Corre

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Me desperté con algunos dolores gracias a la posición en la que me dormí, me levanté y tomé el típico café de mis mañanas, me di una ducha y me cambié de ropa; quería salir a caminar un rato ya que no tenía clases debido al duelo por la profesora. Fui a la plaza y me senté en el pasto a observar a la gente que pasaba cerca mío, los niños jugaban entre ellos mientras los padres hablaban y los miraban. Me di cuenta de que alguien me estaba observando, era el mismo hombre que me estaba corriendo junto a su amigo antes de que sea arrollado. Pude notar como tenía una mirada llena de odio hacia mi, así que me levanté e intenté alejarme; para mi mala suerte el hombre empezó a seguirme el paso; me encontraba en la misma situación que la última vez, con un hombre loco siguiendome el paso. Paré de caminar y me di vuelta para verlo, se encontraba a unos metros de donde yo estaba; noté que sacó algo de su bolsillo, era un cutter, de a poco fue sacando la cuchilla de éste mientras una diabólica sonrisa se dibujaba en su rostro: comencé a correr lo más rápido que pude y él hizo lo mismo, comenzó a reír como un lunático mientras llevaba el cutter listo para herirme, se encontraba a solo tres metros de mí, pude sentir como los nervios en esa situación me estaban matando. Intenté doblar en una esquina pero me tropecé con un fierro que estaba tirado en el camino, el hombre estaba a unos pocos pasos de mí; cuando intenté levantarme me agarró de la remera, me levantó y empujó contra una pared mientras ponía una de sus manos en mi cuello; acercó el cutter a mi cara con una mano mientras que con la otra comenzó a tocar mi cuerpo.
-¡No me toques! Alejate de mí- le grité e intenté golpearlo; bajó el cutter hasta mi cuello e hizo un pequeño tajo.
-Si no te callas voy a matarte, pero antes jugaría un poco con tu cuerpo- dijo con una pequeña risa y cara de lunático mientras acariciaba mi hombro y bajaba de a poco la mano hasta llegar a mi pecho.
-Está bien, haz lo que quieras conmigo- cuando vi que bajó la guardia un momento le di una patada en sus genitales y salí corriendo mientras él intentaba levantarse del suelo.
-¡Pequeña mocosa! Voy a encontrarte otra vez y no vas a poder escaparte- dijo mientras intentaba seguirme, pero no pudo a causa del dolor. Corrí lo más rápido que pude hasta llegar a mi casa, entré y trabe todas las puertas y ventanas, fui al baño y me desinfecté la cortada, mi remera estaba llena de sangre; me di otra ducha y volví a cambiarme, me encerre en mi cuarto junto con Bracko y no pude retener las lágrimas, estaba harta de no poder salir tranquila a la calle y de no poder estar en paz las noches que pasaba aquí.

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⏰ Última actualización: Aug 29, 2018 ⏰

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