Mafia - [KakaVege] (EN EDICIÓN)

• 1 •

• Anormal •

La nueva vida que se le otorgó es como acompañante de un hombre que maneja negocios.

El ser Omega era deprimente en ese momento, parecía Alfa por su carácter.

Gruñón, prepotente, fuerte, muy fuerte. Su instinto era superior al de los demás, casi nunca perdía la huella de sus encargos. Era especial, su trabajo dentro de Double's Bar era mantener un límite dentro del lugar; no bullicio, sobrepasarse con los Omegas alcoholizados, consumir drogas que fueran compradas fuera del establecimiento; también estaba el área VIP.

No era cualquier guarida, no era como el bar, era elegante con demostraciones de Omegas aclamados, bailarinas despampanantes, bebidas alcohólicas ilimitadas; toda una gloria para los Alfas de primer nivel.

Su distribución era extraña; existían 3 razas, por así decirlo, en ellas había niveles; primer, segundo y tercer nivel. Vegeta tenía la fortuna de ser considerado Alfa segundo nivel, en realidad no lo era, su origen era ser Omega. Su rango dentro de la sociedad sería Omega primer nivel, una buena relación le sería, no sería vendido como esclavo u objeto cualquiera.

Se negaba a serlo, prefería ser considerado un Alfa por todos los demás; era denigrante ser un Omega. Su familia lo despreciaba, hasta su propia engendradora lo hacía.

Abandonó toda su vida verdadera y ahora estaba trabajando en un lugar de mierda, donde era considerado una deidad de salvación. No lo negaba, le gustaba el trato que le otorgaba tal percepción. Su vida secreta se podía podrir en el infierno.

De noche hasta el amanecer trabaja en el bar de mala muerte, haciendo horas en la zona privada; de día hasta el atardecer con un Alfa traficante y prestamista.

No era tan difícil como se veía ser traficante, o eso creía él.

Su trabajo rendir cuentas, entregar encargos, hacer entregas especiales y sobre todo cobrar a los deudores. Esa parte de su cumplir diario era fascinante; golpear a los demás. No era de violencia, estaba en contra de ella; pero cualquiera de sus dos trabajos eran un asco que, únicamente siendo así, era controlado.

Estar atrapado entre el filo de una navaja y la pared, para Vegeta ya no era extraño.

-¿Cuánto aguantas en soportar el dolor? - cuestionó Vegeta -¿cuál es tu límite?

-Aún me preguntó, ¿eres Omega o Alfa? - ignoró lo dicho, por el contrario

-El único que puede saber es el Alfa que me protege - respondió

-Ese estúpido Alfa... - acercó más la navaja al cuello -¿qué le das?

-Solo vine a cobrar una deuda pendiente - sonrió con malicia -no colaboras, espera lo peor

-No podría esperar lo peor de algo como tú - soltó una risa amarga -ni siquiera te enfrentas siendo Omega

-Me gustaría seguir conversando, pero... - podía sentir la satisfacción de al fin deshacerse del idiota - ¡se acabó el tiempo!

-Me aseguraré de que esta sea la última cosa que hagas en tu asquerosa vida

-¿Me soltarás por la buena o por la mala? - sonó con fastidio -tengo cosas más importantes que hacer, y mi tiempo es limitado

-Define tú "cosas más importantes", Vegeta

-Salir a buscar más cabezas que cortar, deudores de mierda como tú; ese tipo de cosas

-Me pagan muy bien por tu muerte, eres el más odiado dentro de todos los niveles - los dedos le dolían por desesperación por querer callarlo

-También soy el más amado dentro de ellos - sonrió soberbio -recuerda que tengo un Alfa que me protege

-Eso acabará pronto...

No terminó de hablar, un disparo sonó por la habitación; a uno de ellos la vida se le iba y a otro le otorgará un premio.

Cayó el cuerpo en un sonido mudo, tocó el suelo derramando sangre al igual que un sonido metálico de la navaja; una más, una menos, ya no importaba. Se guardó el arma, se frotó las manos en busca de calor; era temporada de otoño, y era fría sin duda alguna.

Buscó el dinero en la pocilga; sacó todo tipo de documentos inservibles para algún uso hasta que lo encontró. Ese pequeño sobre, escondido de entre todo lo demás, contenía una gran cantidad de dinero y una fotografía; era una pequeña que a juzgar por los rasgos era una beta. Después de todo no era tan malo, o solo era simple remordimiento. Negó con la cabeza, debía tener algo de especial, era una gran cantidad en efectivo; después buscaría como ayudar a esa niña, ahora debía entregar el dinero y apurarse a llegar a su último trabajo por la semana.

Esta semana era muy odiada por él. Antes de marcharse, sacó unos supresores, su cambio de olor sería distinguido por los demás.

Suspiró con pesadez, esto le dreno toda la energía.

Esos días lo causaban de más, quería dormir todo el día y noche; solamente sería cuestión de esperar el término de su día. Salió por la puerta en espera de que lo estuvieran esperando; por suerte si, un auto normal.

Subió y se relajó; solamente era de esperar a llegar con su superior. No se dio cuenta y quedó dormido en el camino.

...

Despertó aturdido, no tenía tanto cansancio como hace un rato, aguantaría la noche perfectamente, pero ¿qué hora era? Sacó su celular, se salió de la cama cayéndose de sentón. Eran las 9:30 pm, su turno en el bar inició desde hacía 2 horas. Iba tarde, muy tarde.

¿En qué momento llegó a esa cama? No recordaba esa parte, pero era lo de menos. Le echaría la culpa a su jefe de un encargo un tanto complicado y por eso su retraso. Lo enviarían a cuidar la zona privada, únicamente por esa noche.

-¿A dónde vas? - preguntó a espaldas suyas

-Es evidente la hora, obvio, necesito irme al bar - contestó irónico

-Hoy no irás a trabajar, tendrás el resto de la semana libre - avisó

-Debo pedir el permiso - se molestó -te he dicho que no ocupó de tu ayuda, Gregory

-Esta semana es tu celo - ladeó la cabeza en desaprobación por las palabras

-No te interesa, la cantidad de dinero está en el sobre. No lo conté, pero es lo suficiente para saldar deudas pendientes

-Tu pago estará...

-Para el lunes cuando regresé - pidió -necesito buscar a una persona, para ella lo ocupó

-Mañana te cuidaran todo el día, como siempre 4 días de guardaespaldas hasta que pase tu celo- confirmó -esa es la condición que pone el jefe, como siempre

-Odio ser Omega por esta razón, odio todo lo que me caracteriza como tal - suspiró agotado

-Termina tu día, después te veo - sonrió amigable

-Gracias, te veo más tarde

Su carácter personal era diferente a su carácter profesional; era agradecido y amable. Todo cambió en su vida, al igual que él. Se juró repudiar todo lo que era en verdad; no aceptaría ser un animal dócil, aunque su piel e instinto así lo demandará. Se consideraba un espécimen, un ser Anormal.