6.Pies en polvorosa

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Un día más Clotho se levantó temprano y se metió en la ducha. Al salir se vistió con lo que creyó más cómodo para bajar a trabajar al Santuario.

Átropos comenzaba a refunfuñar como cada mañana sobre la pinta que llevaba y lo poco de acuerdo que estaba con eso de trabajar en el Santuario cuando un suave golpeteo sonó en la puerta...

Clotho se acercó abriendo un poco la puerta viendo a Becca en el pasillo.

―Buenos días. Aimée dice que debéis ir a su despacho, parece que tenéis una visita importante.

Clotho asintió y le dio las gracias. Volvió dentro comunicándoles a sus hermanas lo que ocurría y una vez listas las tres salieron camino al despacho de Aimée.

Cuando entraron, Cloie tragó con fuerza al ver a Remi con la espalda apoyada en la pared, las piernas separadas y los brazos cruzados por delante del pecho.

Estaba tan guapo... Y tan enfadado... ¿Qué habría pasado ahora? ¿Seguiría enfadado por la discusión de la terraza dos días antes?

Aimée les ofreció un asiento. Lacy y Atty se sentaron pero Clotho prefirió permanecer de pie. Entonces una figura se movió en el balcón. Ella conocía esa sensación de incomodidad a la perfección.

Ilithia. Cada vez que la diosa de los nacimientos estaba cerca una fuerte sensación de tristeza invadía el corazón de Clotho porque le recordaba lo que nunca podría tener. Lacy salió disparada hacia su mejor amiga abrazándola con fuerza.

―Hola Lacy―dijo Ilithia más seria que de costumbre.― No traigo muy buenas noticias chicas... Ares y Atenea han conseguido encerrar a Escila y Ladón, de modo que ya no podrán haceros daño pero Forcis ha soltado a las górgonas... Hay muchas y os están buscando por todas partes.―Ilithia tragó con fuerza.―Y aquí viene la parte que menos os va a gustar. —La diosa soltó un suspiro que denotaba su preocupación. —Están dejando un rastro de estatuas de piedra a su paso.

―Está bien, ya es suficiente. Esto ya es demasiado... Que nos persiga a nosotras pase, pero que mueran inocentes por esto no lo voy a permitir― Clotho estaba enfadada y su voz lo reflejaba con claridad.

Remi no pudo evitar sentir admiración por la valentía de Cloie.

― ¡Eso no lo digas ni en broma! Ya me imagino en qué estás pensando Clotho y no voy a dejar que vayas al encuentro de Forcis.

―Átropos... Esa no es una decisión que te competa. Es mi responsabilidad y no voy a esconderme como una cobarde.

Ilithia miró a Lacy y ésta entendió lo que tenía que hacer.

―Cloie. Esa decisión no le compete a nadie que no seas tú, pero el futuro del mundo depende de nosotras. No puedes entregarte...

Clotho no las estaba escuchando. Parecía que todos tenían algo que decir y no iban a escucharla. Suspiró y se dio la vuelta saliendo del despacho.

Mientras se alejaba por el pasillo alguien la agarró del brazo.

― ¿A dónde vas?

La voz de Remi la sorprendió. Era seria y profunda. Más de lo normal, como si estuviese enfadado de nuevo.

―Al bar, a trabajar. Me cabrea que todo el mundo se crea con derecho a decidir sobre mi vida. Pero ya ves... No puedo hacer lo correcto porque soy una Moira―resopló frustrada.

―Ya, bueno, voy a decirte algo que tú me dijiste anteayer. Bienvenida al mundo real. Tienen razón, no puedes ir allí. Supéralo.

Clotho bufó.

Dark Hunters: Un giro del destino (Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora