casualidad o Destino

La verdad alterada

Mía's

"Finalmente te encontré"

Desperté sobre exaltando me, con el sudor recorriendo me cada una de mis curvas, principalmente este se concentraba en mi sonrojado rostro , notando mi respiración agitada e irregular.

visualice unos colosales ventanales blancos que brindaban suficiente luz natural como para no tomarse la molestia de prender la luz artificial, una cama matrimonial  mullida con sabanas rojas y edredón blanco que hacia juego con las ventanas, también un imponente armario de cuatro puertas se asomaba a la vuelta del pasillo donde había un puerta de color crema la cual presumía era el baño.

me tome el atrevimiento de  husmear el cuarto que me encontraba, me examine en el espejo grande  al lado de la ventana.

Está no es mi pijama, pensé

con un poco de asco me recorrí con la mirada; Estaba toda impregnada de sudor que hasta mis mechones más cercanos al rostro estaban pegados a mis pómulos, esto resaltaba mis ojos verdes puesto que tenían in brillo sin igual, mi nariz perfilada estaba brillante por el exceso de grasa acumulada, mis labios carnosos tenían su peculiar rojo carmín y finalmente mi mayor desastre, mi cabello. Estaba enmarañado y se asemejaba a una bola de estambre.

de un momento a otro alguien  golpeo la puerta tímidamente. Era una muchacha delgada, con cabello café y ojos del mismo color.

-señorita aquí le dejo su ropa-dijo ella.

-¿cómo llegue aquí?¿por qué no estoy con mi ropa?- Dije de golpe, ella al no saber que responder solo dejo caer la ropa y se marcho tan rápido como llego, frustrada patee la ropa hasta el punto de romper el sujetador de un lado de sus tirantes, rápidamente me enoje con migo misma pues acababa de romper la única ropa decente en este lugar ; Así que a regañadientes me metí a el baño para refrescarme y lavar todo el sudor. ya cambiada salí del baño, Mi sostén estaba de un lado pues, solo se sostenía de una cinta.

 Estaba con jersey negro y unos pantalones simples color granate, por último en un rincón de la habitación estaban tirados los incomodísimos tacones color nude.

¡cómo carajos voy a caminar con esa arma de tortura! pensé.

sin embargo me lo supe ya que era lo único decente que había dentro del lugar, cuando finalmente dejo de pensar en cómo llegue aca y quién me cambio, procedo a organizar mi cabello el cual era de un extraño color rojo claro casi rosa, si lo se demasiado extravagante, me lo recogí en un moño alto con el mismo ya que no tenia ninguna moña ni nada, era largo lo cual agradezco un montón.

en lo que me estaba haciendo el moño oí la puerta rechinar, los bellos de mi nuca se erizaron dejando ver mi nerviosismo a la luz por saber quien era el había entrado a la habitación a la que en el momento me estaba hospedando; Cuando por fin logre tener el valor de voltear a mirar, era summer la cual parecía feliz y un poco ansiosa.

- hola summer que bueno que te encuentro- le dije, algo extrañada por verla aca, ella incomoda por mi reacción solo se limite a sonreír.

-Mia esta es tu habitación y me tome el atrevimiento de venir a visitarte- se puso aún más incomoda- Mia la verdad hay algo que tienes que saber y es algo extenso así que te recomiendo que sientes por favor...

- Mira Summer se que soy la nueva y tal, pero para el carro, ¿Qué hago aca y por qué mi habitación es tan grande? y por último por qué ¡coños! una persona que ni siquiera conozco conoce mi nombre además de intentó ahogarte el la cafeteria, ¡acaso es que no hay unos putos profesores que paren esa conducta!

No me di cuenta pero sin mi consentimiento ya le estaba gritando, cuando ella iba a responder mis preguntas de manera temerosa e incluso creo que se le aguaron los ojos, entra ese tal Jared mirándome intensamente, como si quisiera grabarse mi rostro de memoria; en cambio yo lo miraba con una cara de interrogación, ya un poco estresada por no saber que carajos pasa.