Capitulo 7

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Capítulo siete

Hyukjae lo tumbó encima del escritorio. El bolígrafo que estaba al lado rodó hasta el borde de la mesa y cayó al suelo junto con el lapicero. Folios y documentos importantes se arrugaron, pero a Hyukjae no le importó en lo mínimo. En lo único que podía concentrarse era en el inmenso placer que lo poseía al poder estar masturbándolo.

- ¿Te gusta? - Le dijo Hyukjae con la voz agitada. Sus largos dedos seguían follándolo por detrás de una manera exquisita. Más rápido y más intenso. La espalda de Donghae dolía por estar tendida en la dura madera del escritorio, pero era lo que menos importaba. Sólo tenía mente para pensar en lo fantástico que se sentía que Hyukjae le prestara atención a su miembro y a su ano a la vez.- dime si te gusta que te esté follando con los dedos.

- Sí, oh... ¡Sí!- gimió, cerrando los ojos con fuerza.- por favor...

- ¿Por favor, qué?

- Fóllame.

- Que puto eres, con que quieres que te folle, ¿Eh?- dijo y una sonrisa de pura lujuria apareció en su rostro. Sacó los dedos, ahora húmedos de su interior y con el dedo de al medio comenzó a hacer círculos en su glande. Él abrió los ojos de golpe y lo único que pudo ver fue el techo de color beige del despacho.- ¿Y con qué quieres que te folle?

- Tú sabes con qué...

- Dimelo.

Hyukjae siguió frotándole el glande energéticamente. Y no se detendría. Disfrutaba viendo la expresión de placer en el rostro de Donghae, así mismo como él disfrutaba de su propio placer, viendo como el pecho del rubio subía y bajaba rápidamente conforme jadeaba. Había sudor en su frente, y unos cortos mechones se le había pegado en las mejillas. La piel le brillaba a lo largo de todo el cuello, perdiéndose por sus clavículas.

Pronto se correría, y estaba claro que Hyukjae no tenía ni la más mínima intención de detenerse.

- Dímelo.- repitió- quiero oírte...

- Por favor...

- ¿Con qué quieres que te folle?- preguntó, mirándolo fijamente a la cara. Él se retorció, pero supo mantenerlo quieto con una mano mientras que con la otra continuaba con su tortura.- ¿Tal vez con la lengua? Porque tengo unas inmensas ganas de comer tu dulce culo ahora mismo.

- No...

- ¿Entonces qué?

- ¡Quiero tu polla!- exclamó, pero con el cuidado de no elevar tanto la voz para que afuera no la escucharan.- quiero tu maldita polla dentro de mi culo follándome. Duro y fuerte. Una y otra vez.

- Joven Lee.- Dijo Hyukjae fingiendo sorpresa.- pero qué boca más sucia tiene.

El rubio gimió y arqueó la espalda. Un pequeño hueco se formó entre él y el escritorio, y cuando estiró las manos a sus lados buscando algo de apoyo, sin querer, botó un cuadro que estaba encima y cayó al suelo causando que se quebrara.

- Córrete.- murmuró el castaño.

El cuerpo de Donghae se sacudió, y él lo sujetó de las caderas para evitar que cayera del escritorio y se lastimara. Lo miró con ternura cuando escuchó que decía su nombre al momento que llegó al orgasmo antes de que la tranquilidad volviera hacia el rubio, permitiéndole respirar con normalidad. Pero el menor sabía que Hyukjae aún no terminaba con él...

- Me encantó oír la pronunciación de mi nombre en tus labios.- dijo Hyukjae estirando una mano para acariciarle la mejilla.- te hice llegar a tu primer orgasmo. El primero de muchos...

Lee Hyukjae tomó los bordes de los pantalones y los bajó. Le bajó el bóxer azul marino y los tiró hacia algún lugar de la habitación. Donghae se incorporó, sentándose encima del escritorio.

- Será rápido, ¿De acuerdo?- dijo Hyukjae mirándolo a los ojos mientras se desabrochaba a sí mismo el cinturón del pantalón. Esos mismos ojos que ahora ardían en llamas.

Donghae sólo asintió.

- Termina de desvestirme tú.- dijo al momento que dejó caer los pantalones hasta sus pies. Tomó la mano de Donghae y la dejó sobre su propia entrepierna, apretándole los dedos contra su erección palpitante. La boca de él se entreabrió, y flexionó un poco los dedos al sentir la dureza de su pene sobre la tela del bóxer, provocando que desde la boca de Hyukjae saliera un pequeño gemido.- quiero que tengas la suficiente confianza para tocarme, así como tú la tuviste conmigo.

Tímidamente y muy despacio, Donghae tomó por los bordes su bóxer y lo tiró hacia abajo. Se sonrojó al ver su erección salir al aire. Dios, estaba empalmadísimo...

- ¿Y bien?- Hyukjae sonrió, claramente gustoso ante la expresión en el rostro del rubio.- ¿Qué piensas?

- Señor director.- dijo fingiendo sorpresa, apartando la mirada de su erección para mirarlo a los ojos.- lo único que le diré es que a pesar de su edad, se mantiene en buena forma.

Él arqueó una ceja, luego se envolvió el pene con las manos y comenzó a sobarlo. Donghae jadeó y ensanchó los ojos, volviendo otra vez toda su atención a su entrepierna.

- Para su información, joven Lee, tengo veintiocho años lo que significa que no estoy tan viejo. Y mi pene funciona perfectamente.- quitó sus manos y lo cogió de los muslos, separándole las piernas para acomodarse mejor al medio de ellas. Le acarició el interior del muslo derecho, y lo sintió estremecerse.- ahora mismo se lo demostraré.

Hyukjae rasgó el condón que guardó del bolsillo de su pantalón y lo deslizó a lo largo de toda su erección. El rubio volvió a recostarse encima del escritorio, inspirando profundamente para tratar de tranquilizarse. Iba a perder su virginidad, ¿Cómo no iba a sentirse nervioso?

- Relájate, lindo.- dijo Hyukjae con la voz suave, y toda tensión en el cuerpo de Donghae desapareció cuando él se inclinó para depositar un beso tierno en el interior de su muslo izquierdo.- prometo que lo disfrutarás tanto como yo.

El estudiante cerró los ojos con fuerza hasta el punto en que le dolió cuando sintió que Hyukjae comenzaba a presionar su glande en su dilatada entrada. Luego empujó con fuerza, sin tener la menor vacilación u oscilación. Fue intenso y duro al mismo tiempo, desgarrándole la virginidad anal por completo. Él se mordió los labios para evitar gritar y clavó las cortas uñas que tenía en los antebrazos del castaño, pero él no se quejó. Al paso de unos segundos, comenzó a moverse, retirándose de él para volver a entrar con la doble intensidad de antes.

Hyukjae lo estaba follando duro y salvaje, gimiendo con cada golpe que daba en su interior.

- E-Estás... jodidamente... estrecho.- pronunció con dificultad.- mi... polla... se... siente... increíble... dentro... de... tu... culo.

- Sí, sí, sí.- gimió. El escritorio temblaba con fuerza bajo el rubio conforme él seguía penetrándolo, una y otra vez, más rápido.- oh... Dios...

- Ya estoy cerca.- gruñó, sintiendo como Donghae se ceñía con fuerza alrededor de él y en lo cerca que estaba de llegar al orgasmo.- córrete conmigo, por favor...

Empujó una vez más y Donghae se arqueó cuando, por segunda vez en el día alcanzó el clímax. Hyukjae lo acompañó después, quedándose inmóvil en su interior, cerrando los ojos con fuerza y apretando los dientes para no gritar. Él quería gritar el nombre de su alumno con todas sus fuerzas y de ese modo anunciar a todo el mundo que había alcanzado el cielo junto a su chico (sí, su chico, joder), pero no quería levantar sospechas por lo que reprimió el grito a mitad de su garganta.

Aún sin retirarse, colapsó sobre él. Se inclinó encima del escritorio y lo abrazó, con la cabeza apoyada entre su pecho. Tenía los ojos cerrados y se esforzaba por volver a tener la respiración regular. Donghae lo envolvió con los brazos por su espalda, sintiendo lo húmeda que estaba su camisa por la transpiración y enredó los dedos en su cabello.

Y así, en medio del silencio, él pensó en todo el cariño que comenzaba a agarrarle.

𝑬𝒍 𝒅𝒊𝒓𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓 ◽ EunHae (+18) (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora