Number Murder 23

A veces el destino juega con nosotros, a veces en contra, conmigo se divierte demasiado, y yo me divierto con el, porque negarlo, el destino me dio un propósito, una tarea, y siento que si no la cumplo... Me muero y no quiero defraudar al destino, apuesto a que tu tampoco lo querrías.

Dejenme explicarles de lo que hablo, remontemonos varios años atras, exactamente a cuando yo tenia 4 años de edad y mi hermana 19.

El 2 de mayo a las 22:01 pm, mi hermana estaba en su cuarto hablando por teléfono con su novio, yo estaba con ella, nuestros padres habian salido, fueron a cenar por su aniversario de casados, recuerdo que mi hermana tuvo un pequeño enfado con ellos porque se tenía que quedar a cuidarme, ya que la niñera no podía venir, en fin, a las 22:01 pm, tocaron la puerta, mi hermana pensó que quiza su novio le quería dar una sorpresa apareciendose en casa, cuando abrió la puerta, pude escuchar un golpe muy fuerte, y un grito, era de mi hermana, me asusté muchísimo, quise bajar por las escaleras cuando una voz muy grave me dijo:
-No bajes pequeño, aún no es tu turno...
Mientras reia fuertemente, quedé paralizado y lo siguiente que recuerdo es a mi hermana en el suelo, con todo el cuerpo rebanado, recuerdo que los cortes no eran muy limpios, recuerdo estar mirando el reloj sin poder gritar, mi cuerpo estaba paralizado, a las 02:03 pm mis padres entraron por la puerta, para encontrar todo este desastre.

La policía vino, tomaron fotos, intentaron interrogarme pero no conseguí hablar...

La perdida de mi hermana me marcó horriblemente, no recuerdo mucho de esa vez, excepto la sangre por todos lados, esa voz tan grave, el cuerpo rebanado y sin vida de mi hermana.

Ahora que les conté un poco de mi historia, dejenme contarles sobre mi, actualmente.

Me llamo Frederick Xavier Thompson, nací el 9/8 de 1985, tengo 32 años, soy un exitoso contador en una empresa privada de mi propio tio, mi padre y madre murieron el 14 de Septiembre de 1994, en un viaje de negócios a latinoamérica, me criaron mis tios, mi número de casa es el 796, no daré mi dirección completa por razones que ya entenderán.

Bueno ahora quiero que piensen en un número, no soy mago, no voy a adivinar en que numero pensaron, pero si yo tuviera que pensar en un número sería el 23.

¿Por que? Porque me persigue, para mi el 23 es vida, aunque sea la muerte para otros, dejenme explicarles eso de que me persigue, mi nombre, tiene 23 letras, el numero de casa en la que vivo 796, 7+9+6=23, mi cumpleaños es el 14/9, 14+9=23, nací en el año 1985, 1+9+8+5=23, nací en la semana 32 de dicho año, que es 23 al revés, mi hermana murio el 20/3 20+3=23, murió exactamente a las 23:00, según escuché, mi hermana fue rebanada en 23 partes, cuando murió ella tenía 19 años y yo 4, 19+4=23, a demás de que todas las horas que recuerdo de la noche en que murió, sumadas dan 23 mis padres murieron el 14/9 de 1994, 14+9=23, 1+9+9+4=23, demasiadas coincidencias ¿verdad?
Pero esto no es coincidencia, se llama destino.

Voy a contarles un secreto, dije antes que la muerte de mi hermana me había marcado ¿verdad?

Despues de este suceso enfrenté vários traumas, los psicólogos y medicos hicieron lo que pudieron, pero aún así, se les escapó algo, por alguna razón, no me gustaban los deportes, tampoco me gustaban los videojuegos, me gustaba observar a la gente y cazar, cuando tenía 10 años, mi tio me llevaba a cazar, era su forma de distraerme por todo lo que había pasado, pero lo que el no sabía era que yo disfrutaba matar, mientras mas grande era el animal, mas me entusiasmaba, cuando era adolescente, a la edad de 14 años, tuve mi primer pelea callejera, un chico intentó robarme con una navaja, y mi cuerpo se llenó de adrenalina, golpee su cara hasta que ya no se movió, tomé su cuchillo y le corte la garganta, lo degolle por completo, jamas me sentí tan vivo, dejé su cuerpo ahí, pero antes borre cualquier cosa que pudiera vincularme a el, aprendí algunas cosas de una série de televisión, limpié debajo de sus uñas, borré mis huellas del cuchillo, y para sentirme mas seguro, tomé varias bolsas de basura con unos guantes viejos que habia olvidado sacar de mi mochila, las arrastré hasta el cuerpo y las incinere, sabia que el fuego atraería a los bomberos, y borrarían cualquier otro rastro con el água, si no se quemaba el cuerpo completamente primero, mi camiseta estaba ensangrentada, y fui a la casa de mi amigo Lewis a pedirle una, diciendole que me habían robado la mía, así empezó todo.

A los 3 dias en el noticiero pude escuchar que mi asesinato aún estaba sin resolver y que no encontraron ningún rastro debido al fuego y al agua, también dijeron que la víctima se llamaba Logan Benjamín Richardson, en el momento no le dí importancia, pero adivinen cuantas letras tenia su nombre... ¿A caso tengo que decirlo? No creo que sea necesario, desde ese asesinato, comenzaron a fascinarme los números, hasta que me volví contador,  y el 23 se volvió mi vida, podria volverse tu muerte, en total, eh matado 43 personas, 20 de ellas conocieron mi historia con el número 23, las otras no aguantaron mis 23 puertas al infierno...

Les contaré como asesiné al señor  Stephen Michael Robertson, mi primera victima con la que estrené mis 23 puertas al infierno este necesitaba un contador, asi que lo recibí en mi oficina y me pareció un hombre muy... Presumido vestía un traje de color amarillo, un amarillo muy llamativo, era un chico de 22 años que creció entre lujos y ahora quería emprender un negocio de ropa, necesitaba mi ayuda para que todo este en orden, su nombre tenía 23 letras, lo cual lo convertia en una victima potencial, asi que acepte su oferta.

Un mes despues de seguirlo, reunirme con el, y administrar los gastos de su empresa, me sabía su rutina bastante bien.
Los viernes por la noche, el acostumbraba salir a beber, así que lo seguí, el iba en su McLaren hasta un bar, y siempre salía a fumar cada 1 hora o 45 minutos, así que cuando este salió por tercera vez a fumar, al verlo completamente solo, me acerqué a el sigilosamente por la espalda y lo dormí con somnífero, lo lleve a mi residencia que esta a 23 kilómetros de la ciudad.

Con el señor Robertson en mi cajuela, me dirigí a dicha residencia, cuando llegamos lo encerré en el ático, en el cual tenía una jaula instalada, cuando despertó comenzó a gritar por ayuda, me dió gracia que quisiera escapar de su destino, asi que le explique como iba a ser todo.

Con mis víctimas, peleo mano a mano, el duelo no es a muerte, el primero en ser derribado, pierde, pero el hecho de que gane no le garantizaría salir de la jaula, aleje al señor Robertson de la puerta apuntándole con un arma, y tire el arma fuera de la jaula, el vino corriendo hacia mi, e impacte mi primer golpe en su cara, cuando se levantaba, aún aturdido, le impacte mi rodilla en la cara, lo cual lo dejo fuera de combate totalmente, asi que preparé todo para las 23 puertas al infierno...

Esto, es un camino de tortura, inventado por mi, al cual nadie ha podido pasar de la décima puerta, la primera puerta, consiste en atar de cabeza a la victima, con el torzo desnudo y darle 23 golpes en la espalda algo de metal, normalmente utilizo un tubo de metal, la segunda puerta, consiste en atar a la víctima a una silla y golpear con el puño, dando 23 golpes al higado a puño limpio, la tercera puerta, consiste en golpear 23 veces al rostro con una manopla de hierro, la cuarta puerta consiste en hacer 23 cortes con una navaja por todo el cuerpo, la quinta puerta y una de mis favoritas es la de rebanar uno o todos los dedos de la mano que la víctima tenga preferencia, en la sexta puerta, las cosas comienzan a ponerse mas serias, la sexta consiste en removerle uno de los ojos a la víctima y obligarla a que lo mastique, si se niega, como normalmente pasa comienzo a escarbar en sus brazos con un cuchillo y toco varios nervios, lo que lleva a un dolor inaguantable, si terminan sediendo, la séptima puerta consiste en arrancarle a la victima un diente con una pinza, en la octava puerta es en donde 2 de cada 3 personas suplican piedad y se ponen a rezar, con una motosierra comienzo a cortar ambos pies de la víctima, el noveno camino es mas una diversion para mi, que una tortura, consiste en volver a dormir a la víctima con somnífero, cocer su boca y cuando despierte, comenzar a buscar puntos de dolor para provocar gritos y llantos, hasta que no pueda evitar abrir la boca y descocer los puntos, desfigurando sus labios, la décima, es donde casi todos mueren, consiste en estrangular con fuerza por 23 segundos a la victima, y repetirlo 23 veces, esta víctima no pasó de la décima puerta, aún quedan 13, pero esas 13 las guardaré para una víctima digna, para alguien que si merezca saber el secreto del 23.

Corté el cuerpo en 23 partes y pinté la palma de sus manos con color anaranjado ¿por qué? Creo que no se los conté, es mi color favorito, y da la "casualidad" de que mi tono de anaranjado perfecto es Rojo 255, Verde 166 y azul 66, 255-166-66=23.

Enterré el cuerpo practicamente deshecho en un bosque a unos 32 kilómetros de mi residencia.

Volví a casa, me di una ducha, cené, y me fuí a dormir, duermo como un bebé despues de matar, eso me calma, me tranquiliza...