Después de haber corrido tanto, toque a la puerta de la casa, grite por auxilio y mamá me abrió gritando y llorando, diciendo, - Cielo, estas bien, ¿qué te han hecho? -, me abalancé sobre ella y la abracé llorando.
— Mi niña, casi dejas un vacío en mi corazón, no vuelvas hacerte la valiente otra vez, prométemelo, por favor
—Te amo mamá, no quiero alejarme de ti, prometo estar en tu corazón, alma y aquí contigo, pase lo que pase — Dije mirándola a los ojos color madera mientras la abrazaba con todas mis fuerzas.
Eran aproximadamente las 7.00 pm, Autheryne y papá estaban durmiendo con la barriga vacía, mamáy yo haríamos lo mismo, abrazadas el calor de mamá confortaba mi pobre y desesperada alma, con ese sentimiento en el pecho fue fácil dormir con la mente en blanco y con el alma débil, veía como como cada vez mas la luz de la linterna se desvanecía ante mi, poco a poco cerraba mis ojos, entregándome una vez a las pesadillas de media noche
—Corre, corre, tenemos que llegar y solucionar el problema, ya es tarde mira el sol caer, nadie puede vernos somos dos almas perdidas en el crepúsculo de un ineficiente día, vamos desapareciendo como la luz de dos velas agotadas de brillar toda la noche, dame tu mano, empecemos a correr que ya viene la Élite, corre antes de que la noche nos consuma y nos deje morir... — Desperté de un salto, era otra vez el mismo sueño que aquejaba todas mis noches, cada vez era mas frecuente y mas largo, al parecer mis neuronas no podían trabajar para solo contar decrepitas ovejas y hacerme dormir como una persona normal—o quizás todas las personas de este inmenso mundo tenia sueños alocados, después de todo eran eso, sueños y su función es desconectarnos de lo normal— al levantarme de mi colchón mi cuerpo se sentía un poco adolorido después de aquella temerosa tarde, procedí a vestir mi delgado cuerpo con una delegada bata de flores que por lo viejo del trapo parecían marchitas, veía mis cabellos a través de un sucio y opaco espejo, esas fibras de cabello lisas como las raíces de una flor caían y me llagaban hasta los hombros, alborotadas cada una de ellas exigían la reconciliación con el cepillo, el desorden era tal que dolía pasar el cepillo a través de aquel cabello marrón, fue un acto muy valeroso para comenzar la mañana, ya era muy lioso tener que tratar con ello, pronto buscaría una solución para ello.
—Zaicel, apresúrate no tenemos todo el día—El grito de mamá significaba que la excursión semanal daba inicio.— Pronto lave mis dientes, me puse los úricos zapatos que tenia, y una ropa cómoda para todo el trayecto.
—Buenos días a todos
—Haz tardado en estar acá con nosotros, ¿Por qué la demora?— Pregunto papá
—He estado meditando un poco— Dije con la cara más sobria que podía poner en mi vida
—Dejemos de hablar tanto y comencemos a andar, nos cojera el chirrido- Dijo Autheryn desesperada. Al parecer a papá no le había gustado lo que dijo, y también tendría que decirme su critica constructiva acerca del desafortunado hecho ocurrido el día de ayer, pero al parecer ahorro cada uno de sus comentarios.
Mientras caminábamos por un pequeña pradera para adentrarnos al bosque los tres gigantes recordé que el señor Oliver antes de salir huyendo por el chirrido me había entregado un libro—No puede ser el libro—Grite sin pensarlo haciendo que mamá y papá me miraran atónitos. — puede haberlo perdido mientras huía, que estúpida eres Zaicel, no mereces que te regalen mas libros — Me decía a mi misma en mi mente, tendría que encontrarlo y pronto, parecía ser muy importante.
Mientras mas nos adentrábamos al bosque se podía apreciar la vida en plena libertad, papá siempre organiza esta excursión para hacernos saber— a Autheryn y a mi— que la naturaleza siempre ha de estar en libertad, y todos nosotros hacemos parte de la naturaleza. Todo me parecía bonito, el motivo por el cual recorrimos el bosque, el bosque, los animales, la naturaleza misma. Mientras caminábamos podíamos observar muchos animales, Autheryn había ahuyentado un hermoso conejo lo cual me había enfadado un poco, pues era muy hermoso, pero ademas de eso la paz que me daba ese lugar era muy confortable, era una paz que nada ni nadie podía brindarme, mi alma sentía volar en ese lugar, era algo muy bonito. Mientras el viento soplaba y las aves cantaban mis recuerdos envolvían mi mente, la cara de Jhon pareciera estar pintada en el cielo, era alguien muy especial para mi, pero ahí venia todos aquellos pensamientos que amortiguaban mi alma y alegraban mi cerebro,
La insensata vida podía separarme de el, y era algo que le suplicaba al universo que no hiciera—el alfiler de los pensamientos traspasaban lo débil de mi corazón en esos momentos—, Me sentía como en una cuerda floja entre la realidad y lo que quería, y definitivamente lo quería a el, mi vida a través de el ojo de una aguja, lo amaba lo deseaba pero el sorteo podía arrebatármelo,— Odiaba pensar en ello me sentía la mujer mas débil del mundo, pero a la vez quería ser mas que eso, quería ser un guerrera.
—Alto aquí señoritas— Pronuncio mi padre, haciendo que escapara de las garras de mis pensamientos
—Es hora de almorzar, y este claro esta muy hermoso para aprovecharlo y almorzar—Mientras mama hablaba sacaba de la mochila lo que almorzaríamos—Trate de traer algo apetitoso para todo ustedes.
Mientras mamápreparaba todo para comenzar a almorzar Autheryn canta una pequeña canción que le había enseñado la abuela.
Oh lluvia de verano cae en mi ser mientras remedias la sequía de mi alma, ya es hora de florecer y aun mi pobre capullo espera la lluvia que un día prometiste traerme, te sigo esperando mi lluvia de verano...
—Emparedadosde pollo, espero les guste, los hice con mucho amor, y fueron muy costosos, no desperdiciennada—decía mamá mientras servia a cada quien su respectivo sándwich.
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Segundo capitulo, pronto vendrá el tercero, espero les haya gustado, les agradecería que me apoyaran comentando sugerencias, solicitudes, para así desarrollar cada vez mas estas habilidades.
Att: BirdBoy
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EL SORTEO.
Teen Fiction"Tengo que sacar a mi familia del nivel uno y llevarla a un nivel mejor, a una vida mejor, y por otro lado tengo que sobrevivir al sorteo, nadie ha visto nuevamente a los que son elegidos, me da un poco de miedo pensar en que me elijan, tendría que...
