Capitulo 3♡ (Segunda Parte)

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Sus pies la llevaron hasta la puerta de su casa, de madera con grietas de lo que fue pintura verde. Escuchó voces adentro y una risa aguda y escandalosa. Su madre había llegado y traía visita.

No quería entrar, de verdad que no quería. Siempre que su madre traía a alguien a la casa las cosas no terminaban bien, se peleaban por todo y al final la dejaban castigada y sin dinero para comprar "flores". 

Sus padres estaban divorciados desde hace cuatro años, le habían otorgado la custodia a su madre y su padre se fue a vivir a Londres con uno de sus hermanos. __(tn) adoraba visitarlo porque su tío era divertido y tenía un departamento con una vista espléndida, además que tenía una mejor relación con su padre y él no la culpaba ni le recordaba la partida de "él".

Giró el pomo cerrando los ojos y rezándole a Dios que su madre la ignorara. La casa estaba a oscuras con las cortinas corridas y con unas velas aromáticas esparcidas por la alfombra del living. __(tn)pudo imaginar lo que ocurría. Era otro pretendiente.

Cruzó la entrada lo más rápido que pudo y una vez que piso el primer escalón de la escalera, no se detuvo hasta cerrar silenciosamente la puerta de su habitación.

Respiró aliviada y soltó una bocanada de aire contra la puerta. 

Lanzó su mochila al suelo y se tiró sobre su cama. 

Tenía muchas cosas en las que pensar y de las cuales la mayoría no eran buenas para su salud mental. Lo único que se permitió fue recordar la mirada de Niall, sólo eso. Le agradaba la calidez de su pupila y la forma en que brillaba y cambiaba de color con la luz. Se preguntó por qué no se había fijado antes en él, si Niall era diferente al resto. Tal vez estaba tan apartada de su entorno que no se daba cuenta de nada.

Sin embargo, no podía cambiar las cosas. Ese era su modo de desconexión del dolor, de la realidad y del pasado. Quería olvidar, mas era imposible. Así que se perdía en su mundo y hacía como que nadie existía.

Pero hoy, Niall la había conectado otra vez. La sorprendió y le hizo sentir otro tipo de emociones -como la gratitud y la simpatía- que se habían perdido en su cabeza hace mucho tiempo. Y lo peor de todo era que no dejaba de compararlo con "él". No se parecían físicamente, pero en la forma en que se preocupaba a pesar de haberla conocido hace un par de horas le ablandaba el corazón.

Hundió la cabeza en la almohada, acomodándose en la suavidad de la tela. Su habitación era el único lugar seguro dentro de su casa, el otro era el cementerio.

En eso recordó que pasado mañana sería miércoles, y eso significaba tomar el autobús después de la escuela, bajarse en la parada que quedaba frente a una cabina telefónica, caminar dos cuadras, comprar flores en el local de la señora Smith -una anciana de edad incalculable- y caminar entre los lechos de los muertos para detenerse frente a la lápida de "él".

"Te odio tanto, pero a la vez te extraño demasiado..." pensaba mientras contenía las lágrimas. Había llorado muchas veces encerrada en su habitación, siendo ignorada por su madre que no sabía del dolor que su hija sufría cada noche al recordar el rostro de su mejor amigo.

Una música lenta comenzó a sonar en el piso de abajo, se levantó a buscar su celular y los audífonos para evitar escuchar como su madre se acostaba con quien fuera que estuviera.

Estuvo acostada con la música al máximo hasta que la luz que entraba por la ventana se apagó y las paredes quedaron en penumbra. La luz anaranjada del poste frente a su casa se colaba entre las cortinas e iluminaba el techo, dándole un aspecto macabro al cuarto.

__(tn)no tenía ganas de dormir porque sabía que al final se despertaría, ella sólo quería dormir para siempre. Pero entonces recordaba la mirada de Niall, una sonrisa azul que aclaraba sus pensamientos. Tal vez, sólo esta vez, podía dormir deseando que el día siguiente llegara pronto.

тнe тree (nιall нoran y тυ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora