noche única.

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-desde ya, perdón si hay algún error <3

Sus pieles ardían con cada roce que había entre sí; sus respiraciones quemaban en los hombros del otro y pequeños jadeos salían de sus bocas con cada paso que daban hacia la habitación; Taeyong y Chittaphon se estaban dejando guiar por sus instintos, sin importarles todo lo que los rodeara y lo que fuera a pasar después. Ellos sólo querían ser los dos, en su propio mundo, sin pensar en las consecuencias de sus acciones.

Tal vez habían bebido, tal vez se habían pasado de copas.

 Pero de algo estaban seguros, y era de que el alcohol que corría por sus sangres, no era responsable de que sus labios hayan terminado juntos y, con sus molestas prendas, tiradas en cualquier parte de la habitación del hotel.

La camisa que Taeyong llevaba en un principio, se encontraba en el suelo con algunos botones flojos. El cuello del tailandés empezaba a tener unas ligeras marcas coloradas que al día siguiente estarían teñidas de un resaltante púrpura amoratado. 

Claro que todo eso estaba prohibido. Al igual que las relaciones amorosas entre los miembros de un mismo grupos, o el contacto muy afectivo entre los mismos. Pero esas reglas ya habían sido rotas desde un principio, y llegar un poco más lejos no les costaría nada. Al fin y al cabo ya estaban condenados a sus mismos infiernos personales, viviendo día tras día deseando a su compañero de grupo y "mejor amigo". 

Eran sus pecados prohibidos, eran sus tentaciones, de los cuales habían sobrevivido muchos años, pero no un día más, porque se volverían adictos al sabor de los labios del otro una vez pasada esa noche. 

Lo supieron desde que sus ojos conectaron el día que fueron avisados del viaje, desde que les dijeron que tendrían tres días solos en Tailandia (evitando el hecho de las promociones, que ya eran algo normal en sus rutinas). No serían acompañados por nadie más que no sea su manager; ni Jaehyun, ni Johnny, ni los Dream. Solos. Ellos dos. 

Una chispa corrió en los ojos de Taeyong, cuando vió a Ten bajar la mirada con una sonrisa de lado en sus delicados labios.

Ambos lo sabían.

En su último día de estadía, fue suficiente que de la boca del mayor saliera un "¿Quieres ir a brindar?" para que ambos chicos terminaran en la terraza del hotel, viendo el cielo estrellado de Bangkok, compartiendo fugaces miradas entre copa y copa, acompañados de música de fondo. 

Chittaphon tarareaba Thinking About You de Frank Ocean mientras llevaba la copa a sus labios, bajo la atenta mirada de su hyung. 

Él sabía que tenía toda la atención del mayor; y también sabía que no era algo que le disgustara.

Tragó el último sorbo de su copa y sonrió de lado cuando vió a Taeyong morderse el labio luego de que él pasara su lengua por los suyos, para así saborear hasta el último rastro de alcohol que tuviera en ellos.

Para ése entonces ya habían acabado la botella, y lo único que les quedaba para embriagarse, era cegarse con la presencia y tentación del otro, sintiendo la tensión que había entre los escasos centímetros que los separaban.

La tensión ya existía desde hace años, y ellos también lo sabían. Pero el vívido miedo de perder sus carreras los hacían mantenerse fieles al contrato y reglas que les había impuesto la agencia.

Pero éstas reglas dejaron de importa el día que el menor le pidió ayuda al mayor para "perfeccionar" el baile de su nuevo station, terminando en los brazos del otro, con sus respiraciones agitadas, frente a frente.

 No sabían si era la transpiración o el momento, pero la ropa había empezado a molestarles; tanto que parecía querer quemarlos vivos. Las manos de Taeyong estaban en la cintura de Ten, y los brazos de éste, rodeando el cuello del contrario. Parecía perfecto, porque lo era. Los labios del mayor rozaron cada parte del perfecto rostro del tailandés, mordiéndole el lóbulo de la oreja, hasta bajar a sus labios y quedarse quieto, disfrutando el momento. 

Thirsty ➳ taeten [O.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora