🔱 El origen de los Espíritus 🔱

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– En los tiempos de la creación se cree que existe una realidad ocultada desde antes de los siglos, por la cultura chanyeolita. Una antigua comunidad conocedora de aquel secreto que protegieron con sus vidas de generaciones en generaciones. La leyenda chanyeolita cuenta que el todopoderoso, al momento de crear la vida, su primera creación fueron unos seres significativos.

El todopoderoso tomó seis estrellas de una constelación de siete cercana al planeta y las dirigió a este, convirtiéndolas a su vez en espíritus. Al primer de los espíritus lo nombró Dillium, dándole el don de la tierra, el agua, el aire y el fuego. Éste se iluminó brillantemente e irradió luz semejante al color de la plata. Dillium representó el ciclo. Al segundo de los espíritus le dio el nombre de Cataleya, ofreciéndole la luz y la oscuridad. Se iluminó con un tono levemente parecido al cielo y también a la sangre. Irradió luz propia y represento al sol y a la luna.

El todopoderoso se dio cuenta que no podía dejar pasar el liderazgo, un espíritu capaz de imponer orden y ser maduro. Tomó a otro espíritu y lo nombró Resvelpleck. Le dio entonces el don de la mente. Iluminó el planeta de forma inmediata e irradió una luz semejante al sol, tan brillante que parecía oro. Decidió así que la creación tendría un límite, una ley impuesta por él, tiempo. El espíritu se escabulló, pero no fue por timidez, quería otra función, pero el todopoderoso lo nombró Shaken. Representaría al tiempo. Se iluminó Shaken con una calidez brillante relacionada a un color natural, al color de las plantas. El penúltimo de los espíritus se tornó un poco preocupado. El gran creador lo notó y le dio el nombre de Kisaura, entregándole la oportunidad de la vida. Kisaura se iluminó como un remolino destellando rayos tenues de luz apoderada, con un tono oscuro, como el vino. Kisaura creo vida instantáneamente, animales y plantas, que acompañarían a la creación.

Sintió entonces el todopoderoso que necesitaba un seguro, un equilibrio entre su creación, tomó al último de los espíritus e inmediatamente lo nombro Sumberfood, y le entregó un último don, la destrucción. El último de los espíritus se iluminó como los otros, irradiando brillantes oleadas de luz arenosa, semejante al color del terreno.

Entonces unió el todopoderoso a los espíritus, y dio forma a su creación. De ésta unión, surgió un cuerpo, hecho de carne y hueso. El hombre, y de la costilla de él, creó a la mujer. Para entonces se sintió satisfecho, pero notó que la mujer no contaba con todas las cualidades de los espíritus, ya que solo había salido de una parte de ellos.

La séptima estrella de la constelación se sintió solitaria, se sintió excluida, y desorientada llamó la atención del todopoderoso. Él le acudió y ella preguntó en un tono desafiante:

– ¿Por que a mi no me has elegido?

El todopoderoso se limitó a decir una palabra y en consideración de aquel acto, tomó a la estrella y la llevó al planeta, convirtiéndola en una serpiente.

– Ahora vivirás en el planeta, pero no formaras parte de ellos por ser impaciente, tu nombre es Salazar y desde este momento te arrastraras por los suelos – dijo firmemente.

Se cuenta en la leyenda que el hombre cometió un pecado por culpa de Salazar y que el creador le despojó de los espíritus y de aquel paraíso, dejándolos a ambos sin cualidad alguna.

Salazar también fue expulsado con ellos, y desde entonces, nadie sabe de su paradero. Pero se dice, que los espíritus reencarnarían en cuerpos humanos, y que entonces restablecerán el orden de este mundo. Y él aparecerá de nuevo.

– ¿Y los espíritus ya reencarnaron? – preguntó una niña de la excursión, con un tono de curiosidad y sacando a Nalie de un mar de pensamientos.

Nalie se acercó lentamente hasta el oído izquierdo de la niña.

– Para mi es solo una leyenda – dijo depositándole un beso en la mejilla.

Hizo una seña para que el grupo de niños la siguiera hasta la siguiente sala donde se encontraban los fósiles de dinosaurios.

Nalie Collins era una chica común, sin mencionar su obsesión con la historia y la filosofía, hablaba tres idiomas y se graduó de Historiadora en la universidad Herandole. Con veintitrés años de edad todavía no salía con un chico desde sus quince. La historia la apasionaba y le intrigaba.

Ella era alta, esbelta, su piel parecía bronceada por el sol, su cabello era color tierra y literalmente era tierra. Sus ojos cafés resaltaban en su fino rostro al igual que sus labios no tan carnosos, y su cuerpo había sido negado de grandes pechos o trasero, pero tenía unas impresionantes curvas.

Vivía en estados unidos en un pequeño pueblo, pero repleto de turistas. Camshesbel es el lugar indicado para ella, un pueblo al sur de California rodeado de historiadores.

O eso quería creer ella.

 FOCUS: ¿Tu Espiritu O Tu Pecado? (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora