Las risas juveniles adornaban la fiesta en la increíble mansión Benson. Fiesta en la que se celebraban mis 18 años. Los invitados disfrutaban de la música, mis amigos conversaban entre ellos recordando viejos momentos del pasado y pensando en su futuro, un futuro bastante cerca para ellos. Mis padres riendo conversando con mi abuelo. Mientras yo...
No sabría explicar correctamente lo siguiente, pues todo sucedió muy repentinamente. Entramos a la mansión, ignorando que mis padres estuvieran cerca de ahí o no y por suerte para nosotros, estaban distraídos con los invitados. Avanzamos directamente hacia mi cuarto, donde entramos torpemente para yo terminar tendida en la cama.
Instintivamente, bajó el cierre de mi vestido viendo como él hizo lo mismo desabrochando el cierre de su saco. Ambos terminando a torso desnudo, aunque yo tenía un sujetador negro el cual cubría mis pechos.
Se inclino hacia mí, sujetándome con ambas manos del rostro, y así besarme. Se apoyo con su rodilla sobre la cama, estando yo sentada en la cama normalmente, sintiendo las manos de él descender lentamente rosando mi piel; así como comenzó a bajar su boca, besando mi cuello, lamiendo y succionando, para morder levemente mi cuello como si fuera una bestia.
Suspire pesado, básicamente inmóvil. Sintiendo la lengua através de mi cuello, así como sus manos abordar por el interior de mi sujetador, sujetando y apretando mis pechos con poca delicadeza.
- ¿Habías hecho esto antes? - pregunté. Hablando con un tono de voz frágil, encontrándome completamente vulnerable envuelta en los brazos de él.
- No. - me respondió. Separando apenas un poco su boca de mi piel, mientras yo solo lo observe; viéndolo descender lentamente hasta quedar arrodillado en el suelo.
Lentamente separó mis piernas usando sus dos manos, todo mientras me veía fijamente con esos profundos ojos marrones, acompañados de una pequeña sonrisa. Para luego deslizar sutilmente sus manos por mis muslos, y así llegar hasta mi cintura, y así desabrochar los tirantes rosados que colgaban de mi cuerpo.
- Parece como si supieras lo que haces. - susurré. La verdad era esa, él había actuado repentinamente de una forma dominante conmigo; dejando de lado esa actitud serena, gentil, amistosa y tranquila que él siempre ha tenido conmigo.
- Nunca lo he hecho antes, pero creo saber lo necesario... recuerda que leí muchas veces los "catálogos" de Simón, sabes a qué me refiero. - me respondió. Y su argumento era más que válido, aceptable y razonable. - Y de paso Simón muchas veces me "pasó sus enseñanzas" con las experiencias que ha tenido con Ámbar. - reafirmo su argumento.
Dicho eso, metió sus dedos al interior de mi pantalón por el borde en mi cintura, para sí comenzar a deslizar lentamente hacia abajo los negros shorts que yo vestía. Yo solo reaccione cubriendo mi rostro con mis manos, estando bastante roja de la vergüenza, abriendo el espacio suficiente en mis dedos para asomar mis ojos.
- Te vez muy sonrojada. - susurró. Mientras terminaba de bajar mis shorts negros. Yo ayudé levantando un poco mis pies, para despojarme por completo de esa prenda a la cual él lanzo lejos.
- Es solo que... nunca he hecho algo como esto - respondí con el mismo tono de voz frágil, como el de una chiquilla frente a un lobo feroz. Era en verdad demasiado vergonzoso, verme en casi su totalidad desnuda frente a los ojos de un hombre.
Él solo sonrió, para luego repetir el acto y subir sus manos hasta mi cintura y sujetar con sus dedos suavemente mi ropa interior, para bajarlos nuevamente hasta quitarme dicha prenda y lanzarla por ahí lejos.
- Carajo. - solté con un pequeño murmuro acompañado de un pequeño suspiro, jadeando levemente. Ahora si estando plenamente desnuda.
Gruñí, cerrando mis ojos con fuerza así como apreté mis manos y mi cuerpo se puso rígido. Sintiendo la húmeda lengua de él rosar lentamente contra mi entrepierna, estremeciendo por completo mi cuerpo como si fuera un shock de corriente la cual golpeó mi cuerpo.
