"Cuenta la leyenda que si vas al bosque encantado verás una enorme cruz. Debes encender una vela justo cuando empiece a anochecer. Cerraras los ojos y avanzaras diez pasos, no puedes abrirlos sin importar lo que sientas o escuches. No te desvíes, sólo sigue directo y ahí encontrarás la casa. Te toparas con lo que tal vez es una puerta, y tocaras tres veces la madera vieja"Katsuki es un niño curioso por la aventura, no es temeroso como los otros niños o Deku. El puede probar si dicho rumor es cierto. Vaya jovencito que logró las instrucciones, la puerta se abre encontrándose ahí con un hombre ahí de tacto gentil, siempre hablándole con amabilidad.
El pequeño rubio repite el procedimiento todos los días, siguiendo conversaciones con el. Recibiendo guías. Alimentos. Hasta el punto de enamorarse con el pasar de un par de años.
Pero el chico no podía abrir los ojos jamás, hasta el hombre se lo advierte tan pronto la idea pasa por la cabeza ajena.Crece. Se aman. Se besan.
Y para esto tengo dos finales, uno triste y uno feliz.
El triste seria: Él chico no puede más con la curiosidad sobre el rostro de su amado. ¿Qué es lo peor que pudiera pasar si abría los ojos? Un día, hizo su procedimiento, un paso, dos, tres, cuatro... Todo parece demasiado frío, como si supieran las intenciones de su visita. Tocó la puerta tres veces. Y abrió los ojos. Pero en lugar de toparse con el hombre, se encontró con el bosque vacío.Intentó regresar los diez pasos pero no estaba la cruz, y la vela se había apagado.Repitió todo otra vez, encenderla, diez pasos, golpear tres veces. Pero ya no había nada, y no volvería a haberlo...Aún si todos los días volviera a intentarlo.
El considerablemente feliz: El pueblo había tomado al chico por brujo al ir tantas veces al bosque y encenderle una vela a la cruz. La muchedumbre enardecida lo estaba persiguiendo después de darle una paliza, listo para sacarle la vida a golpes o quemarlo en la hoguera.
Katsuki se dirigió sin dudarlo al bosque. Con esfuerzo encendió la vela, cerró los ojos con fuertemente y comenzó a contar 10 pasos. Tocó la puerta con pánico. Y está se abrió. "Déjame entrar" rogó. "¡Pero no podrás volver!" Y en ese momento el joven abrió los ojos por primera vez, aceptado que ese no seria un problema.
Cuando el pueblo llegó, no había cruz, y la vela estaba completamente consumida. Jamás volvieron a ver al joven en el bosque encantado.
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KiriBaku Inspiracion
أدب الهواةSALUDOS, BELLAS PERSONAS. Un conjunto de ideas e imágenes de todo tipo respecto al KiriBaku, para aquellos que desean escribir y también para esos que quieren ver lindas imágenes y posibles historias, dejar volar su imaginación y quizá gozar de una...