus cuencas brillaban al pronunciar dicho nombre.
– Rurik... ¿Como no me voy a acordar de él?... Si vive con nosotros. – Le miró con obviedad soltando un suspiró.
– Eh... Bueno eso sí. Que importa, te estoy esperando. – Sonrió ampliamente abriendo sus brazos en espera de lo obvió.
El más bajo de estatura le miró indiferente. – Felicidades. – apenas logro decir solo para terminar por tomar su libro y caminar al lado contrario de la sala.
– ¡Pinche Lotus! – Grito el más alto, saliendo de la habitación en forma de berrinche.
Dió un suspiró al sentirse libre y al fin, volver con su lectura, perdiéndose en la misma al poco tiempo.
– Lotus... –
Aunque eso no iba a durar.
– ¡Y ahora que qu- – Quedó mudó al ver al contrario frente a él. Esté no era su amigo, aquél esqueleto era centímetros más bajo que el otro.
Normalmente esté usaba una bata de laboratorio, pero en este caso usaba un traje estilo frac.
– ¿Cómo me veo? – Dijo el contrario, aún siendo más alto que Lotus.
– Bien. – Respondió secamente, solo para tratar de volver a su lectura.
Un sonido de inconformidad se hizo presente en el contrario, quién sin pensar, lanzó el libro a alguna parte de la sala.
– ¡Mírame cuando te habló! – Dijo obviamente molesto, al mismo tiempo que terminaba sentado en las piernas del más bajo.
– ¡Quítate! – Trató de tumbar al mayor, quién se aferra con fuerza a su cabeza.
– ¡Mírame! – Ordenaba con profunda molestia.
– No quiero. – Como pudo tumbó al contrario. – ¡Estoy harto! – tomo sus cosas y salió del lugar dejando a un muy enojado esqueleto.
....
La rabia y desesperación le invaden. ¿Cómo haría para que el de vestimentas totalmente negras, no se fuera?
– Vamos amor... No me dejes con ése. – Dijo con desagradó, tratando de arrinconar al más bajo.
– Por última vez, "ése" tiene nombre y es Rurik. Y otra cosa, no me toques... – Lo empujó de golpe, para ser libre de su prisión. – Me das asco. –
Salió de la habitación con celular en mano. Haría algunas llamadas. Muy importantes a decir verdad.
– Te quiero listo, llegó en 5. – Escuchó del otro lado de la línea. Su sonrisa se amplió y sin más, corrió a su habitación. Era hora de empacar lo más importante; ropa, laptop, libros y una que otra foto.
Le diría "adiós" a aquélla casa que construyó con tanto esmeró y amor, junto a su mejor amigo.
Aquél hogar que marcaba su libertad.
Aquél refugio en los días de lluvia y extremo sol.
Le diría "adiós" a todo aquello que prometió mantener por la eternidad. O, al menos así era, antes de que cierto invitado, invadiera su hogar.
Por supuesto.
Dante había llegado hace algunos años. Perdido en el lugar, aún cuando sus padres no vivían tan lejos, lo que quería era independizarse.
Qué mejor, que hacerlo con amigos...
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Only it happened
Fanfiction" De verdad. ¿Como te digo, que eso paso solo porque sí? La verdad. Yo no quería. No era mi decisión. Incluso. Te juro que trate de evitarlo. Pero no pude más. No lo pude ocultar. Tu silueta, tu andar, tu voz, tu mirada. Me derrite, sin más. Trate d...