Capitulo 6

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Capítulo seis

- Abre la boca.- le ordenó antes de volver a aplastar sus labios con los suyos.

Finalmente Donghae comprendió que no valía la pena seguir resistiéndose, y dejó de luchar. Entreabrió los labios y de inmediato Hyukjae aprovechó la situación para besarlo. Y él permitió que Hyukjae lo besara a su antojo. Lo besó con desesperación, mientras su lengua invadía el interior de su boca y sus labios lo devoraban. Una vez que estuvo seguro de que Donghae no haría ningún otro intento de separarse, le soltó las muñecas y lo cargó en sus brazos para sentarlo encima del escritorio. Sus labios jamás se despegaron de los suyos mientras se acomodaba entremedio de sus piernas y le recorría el cuerpo entero con las manos.

- No seas tímido Donghae.- dijo con la respiración trabajosa. Él dio un respingo cuando sintió que le acunaba el culo con las manos y lo acercaba más a él, apegándolo a su dura erección.- tú también puedes tocarme.

El rubio dudó, pero finalmente se armó de valor. Deslizó las manos por las solapas de su saco y bajó, desabrochando cada botón de su traje. Luego lo abrió y Hyukjae permitió que se lo sacara, dejándolo a él en esa camisa blanca que se le traslucía y hacía que Donghae se derritiera por sus abdominales. Después lo jaló de la corbata y lo tiró hacia él, besándolo con una intensidad que a el castaño le sorprendió y le encantó.

El rubio lo deseaba. Siempre lo ha hecho. Nunca antes se había empeñado en fijarse en algún chico de la escuela, y mucho menos se había interesado en tener novio. Pero con él todo era tan diferente. Jamás se le había cruzado por la mente en algún momento que el director de la escuela fuese a fijarse en él. ¿Qué tenía Donghae que llamó la atención de Lee Hyukjae? Él sabía que había chicas atractivas e incluso chicos mucho más atractivos, ya que al parecer seguía su misma orientación, que se entregarían a él sin importarle las consecuencias. ¿Y cómo no? Si Hyukjae era tan caliente, profesoras y alumnos suspiraban por él.

Donghae rompió el beso cuando sintió que Hyukjae deslizaba una mano por debajo de su camiseta y de inmediato colocó una mano en su pecho, empujándolo suavemente hacia atrás. Él lo miró confundido.

- ¿Qué estamos haciendo?- le preguntó con el terror reflejado en sus ojos.- Esto está mal.

Él hizo ademán de levantarse, pero el castaño no se lo permitió. Apoyó las manos a sus costados, intimidándolo con la mirada.

- Tú no te vas a ninguna parte.

- Puedes perder tu trabajo, tendrás una mala reputación si nos descubren.

- Pero nada de eso ocurrirá si ninguno de nosotros dos dice algo.

Él negó con la cabeza, mordiéndose ligeramente el labio inferior.

- Pero somos hombres.

- ¿Y qué? Yo también soy maricón.

- No puedo.

- Sí que puedes.

- Pero soy virgen.- murmuró, bajando la mirada.

- Lo sé.- dijo y le levantó la cabeza con el dedo índice y pulgar, besándolo fugazmente en los labios.- Y me encanta que lo seas.- susurró.

- ¿De verdad?- le dijo con un brillo especial en los ojos. Él asintió y le acarició con ternura la mejilla.- ¿Y cómo lo sabías?

- No es algo difícil de saber. Eres tan inocente, Donghae...

- Y por mayor razón deberías entender que lo nuestro no puede ocurrir.

- Por favor... sé que me deseas, al igual que yo a ti.- le dijo y, aprovechando que traía puesto sus pantalones, metió una mano por entremedio de estos y se los bajo un poco, acariciándole el miembro por encima de la tela del bóxer. Él negó con la cabeza, pero no hizo ningún intento por separarse.- me gustas Donghae.

- Entonces si eres gay... Sabes que soy virgen, y que soy inexperto. ¿Por qué aun así me deseas?

- No lo sé. Sólo lo hago y ya.

Donghae lo miró con adoración. Pensó que tal vez debía dejarse llevar. Que no podía dejar pasar una oportunidad así. Por una vez, pensaría con el corazón y no con la cabeza.

Se arriesgaría. Rompería por primera vez las reglas de la escuela acostándose con el director y no se arrepentiría. Le entregaría su virginidad y le permitiría hacer lo que quisiese con su cuerpo, así como él probaría el suyo.

- Quiero follarte, Donghae.- dijo Hyukjae con la voz ronca.

- Lo haré.- le dijo, de pronto sintiéndose valiente. Por primera vez, dejaría su timidez a un lado y se mostraría guerrero frente a él. Hoy se sentiría deseado y sacaría su lado seductor.- Fóllame bien encima de este escritorio y me portaré mal en clases a partir desde mañana.

- ¿Qué tan mal te portarás?- Arqueó una ceja, aún con la mano metida por entremedio de sus piernas. Movió el bóxer a un lado y agarró el miembro del rubio moviendo suavemente su mano en un vaivén. Él se removió y gimió.

- Lo suficiente como para que me envíen donde el director.

- Buen chico.- sonrió y se mordió el labio. Más abajo, sentía su propio pene latir ferozmente. Había lujuria en sus ojos cada vez que lo veía y no podía evitar sentirse atraído. El rubio era un jodido imán.- te siento duro, cariño. Pero, ¿Estás lo suficientemente dilatado para mí?

En un segundo un dedo llegó a parar en el interior de Donghae. Él se arqueó y cerró los ojos con fuerza, gimiendo en voz alta.

- Shh. No gimas tan fuerte, lindo. Aún quedan profesores en la escuela y nos pueden oír.- le dijo mientras comenzaba a meter otro dedo, moviéndolos rítmicamente en forma de tijeras.

- Entonces... creo que es mejor que paremos.- le dijo entre jadeos.

- ¿Estás de coña? Ya te toqué y no pienso detenerme por nada en el mundo.

Donghae echó la cabeza hacia atrás y se concentró en el infinito placer que lo consumía. Podía sentir la respiración jadeante de Hyukjae mezclándose con la suya. ¡Estaba a punto de follar con su director! ¿De verdad se atrevería a hacerlo?

Una sonrisa tiró de sus labios. Por supuesto que lo haría...

𝑬𝒍 𝒅𝒊𝒓𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓 ◽ EunHae (+18) (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora