La verdad duele

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—¡¡Jade, Jade!!— exclamó Beck mientras me zarandeaba de los hombros un poco

Me había sacado del agua en cuanto cai, pero eso no impidió que tragara un poco del líquido con cloro por la nariz.
Un momento después, sentí sus labios presionar en los míos, supuestamente me estaba dando respiración boca a boca, pero lo sentí más como un beso normal.
Luego de que se separó, me senté y comencé a tocer sin parar.
—¡Jade, estás bien!— exclamó aliviado

Miré hacia arriba y ví a todos los chicos y chicas de mi clase viendo la escena con preocupación
—¿¿Por qué rayos no nos dijiste que no sabías nadar?? ¡Te pudiste haber muerto!— bociferó Moose, aportando a Beck de mi lado
— Calma, Moose, estoy bien— le dije levantándome del suelo— ¿Y ustedes qué? ¡No hay nada que ver aquí!— exclamé y la multitud se disolvió

Cuando me dejaron respirar al fin, miré a Beck, quien me miraba con una expresión de angustia en su rostro, yo solamente suspiré
—¿Vas a contarme la verdad?— le pregunté, con desgano
—Si, pero a solas— me dijo y yo asentí

Fuimos al único lugar donde podíamos estar solos; en la RV de Beck. Nos sentamos y yo sentí una extraña incomodidad en el pecho, sabía que esa plática iba a terminar conmigo llorando.

—Te escucho— dije acomodándome en el largo sofá donde solíamos dormir luego de la escuela
— Primero que nada quiero que sepas que desde que terminamos no he podido dormir bien, tampoco comer bien, todos los lugares me recuerdan a ti y los olores; el olor del café, de los dulces de tamarindo y el helado de vainilla. Cada vez que veo un conejo no puedo evitar pensar en el que te di en San Valentín, no he podido ver una película de terror sin llorar y no uso tijeras para recortar, te amo Jade, tanto que duele— me dijo, para este punto estaba llorando
—B-bueno, yo tampoco he dormido bien— dije con mis ojos llenos de lágrimas
—Lo sé, lo noto en las bolsas debajo de esos hermosos ojos— me dijo y con una mano tocó el lugar mencionado, yo instantáneamente temblé
—Beck.... Dime la verdad
—Esa es la verdad
—¡No, Beck! Quiero saber ¿Por qué?— cuestioné evitando decir esas palabras que me habían herido tanto
—Lo siento, no quise hacerte daño Jade, tú eres para mí lo más importante en este mundo...
—Beck, por favor dime, ¿Cuando fue?
—¿Recuerdas el día que saliste con aquel chico y lo llevaste a mundo divertido? Tú dijiste que querías olvidarme y yo en ese momento estaba convencido de que era lo mejor, porque no te había perdonado, me dolió mucho lo que hiciste, nunca pensé que tú, mi alma gemela, sería capaz de hacer algo así, pero ahora me doy cuenta, porque lo viví en carne propia, que fue por dolor.... El día que me engañaste con Moose te dije cosas tan horribles, todavía me acuerdo y siento qué de algún modo, tu actuaste sin pensar, estabas muy molesta y desepcionada de mi, por todo lo que te dije— comenzó a decir y yo sentía que las lágrimas caían como cascadas de mis ojos
—Bueno... Yo....
— El día que me enteré no lo podía ver de ese modo porque no lo había experimentado, pero cuando besé a Meredith fue cuando me di cuenta del terrible dolor que debiste haber sentido cuando ocurrió lo de Moose, se siente terrible saber que has besado a otra persona que no es tu alma gemela, por eso yo sabía que no era lo correcto regresar contigo, porque tú no te merecías eso, no te mereces que te mientan, siempre buscaba la forma de decirte la verdad pero nunca podía, no tenía el valor suficiente para hacerlo. Yo esperaba decírtelo y que lo entendieras para comenzar desde cero porque no puedo estar sin ti, ya lo he comprobado y no funciono sin ti— me dijo y su voz se rompió al decir lo último
—¿Y si tanto te importaba que yo supera la verdad antes de regresar conmigo, por qué me besaste?— le pregunté, mis ojos debían estar rojos
—Porque no me pude contener, ese día me puse muy celoso porque solamente te la pasabas con Moose o con André— me dijo y yo asentí
— Beck, no podemos seguir actuando por impulsos, tenemos que pensar muy bien todo antes de actuar, ¿De acuerdo?— le dije y él asintió, limpiándose las lágrimas
—¿Me perdonas?
—Esta es la verdad más dolorosa que me han dicho, pero me alegra que me lo contaras, si, te perdono
—¡Gracias! Te prometo que nunca jamás volverá a pasar algo como eso— me dijo y yo no pude evitar sonreír un poco al ver su expresión de súbita alegría
—Espero que no Beckett— le dije y sentí como me quitaba un enorme peso de encima
—¿Entonces? ¿Ahora qué hacemos?— me preguntó
—Tomemonos las cosas con calma, volvamos a lo de antes y si se da de nuevo algo entre nosotros, está bien— le dije y él me miró sorprendido
—¡Wow! ¿Desde cuándo te volviste tan madura?
—Aprendí de mis errores— dije encogiéndome de hombros

TELL ME THAT YOU LOVE MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora