Capítulo 5 - Alma

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Ángel Camacho – Lunes 19 de junio del 2017

Este caso me está preocupando demasiado. No puedo concebir que un chico tan joven desaparezca de la nada. Muero por encontrarlo, por saber donde se encuentra en este mismísimo instante. Me encontraba en mi oficina, tratando de reunir toda la información que hasta ahora había recaudado mientras trataba de disfrutar de mi café. La mesa de trabajo estaba desbordada de papeles, folios y carpetas. De repente, entró por la puerta Federico, mi compañero con una sonrisa optimista como siempre. Propuse ponernos al día con el caso de Thiago Martínez, necesitábamos actuar rápido y no dormirnos en los laureles. Junto a la pizarra de la pared de la oficina, colocamos fotos e información.

―Bueno hasta el momento sabemos lo siguiente: Thiago Martínez desapareció el sábado 17 de junio. Aproximadamente a la medianoche salió de su casa con su moto muy apresurado, según cuenta su vecina Marta y además falta la moto así que calculamos que fue exactamente lo que sucedió. Ya di aviso a los demás oficiales para que busquen la moto. Los padres se divorciaron hace poco pero no creo que sea motivo suficiente para escaparse de su casa, tiene que existir un motivo mayor. Luego están los amigos más cercanos: Victoria, Maxi, Lautaro y Adrián que no revelaron ninguna información crucial y creo que nos dijeron la verdad.

―No te olvides de Victoria, que actuó muy sospechosa y yo no me como el verso de lo de su hermano. Entiendo que la pudo afectar, pero Thiago es su mejor amigo ¿Cómo no vas a querer ayudar a encontrarlo?

―Si es todo un tema el de Victoria. Después voy a llamar a Carolina a ver si sabe algo de ella. Continuo...el lugar que todavía no investigamos es el trabajo de Thiago, un local de ropa en Morón. Vamos a charlar con sus compañeros y su jefe, a ver que saben.

―Si dale vayamos cuanto antes.

Terminé rápidamente mi café y nos fuimos.

Llegamos junto con Federico al local de ropa "High Black" en Morón. Pasamos adentro y nos atendió una chica muy sorprendido por nuestra presencia. Le realice varias preguntas sobre Thiago pero mucho no supo decirme. Hace tan solo dos meses que Thiago labura con ella y me aclaro que solo son compañeros de trabajo.

― ¿En serio desapareció? ¡No lo puedo creer! Con razón ayer faltó y mi jefe no podía ubicarlo. Me tuve que quedar muchas más horas por su culpa, que hijo de puta que es.

― Que linda forma de reaccionar que tenes―le salió del alma a mi compañero.

―Y muy sospechosa diría yo ¿Cómo es tu relación con Thiago?―dije levantando mi ceja.

― Perdón, es que me dio mucha bronca ayer tener que remplazarlo y quedarme más horas de las normales. Lo re puteé y le mandé mensajes pero nada. Con Thiago solo somos compañeros de trabajo, nada más. El sabe un par de cosas mías, las básicas...como si estoy saliendo con alguien, si vivo con mis papas, estudios, amigos y yo se las cosas básicas de él, pero nada más. Amigos, amigos no somos.

―¿Thiago no te contó nada extraño o no actuó raro el sábado?

―No, fue un día laboral normal, compró unas facturas para merendar y yo hice mates. Todo normal.

―Muy bien―dije después de dar un gran suspiro de desilusión por no estar avanzado para nada en la investigación―. Necesito hablar con tu jefe, ¿Se encuentra?

―Sí, ahora lo llamo. Andaba cerca de acá. ¿Quieren que venga hasta acá?

―Si por favor

Pasado unos minutos, estacionó un auto al frente del local y de él salió el jefe de Thiago y Cecilia. Un hombre delgado y con pinta de estafador. Vestido a la moda. Posteriormente luego de contar todo lo que estaba pasando con Thiago, el hombre dispuso toda la información que necesitáramos. Desde las cámaras de vigilancia del local hasta el papelerío de los empleados.

Fuera de horasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora