4: "Playa"

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Después de su descabellada idea que probablemente ya hacia efecto subió hacia su habitación y se quedó dormida "esperando" la llegada de Lionel, el cual por obvias razones nunca llego, aproximadamente a las 5:30 am despertó por el frio de su balcón, sin ganas ya de volver a dormir decidió darse una ducha, su brazo estaba un poco rojo e inflamado, claro si la jovencita nunca en su vida había aplicado una inyección, pero solo le quedaba esperar muy pronto estaría con el hombre que tanto amaba y con su madre, la mujer que extraño y extrañaba desde hace varios años.

Muchas veces pensaba en como hubiese sido su vida si su madre estaría viva, acaso ¿habría conocido a Lionel? Y hubiese sucedido algo más con "su primer amor", aunque nunca supo bien el nombre de su "primer amor" recordaba con claridad que le decía Matt porque el jovencito le conto que así se llamaba su padre Matteo y el la llamaba "Güerita de mis ojos" por la tez blanca que poseía Karol, al recordar todo eso se dio cuenta en como la había llamado Ruggero hace unos días, pero ¿Cómo es que el sabia de esas expresiones? No se suponía que el chico era ¿italiano?, se hizo una gran enredadera en su cabeza, pero al final le dio igual, después de todo ya no volvería a saber nada de ningún habitante del planeta tierra en un tiempo...

Como estaba castigada tenía que hacer todo en tiempo record, así que tomo su clásico y aburrido desayuno unos minutos antes y salió rápido con sus patines, en el camino atraía las miradas de cada habitante y no solo por ser la hija de Manuel Sevilla o por llevar un atuendo completamente negro- ¿Qué si sus patines eran negros? ¡Por supuesto!- la consideraban una chica muy hermosa, de "buenos" atributos, todos deseaban tener su vida, su cuerpo, sus cosas e incluso alguna vez desearon tener su novio; pero nadie nunca vio más allá de todo esto, nunca nadie vio si su padre le daba amor, si se sentía bien o si así como su cuerpo estaba "bien cuidado" sus sentimientos estaban bien, jamás se habían puesto realmente en su lugar, solo veían lo físico y lo material...

Al llegar a la universidad no pudo evitar llorar una vez más, mirar a cada ser humano siendo feliz le hacía mucho daño, ¿Por qué ella no pudo serlo? Y ellos sí, toda su vida espero poder tener un final feliz pero ahora más que nunca lo veía imposible, coloco sus patines en su looker y entro a su salón de clases, como siempre fue la primera en llegar. Después de unos minutos de espera el rector de la universidad entro anunciando que las labores se cancelarían debido a una reunión urgente y que podían retirarse...

- Hola señorita Sevilla-estaba guardando sus libros cuando Ruggero la saludo

- Puedes decirme Karol si gustas- le dedico una pequeña mueca que parecía ser una...¿sonrisa?

- Ehm... bueno Karol quería saber si deseas ir por un helado- termino de colocar sus libros en su mochila y pensó unos segundos

- Si... por que no- en estos días habían convivido un poco más, no ampliamente pero era el único alumno de toda la universidad con el que se dirigía la palabra así que era un gran avance

- Bueno ven te ayudo con tu mochila y vamos en mi auto- le dio su mochila pero la palabra auto le hizo prácticamente pegar un salto

- No... en auto no, podemos ir a pie, bueno yo puedo ir en mis patines- no mostraba miedo, trataba de sonar lo más seria posible, no quería que el adoptara un confianza indebida o la viera vulnerable

- ¿Tu patinas?- la interrogo mientras salían de su aula y atraían las miradas de todo aquel que se cruzaba.

- Si hago bastantes deportes- no solo deportes, sabia bailar millones de danzas, hablaba 10 idiomas y muchas cosas mas

- Bien como usted lo prefiera-ambos se acercaron a sus lokers que casualmente estaban uno junto al otro, ninguno se atrevió a decir algo pero ella se asombró al ver que Ruggero sacaba unos patines, al parecer también patinaba

Ambos terminaron de colocarse sus patines y salieron de la universidad entre bromas y risas, Ruggero le pidió ir un momento al estacionamiento para que conversara con su chofer y después se dirigieron a la heladería...

- ¿Qué helado deseas?- después de una hora patinando por las calles de New York llegaron a una bella y pintoresca heladería

- Quiero de Fresa por favor- la cajera no podía evitar mirarlos curiosamente, ¿Qué si la reconoció? Obvio, es mas en su cabeza pensaba en mil maneras de escapar de la loca Karol Sevilla

- Y yo de Chocolate- como si fuese muda asintió, Ruggero le alcanzo el dinero y con su ticket en mano pudieron recibir sus helados, para por fin salir a la playa, a no les conté, pues si fueron a una hermosa playa llamada "Orchard Beach"

- Tendremos que quitarnos los patines ¿no?

- Creo que sí - ambos se sentaron en pequeñas banquetitas ubicadas frente a la playa y se quitaron sus patines, los colgaron de sus pasadores en sus hombros y sin darse cuenta tomados de la mano caminaron hacia dentro de la playa, hace mucho tiempo que Karol no sentía la arena en sus pies de hecho desde que se mudó de México no lo hacía, la sensación que sintió al poner sus pies sobre la arena fue maravillosa, comenzó a saltar y bailar con una enorme sonrisa en su rostro, parecía que todo se le había olvidado, el "italiano" solo reía y parecía estar igual de emocionado que ella, movía los dedos de sus pies en la arena muy contento- Gracias por traerme aquí- después de tantos brincos paro y se acercó al joven que parecía estar congelado

- No es nada Karol- ambos rieron y se sentaron en la arena

- Sabes hace mucho no pisaba una playa extrañaba sentir la arena entre mis dedos, quisiera volver a México- con un semblante serio agacho su cabeza y abrazo sus rodillas esperando escuchar una confesión del muchachito que se sentaba a su lado

- Yo igual, extraño las enchiladas, los tacos, extraño a mi México, lo extraño tanto- la castaña se quedó congelada, acaso dijo" MI México" porque según ella el joven que estaba a su lado era italiano

- ¿Eres mexicano?- al fin después de varios segundos logro pronunciar algo

- Si, nací en ahí, viví hasta los 10 años y medio, cuando...- estaba por hablar pero se detuvo acaso hubo algo malo en su pasado, parecía querer llorar, ¿era tan doloroso su recuerdo de México?

- Si aún no estás listo no es necesario que me lo cuentes- acaricio la espalda del ahora mexicano y le dedico una dulce mirada

- Gracias por comprender...

Se quedaron por horas mirando la playa, el mar y la arena, contando anécdotas de como era su vida en México, como vivía cada uno, ella hablaba de su mamá y el de excursiones...

Sus tantas cosas en común fueron suficientes para que el tiempo pasara volando, Karol se despidió con un abrazo y se fue a su casa, miles de preguntas se formulaba en su cabeza en el camino, ¿Por qué Ruggero nunca mencionaba a su familia? ¿Porque se fue de México? Y sobre todo ¿Por qué le interesaba estar cerca de la muchacha? si ante el mundo ella era considerada una loca; lo que no sabía era que no tendría mucho que esperar para saber cada uno de los secretos que guardaba el joven de la maldita sonrisa...

Ese joven que por varios minutos la saco de su mundo y en lugar de llenar su mente de pensamientos negativos y deprimentes, la lleno de interrogantes y recuerdos de esos buenos tiempos que algún día vivió en México, donde la arena guarda sus deseos , donde el mar revuelve sentimientos y donde siempre la espera esa playa ...
CONTINUARA

Holiii otra vez quería agradecer a esos dos seres humanos que me leen GRACIAS estamos en el puesto 14 de Ruggarol hot

Holiii otra vez quería agradecer a esos dos seres humanos que me leen GRACIAS estamos en el puesto 14 de Ruggarol hot

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asi que me pondré las pilas y les daré un cap hot pronto por que se que a muchas les gusta : )

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