Refugio [#PremiosUltra2017] (Tododeku)

Relajación

Todoroki mira al más bajo con una expresión que entremezclaba sorpresa, preocupación, tristeza y melancolía. Aquella noticia le había caído como un rayo, creando un incendio que quemaba su pecho intensamente.

–¿Estás...?–pregunta sin realmente preguntar nada, pero Izuku le entendió al momento.

–Sé que no es la decisión más sensata y por supuesto es la más complicada, pero también sé que es la decisión correcta. Estoy seguro–dijo algo apenado pero sin quitar esa pequeña sonrisa. –Voy a ser un héroe pero también quiero ser el padre/madre de este pequeño.

–...–El más alto no dice nada, sólo toma en brazos al peliverde y lo abraza contra él fuertemente en respuesta a todos los sentimientos que le estaban invadiendo en ese momento.

–¿Todoroki-kun? –se sorprende al sentir los brazos del más alto alrededor suyo. Su cuerpo estaba paralizado, sin saber si abrazarlo de vuelta o apartarlo ligeramente para saber por qué del abrazo.

–¿Le dirás al padre? –preguntó mirando a la nada, con los ojos llorosos y aun con el más bajo confundido entre sus brazos.

–No. Él jamás se enterará nunca, y no creo que tenga mucho sentido para este punto. Será mi hijo, no suyo

–... ¿Me dirás a mi quién es? –en realidad no quería saber, no quería confirmas lo que ya sabía.

–... Lo siento, Todoroki, pero no puedo, no quiero que... mejor dicho, no deseo que tu visión de él cambie como ha cambiado la mía

–Lo entiendo– desgraciadamente su visión de sus compañeros ya había cambiado para mal, no sólo del posible padre, sino de aquellos que no lo ayudaron cuando lo necesitó. –Entonces... al menos déjame estar contigo en este proceso

–... ¿He? – el peliverde se separó para mirar el rostro de su amigo y notó su mirada triste y afligida, –¿A qué te refieres?

–Bueno... tendrás ahora que ir a chequeos médicos, hacer otro tipo de ejercicios para no lastimarte, incluso asistir a asesoría. Va a ser duro para ti y yo... quiero estar contigo en esos momentos

–Todoroki-kun, no es...

–Por favor–pidió casi desesperado. Al chico de pecas le sorprendió aquella actitud desconsolada tan repentina. –Sé que tu madre estará contigo pero creo que sería bueno para ti... que un amigo esté a tu lado, y no sé si planeas decirle a los demás pronto. Además, yo ya sé la toda la verdad, o al menos sé los detalles que no les has contado a los adultos, así que soy la mejor opción para a ayudarte

–Bueno sí pero ¿No te será incómodo? Soy un adolecente hombre embarazado, todo va a ser mil veces más incómodo que en cualquier situación de embarazo normal. Yo puedo pasar por eso, o al menos ya estoy consciente de la vergüenza pública o la respuesta social que va a causar esto–sin darse cuenta comienza a murmurar para sí mismo. –También está el hecho de que debo ir comprando cosas para el bebé y sacar un seguro, aunque no sé si el seguro que tuvo mi mamá aplique para mi caso y luego me preguntarán porqué el padre no está. Ahora que lo pienso mi madre también me va a preguntar sobre eso y mi panza me va a crecer mucho y no puedo decir que engordé porque...

–Midoriya, tranquilo–dijo interrumpiéndole su monólogo no tan interno, –escucha, daremos un paso a la vez ¿Está bien? Sólo déjame estar ahí para... todo lo que acabas de mencionar ¿De acuerdo? Y si tú madre o alguien pregunta puedes decir lo que me acabas de decir a mí, que no quieres que él se encargue, no tienes que dar la explicación completa de la razón de porqué

–Bueno... sí, esa es una buena idea–dijo respirando otra vez–pero Todoroki, no quisiera que vieras todos esos procesos vergonzosos

–Te he visto en peores situaciones. Literalmente vi como un niño pequeño te pateaba en la entrepierna frente a la clase y te he visto sin camisa ensangrentado más veces de las que puedo contar–él peliverde se sonroja por ese comentario, cosa que hace saltar un poco el corazón de Todoroki. –Así que sólo déjame ayudarte, créeme que, aunque parezca lo contrario, te será menos vergonzoso si yo estoy ahí contigo