Un último intento

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-Cuando me preparaba para hacerlo, tome el contenido de la caja con mis dedos, mi celular vibró, quien demonios llama en las peores circunstancias?-

Me asegure de que aquella caja siguiera en su lugar, luego cerré la puerta de mi armario, mi celular tenia mensajes de Isa y de Laura, respondí rápidamente a Laura, quería que todo sea perfecto, por otro lado, a Isa le cobre lo que paso con Ale y lo que estaba por venir esa noche, ella se emociono por mi, eso me hizo pensar en las beses que Ale se emociono por mi y mis ideas de conseguir el amor, ahora estaba solo, ella se había ido, y me odiaba, no podía retroceder el tiempo.

Me puse una elegante camisa celeste, con un jean negro y por último unos zapatos grises, era un look bastante oscuro pero así es como me sentía, a pesar de que quería que Laura tenga una bella impresión de mi.

Estuve mas que puntual en nuestro punto de reunion, ella llego y me saludó, a veces olvido que se ha convertido en una señorita y me sorprende lo mucho que ha cambiado, aun así, siempre he sentido un respeto mas que especial por ella
-Hola- dijo animadamente.
-Hola, como estas? No te he visto en mucho tiempo- dije, queriendo ser lindo.

Nuestra platica se alargo a la gran caminata hasta el monte de los colibrís, cuando llegamos, la luna se posaba como reina del cielo azul oscuro, completamente despejado, bajo la lluvia de luz, me aventure por primera vez a mirarla, traía un vestido azul oscuro(al igual que la noche), unos zapatos blancos, muy limpios y pequeños, traía su inconfundible collar con una piedra lunar colgando en su pecho, el cabello suelto y sus ojos, hermosamente cafés, penetrantes a la vista, simplemente preciosos
- Entonces...vas a sentarte o te quedaras mirándome como un alien- bromeo Laura
-jaja muy graciosa- le dije y pase mi mano sobre su cabello, poniéndoselo en su cara, me senté en el césped, ella repitió el acto, comenzamos a hablar, teníamos mucha confianza, apoye mi cabeza en su regazo, ella jugueteaba con mi cabello, no dejo que nadie juegue con mi cabello, pero ella era un caso particular así que se lo permitía, y me gustaba, mientras lo hacia, podía mirar sus hermosos ojos.
Una pregunta muy infantil salio de mis labios, -deberíamos viajar por el universo no crees?- cuando hable fue demasiado tarde, pensé que ella me miraría extrañada, pero al contrario, ella parecía pensativa, -creo que necesitarías compañía, viajar tanto y estar solo, no es buena combinación, verdad?- asentí, otra cosa salio de mi sin poder controlarlo -sabes? Creo que el universo es muy grande, pienso que la compañía basta para que sea un gran viaje- cuando lo dije, me helé completamente.
-Pero, con quien?- pregunto ella mirando el enorme cielo, me senté y ella se extraño, la mire y le dije -yo se quien puede ser la elección perfecta, tú, Laura, nunca te lo había dicho, pero me gustas, mucho, desde la escuela- luego de semejante revelación, me acerque a ella, tome su mano izquierda, y con mi mano derecha acaricie su suave cabello, me acerque aun mas, y nuestra respiración se sincronizo, luego, le di un tierno y delicado beso, en sus suaves labios, ella me miro, asombrada.
Sin pensarlo de nuevo me aventure a darle otro beso, este fue mas largo, mas intenso, ella se recostó en el césped y yo termine sobre ella, pensé que estaba mal, ella podía malinterpretarlo, pero el beso era todo en ese momento, ella era todo lo real el césped, la luna, el cielo, la lista, no eran nada comparado a la felicidad que sentia, al rozar sus labios de caramelo, sentir su mano de seda, su cabello de luz, era hermosa, perfecta.

Nos levantamos, ahora estábamos frente a frente -Enserio me gustas Laura, y quiero ser mas que tu amigo,-
Ella me miro con ternura -Tu también me gustas Daniel, solo que, eres mi amigo, de verdad, y no quiero perder la amistad por amor, me siento insegura de querer hacerlo, lo siento, pero no puedo hacer esto- ella se levantó, tomo su bolso y se alejo, me quede sin palabras, ella también me quería!! Pero, se acaba de ir, por que? No entiendo en lo mínimo que fue lo que paso, comencé a comprenderlo, ella también se había ido, no nono esto no puede ser verdad, esto no esta pasando, intento levantarme e ir tras ella, pero me desplomo en el césped, imponente, insignificante, bajo el basto cielo.

Abrí la puerta de mi casa, había perdido a las dos ultimas cosas a las que me aferraba para ser feliz, y sin la felicidad alguien no puede vivir, por tanto, acabo de perder a las 2 personas que me aferraban a la vida, ahora ya no tengo sentido aquí, estoy solo, perdido, agonizando.
Llego a mi habitación, tome la libreta, tache los dos últimos nombres que quedaban, algunas lágrimas cayeron, so de la hoja, ahora vacía.

Se me ocurrió una idea, la había reservado para otro momento, pensé que no llegaría tan pronto, tome el papel vacío de la la inexistente lista y comencé a escribir, una carta, de las que las personas hacen antes de hacerse un daño irreparable, así que si terminaron de leer esto, yo ya no estaré vivo.

Cerré la libreta, decidido de lo que haría, nadie podía cambiarlo, camine fríamente por mi habitación, aun con la libreta en la mano,- Donde la puse?- Pensé.
Estaba reflexionando en todo lo que me llevo a tener que buscarla, ya recuerdo, la oculte bien para que nadie la encontrara, solo yo, cuando sea necesario, abrí mi armario, tome la caja, sentía la adrenalina en todo mi cuerpo, abrí la caja, revise detenidamente su contenido, solo había una cosa ahí, era todo lo que necesitaba, cuando me preparaba para hacerlo, tome el contenido de la caja con mis dedos, mi celular vibró, quien demonios llama en las peores circunstancias?

Deje la cuchilla de afeitar, muy afilada, de vuelta en la caja, tome mi teléfono, pensé que ninguna perdona en el condenado mundo querría hablarme aún, Isa, me estaba llamando, al parecer lo había estado haciendo toda la tarde, le conteste, ya no había de que guardarse, le dije con punto y coma, de que es el o que estaba a punto de hacer.

Ella comenzó a suplicarle que no lo haga, me dio consejos típicos, de esas campañas contra el suicidio que no sirven para un carajo, deje el teléfono en altavoz mientras me ponía ropa vieja, para ahorrarles la ropa nueva y que sirva a alguien mas, ella comenzó a relatar una historia, había estado igual de sola que yo, ella también estaba decidida a hacer lo que yo haría, pero la diferencia fue, ella no tenia a nadie, nadie la llamo esa noche, simplemente no tuvo fuerzas para hacerlo y ahora ella podía brindarme fuerzas, -Que cree que soy? Un niño de kinder?- ella contó que había odiado a todo el mundo, me di el lujo de escucharla antes de suicidarme, me contó muchas historias, de como logro recuperarse poco a poco, desde que Fernando armo un escándalo, la noche del baile, ella estuvo vigilandome, como si fuera un ángel guardian.

Esas palabras me conmocionaron, tanto que solté la cuchilla y cayó al piso, me quede reflexionando, por que rayos le importaba a alguien que casi no conozco? Ella me hizo reflexionar, ella me hizo entrar en razón, por que? Acaso aun quedan pequeñas esperanzas sueltas por ahí? Acaso puedo salir de este agujero de malas desiciones? Acaso la persona que menos esperas es la respuesta?
Al parecer si, rompí en llanto, y luego Isa me dijo que estará bien, ella misma se encargara de hacerme feliz, y lo hizo, ahora ya no tengo ganas de hacer lo que quería hacer, me siento mejor, quizá no tanto, pero al menos las lista de esperanzas había aumentado una persona, Isa una nueva esperanza, luego de esa noche no solo salí con nuevas ganas de vida, sino con una gran autoenseñanza:

La personas que menos esperas puede ser la ultima esperanza, el ultimo rescate, una nueva oportunidad, a veces solo necesitas, un último intento, puede ser un nuevo comienzo.

-Esta historia va dedicada a Dome, por su sincero apoyo, por esa llamada que me salvo, gracias-

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