BYE, BYE, ANTHONY

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Me desperté por el sonido de la campana de la catedral del pueblo, mi brazo izquierdo adormecido solo me recordó que pase la noche frente a mi ordenador, pase saliva para no sentir mi garganta tan seca y escuche los golpes sobre la madera de la casa de mis padres, alguien salía corriendo hacia la entrada, camine hasta la salida, de ahí a la reja y camine acercándome a Esteban mi hermano, quien estaba hablando con unos hombres, suspire un poco, más bien tomando valor de preguntar, ¿Por qué estaba sonando esa campana?
- Buenos días, Uriel, no te habíamos visto desde hace mucho tiempo- dijo uno de los hombres junto a Esteban
- Hola Lucios, ¿Qué tal la familia?- pregunte mas por cortesía
- Esta bien, gracias, de hecho el es mi chico, Albert, saluda a Uriel-
Y un chico de unos trece años me extendió la mano educadamente para saludarme,
- ¿Por qué está sonando la campana así?- Al fin pregunte
- Un niño cayó en el pozo de nuevo- respondió Lucios
- ¿Un niño? Y ¿Cómo cayo?- Insistí de nuevo
- Como caen todos, tratando de tomar algo, o jugando- Esteban

Fue todo lo que supe ese día, el comentar de las mujeres del pueblo sobre la muerte de ese chico al caer al pozo, sobre los servicios funerarios, y preparar la capilla para despedirlo, fue de lo único que se hablo, por la mañana siguiente las nubes anunciaban tormenta pero fueron benévolas con la partida de ese chico, al darle su adiós, me percate de dos cosas extrañas, la primera era la cantidad de tumbas alrededor del pozo, las cuales solo pude mirar a la distancia, y la segunda fue una sombra extraña escondida entre los arboles de abetos cercas del bosque, no la percibía como maligna o fantasmal, más bien percibía que, quería decirme algo, pero no encontró la oportunidad de acercarse a nosotros, un viejo amigo de la infancia, tal vez, llegue a pensar, o la esposa de alguno de ellos, y por estar vestida de negro también debió perder a un ser querido gracias a ese pozo.

Tome la mano de mi hija y caminamos de regreso a casa de mi mama, mi esposa venia en silencio ayudando a mama a caminar, Esteban estaba hablando con Don Noé, y el párroco, tratando de dar ánimos al padre de ese chico, llegamos a casa justo a tiempo, la tormenta no pudo contenerse más y descargo su poder sobre el pueblo, encendí la chimenea, y recogía algunos papeles de la mesa del comedor, mientras mi esposa y mi mama preparaban la cena, mi hija estaba dibujando
- Mira papa hice un dibujo- Jazbeth
- Si cariño, que lindo- dije sin mirar ese papel
Después de que llego Esteban y Don Noé, cenamos, estábamos en silencio, la muerte de un chico no es un tema agradable para dialogar a la mesa, y menos después de cenar, la lluvia no ayudaba mucho en esos momentos. Ya que, el ambiente se hacía mas lúgubre, subí a dormir a mi hija, junto a mi esposa, y después baje para terminar de arreglar mi desorden de papeles, sin querer cayo una carpeta y de ahí se deslizo el dibujo de Jazbeth, tomándolo me hizo dar un respingo al ver el dibujo era el pozo, si, pero había una niño queriendo Salir del pozo y detrás de ese niño estaba un hombre o lo que parecía ser una hombre, dados los trazos de Jazbeth, fije mas mi atención y vi de nuevo a una figura negra, entre arboles viendo hacia el pozo mientras ese niño parecía ser arrastrado por algo, o alguien hacia su interior. Corrí hacia el ordenador y busque de nuevo las noticias sobre ese pozo, vi la ultima, la de esa niña diciendo que algo se llevo a su hermano, entre en reversa buscando el nombre de ella, o que me diera una pista sobre quien era ella, y lo logre, su nombre es Mara Ameris, vive a las afueras del pueblo, no menciona familia, pero, de acuerdo, mañana a primera hora iría a visitarla, me dije a mi mismo, verifique puertas y ventanas y me fui a dormir abrazando a mi familia.

Pasaban de las nueve y treinta de la mañana no desperté a nadie de mi familia solo deje una nota diciendo que recorrería el pueblo para buscar inspiración a mi próxima novela, pero realmente iría a buscar a esa mujer, era la segunda vuelta que daba en las afueras del pueblo buscando la casa donde esa mujer supuestamente vivía, pero no veía nada, así que detuve el auto frente a una cabaña para pedir instrucciones.
- Mire aquí dice que hay una casa- dije mostrando la dirección a un hombre
- Pues casas por aquí solo está la mía y la de Gilbert que vende patos, pero ese nombre que menciona Valle escondido no es una calle, es el nombre de una clínica esta aun mas debajo de la colina cercas de las montañas de Sal, - señalo el hombre
- Bien gracias- y arranque el auto para seguir el sendero – Esto no puede ser- dije bajando del auto y caminar a la entra. "Sanatorio Psiquiátrico Valle Escondido". Suspire tomando valor y camine hasta la recepción.
- Nada de alhajas, joyas, bolígrafos, corbatas, listones, y nada que pueda provocar un daño a su persona- decía una mujer mientras me guiaba
- Aquí tiene- entregue todo
- Solo tiene treinta minutos, pero si, la paciente se altera deberá abandonar este lugar y no regresar, ¿queda claro?- abriendo la puerta
- Si lo entiendo- y cerré la puerta tras de mí.
Había una mujer sentada en una silla de ruedas mirando al vacio, hacia la nada a través de la ventana, me acerque despacio tome un banco metálico, literalmente lo arrastre y me senté a un lado de ella. Veía que movía sus labios y trate de descifrar que es lo que decía y solo pude sacar pozo, el pozo.
- Señora, ¿señora Ameris? Soy, soy Uriel, yo- giro a verme
- El pozo se llevo a Anthony- dijo
- ¿Anthony?- pregunte
- El niño que murió, no lo sacaron ¿cierto?- me quede pensativo eso no lo sabía
- No, no lo sé, solo sé que cayó otro niño- respondí
- Ese pozo esta maldito, se lleva a los niños de este pueblo, ese pozo se llevo a mi hermano, - dijo
podría, ¿podría decirme que paso ese día?- pregunte
- Estábamos jugando, la pelota reboto en el pozo, corrí por ella, pero él se adelanto y entonces lo vi, un mano, salió del pozo, yo lo vi, tome su brazo y comencé a jalarlo pero esa cosa era más fuerte, y entonces lo vi, lo vi, era horrible, su cara, no era cara, tenia rasgado su rostro, y esa cosa se lo llevo, se lo llevo y nadie me creyó, nadie creyó que Jack se haya llevado a mi hermano- dijo alzando la voz
- ¿Quién es Jack?- pregunte
- Es el que habita en el pozo, el murió dentro del pozo, y ahora, mire- señalo
¿Qué cosa?- pregunte viendo
- El nos observa desde el pozo, y nos puede escuchar, el, el, lo ve todo, y no_ Grito
- ¿Qué sucede? – Pregunte
- el nos escucha, Jack nos escucha, no, no dije nada, no dije nada, no, no aléjate, vete, vete- comenzó a golpear la ventana
Retrocedí al verla, y entraron dos enfermeras, le inyectaron algo para que se calmara
- Le dije que si llegaba a alterarse debía irse- dijo una de ellas
- Si claro, lo. Lo siento- y Salí de ahí

LO QUE HABITA EN EL POZOWhere stories live. Discover now