La lista

56 6 0
                                    

-Cerré la libreta, decidido de lo que haría, nadie podía cambiarlo-

Mi nombre es Daniel, tengo catorce años, hoy es mi primer día de clases y me sentía bastante emocionado, acabo de preparar mi mochila, listo para ver a mis compañeros, mis amigos, mis hermanos de tantos años que tanto apoyo me habían brindado durante tanto tiempo, tomo mis cuadernos, todos cuidadosamente forrados con papel azul brillante, mis esferos, lapices y cosas que seguramente perderé en pocos días, puesto que era bastante descuidado con mis pertenencias, saque todo lo que necesitaba de mi anaquel, hasta que al fondo de mi escritorio quedaba una libreta, aun está nueva, pero se me hace muy cursi llevarla, pero fue un regalo de mi hermano así que sentía que tenia cierto valor emocional aunque materialmente la detestaba, así que simplemente cierro los ojos y la introduzco en mi mochila sin reproche.

Bajo las escalera, ansioso de irme, liberarme y abandonar esa grande y vieja casa, nunca me ha gustado estar en esta casa, me siento como si no perteneciera aquí, como si fuera una especie de bicho raro; sali de mis pensamientos, no habia nadie en la cocina por el momento asi que improvise algo de comer, mi desayuno es siempre igual, unas tostadas, con leche y chocolate que a pesar de haber sido hecho en 2 minutos, lo hacia con amor, amor propio y me quedaba de verdad exquisito.
-Buenos dias- dice mi padre con su voz ronca y grave.
- Que hay- digo despreocupadamente, ni siquiera me respondió pero no quería pelear desde tan de mañana.

Acabe vorazmente con mi desayuno y salí, listo para irme, abrí la puerta y ahí estaba, linda y peluda como siempre, una preciosa perrita golden, cuyo nombre coincidía de una manera divertida con la chica que me gustaba, curioso no? Tu mascota se llama como esa persona especial, resultaba irónico, esta chica especial para mi estudiaba en otro colegio, pero eso no impedía nuestras conversaciones de días enteros, llanas de risas, lágrimas e historias interminables, la conocía de años, así que terminar una conversación con ella era imposible, siempre que la llamaba me recordaba a ella.
-Laura, ven aquí- la llame a mi perrita cariñosamente ella vino y se sentó junto a mi, sintiéndose segura, me encantaba eso de esta perrita, era muy dulce conmigo, no sabría que hacer si algún día alguna de las dos Lauras me hiciera falta.

-Luego jugaras con el perro- dijo mi padre algo molesto, nunca me dejaba jugar con ella, era como si quisiera que yo no tuviera contacto con nadie, pero luego de tantos años me acostumbre a eso.
Me subí al auto , s tiendo al fin esa sensacion de paz y ansias por ver a mis amigos, mi padre subió al auto y arranco, el camino era mas o menos largo, resultaba bastante relajante, mirar las casas, los arboles y las personas, todos llenos de ese aire mañanero, hasta que nos detuvimos, junto a la entrada del colegio, me baje del auto y mi padre se fue en dirección opuesta a la mía.

Ya en el colegio, sabia que no había marcha atrás, las vacaciones terminaban y debía volver a comenzar
-A toda madre! Diez meses de tortura- me dije a mi mismo con mucho sarcasmo, luego de eso espere con ansias, mis amigos de videojuegos, mis amigos mas cercanos, amigos de fútbol, todos se acercaron a saludar, a hablar un poco, pero faltaba algo, nono, alguien, me sentía feliz, aunque tenia solo ojos para buscar a una persona, mi mejor amiga, era tan especial para mi, eramos tan unidos, ella era hermosa, no podía negarlo, pero aun así, nunca me enamore de ella, pero las personas no entendian ese punto; hasta que por Fin la encontré, estaba saludando a sus amigas, así que salude con todas y a ella la abrace, un abrazo largo y tierno, su aroma me rodeó, olía a flores y eso junto a su suave cabello y su linda sonrisa, eran mi todo, mi vida completa.
-Hola Ale- dije suavemente en su oído,-Hola Dan- dijo ella con voz tierna, siempre adore a esa mujer, eramos mejores amigos porque estábamos seguros de que ninguno amaba al otro así que, había una confianza extrema entre nosotros, eramos como hermanos, y ella era como un ejemplo a seguir para mi, justo en ese momento se escucho el timbre indicando que debemos dirigirnos a las aulas.
-Pff justo ahora? Odio ese timbre amiga- todos sabian que vendria,así que me prepare para el típico discursito de todos los años, la presentación frente a los compañeros de curso.

Habian pasado ya 2 horas sin nada interesante, pero el timbre anunció la siguiente clase, busque mi horario.
-Maldicion, literatura, enserio? Jajaja ojala la maestra de este año no sea tan torpe, verdad Mr.X?- le dije a mi amigo Xavier llamándolo así porque siempre traía el cabello casi rapado, tal como el personaje de los cómica de Marvel de lo que tan fans eramos entre los dos, él asintió y sonrió -Veamos con que clase de gilipollas tenemos lenguaje- luego de un rato llego la maestra (al parecer era nueva) era alta, delgada se notaba que traía la misma pereza que todos, de sefuro se levanto muy temprano a tener que aguantarnos todo el santo día, fue una clase igual a todas, hasta que ella propuso un trabajo, deberíamos llevar para el siguiente día, una lista de cosas que nos dan esperanza y son un apoyo para nosotros, -ay no manches-, dije en voz baja, debe ser de esa profesora que te llena de consejos y palabras de autoayuda, asi que hacer una pequeña lista para demostrarle a la maestra de que no me sucidariabo algún objetivo que ella quiera; aunque cuando comenzamos note que todos escribían, y yo solo mire mi libreta, tan cursi, pero vacia, no sabia que escribir, así que lo primero que se me ocurrió, las 2 cosas que mas quería en el mundo, mi mejor amiga, Alejandra, y la chica que me gustaba, Laura, anote eso y guarde mi libreta, para pensar luego en otras razones por las que soy feliz.

Pase el resto del día comiendome la cabeza pensando en eso, hasta que llego la salida, mi padre vino a verme, así que conecte mi celular a la radio y puse una canción que me recordaba a Ella, Laura, la cancion era de una banda independiente de mi país, amaba un verso que decia- No me molestaría, estar contigo con el resto de mi vida, me encantaria- tarareaba la melodía en mi mente, alegremente pensando en ella.

Llegue a mi casa, parecía un gran y largo dia, que mejor para eso que una buena comida, almorcé y luego me puse a hacer la única tarea que tenia para aquella triste tarde, la lista de las cursis esperanzas que la maestra de literatura quería, tome mi libreta nueva y al cabo de una hora ya tenia mi lista.

Mejor amiga, Ale
Amor, Laura
Mejor amigo, Xavier
Amiga confiable, Valentina
Mi mascota, Laura
Mi compañero de la escuela, viejo amigo, Fernando
Mi hermano, Christian

Con esas 6 personas (y un perro) me sentía seguro y eran amistades muy sinceras, por quienes sentía especial afecto.

Al siguiente día todo continuo relativamente igual, la maestra reviso la tarea y dijo que guardemos eso en nuestros corazones, que son personas que nos aman y sufrirán si no estamos. -tonterias- pense sin saber que esa lista seria a lo que me aferraría en un futuro no muy lejano.

Lista de esperanzasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora